jueves, 15 de mayo de 2025

LA CARNE VS. EL ESPÍRITU

 

GÁLATAS 6:7,9 (RVA'15)

No se engañen; Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre siembre, eso mismo cosechará. Porque el que siembra para su carne, de la carne cosechará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer el bien porque a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos.

 

Si sembramos para la carne o sembramos para el espíritu, toda decisión tomada en nuestra vida tiene consecuencias buenas o malas.

 

Si tomamos decisiones sabias y agradables a Dios, podemos esperar que el Señor recompense nuestra fidelidad, pero si nuestras decisiones son precipitadas o pecaminosas, podemos anticipar consecuencias negativas.  En general el fruto, bueno o malo, no es evidente de inmediato, pero un día seremos recompensados por haber observado una vida recta o segaremos las consecuencias de nuestra rebeldía contra Dios.

 

☝🏼 Necesitamos entender que sólo uno de dos poderes podrá vivir dentro de nosotros:

1.     Uno es el poder de la Cruz, el del Espíritu

2.    Otro es el poder del pecado, el de la carne.

Los dos son altamente exclusivos, el uno no tolerará jamás al otro, o domina el uno o domina el otro.

 

Con relación a lo que veremos en otros, debemos mirar lo bueno en lugar de quedarnos sorprendidos cuando encontremos lo malo en ellos; y con relación a nuestra propia persona, necesitamos rechazar lo malo y dejar lo bueno que ya el Espíritu de Dios ha estado implantando en uno. La Biblia dice en varias partes que "los que pertenecen a Cristo", y esto está hablando de propiedad, porque precisamente ya no nos pertenecemos a nosotros mismos, somos propiedad de Dios, Jesús nos compró con Su Sangre preciosa, es así como "los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos" (Gálatas 5:24 RVA'15). Esto es algo que ya sucedió, hoy lo que necesitamos es realizar tal obra en el diario vivir, para poder decir como Pablo, "Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mi" (Gálatas 2:20 NTV). Esos deseos y esas pasiones crucificados, ya están bajo control y no debemos dejar ponernos nuevamente bajo el control de ellas.

 

¡¡¡Los verdaderos seguidores de Jesucristo vivimos por el Espíritu y,

por lo tanto, debemos dejarnos guiar por el Espíritu

y no por los deseos y las pasiones de la carne!!!

 

Piense y reflexiones sobre esto:

☝🏼 Entonces ¿Cuál es mi papel y mi responsabilidad con la carne hoy?

 

CONFESIÓN DE FE:

MI PAPEL Y MI RESPONSABILIDAD ES DESPOJARME DE TODOS LOS MALOS DESEOS Y PASIONES DE MI CARNE, Y COMPRENDER QUE ELLAS YA NO TIENEN DOMINIO SOBRE MÍ, PORQUE AHORA QUIEN TIENE DOMINIO SOBRE MÍ, ES EL ESPÍRITU SANTO.

 

ORACIÓN:

Padre Santo, El Deot, Dios del Conocimiento (1 Samuel 2:3). Mi amado Rey y Señor Jesús, soy consciente de que Tú, el Omnisciente, conoces todo y eres la fuente de todo conocimiento, es decir que cualquier conocimiento que el hombre tenga, proviene de Ti; por eso hoy quiero caminar con el entendimiento bien iluminado de lo que es el poder del Espíritu en mi vida, para que el poder de la carne no opere en mi corazón. En la Cruz fue llevado no solo mi pecado, sino también crucificada mi naturaleza humana, con todos sus deseos y pasiones pecaminosas. Hoy clamo a Ti, porque quiero entenderlo en mi corazón, ayúdame Espíritu Santo de Dios a dominar mi carne y vivir lleno de tu maravillosa presencia; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri