miércoles, 13 de mayo de 2015

CONFESAR

 

MATEO 9:11-13 Cuando los fariseos vieron esto, preguntaron a los discípulos:

-       ¿Por qué su maestro come con semejante escoria?  

Cuando Jesús los oyó, les dijo: 

-       La gente sana no necesita médico, los enfermos sí. Luego añadió:

-       Ahora vayan y aprendan el significado de la siguiente Escritura: "Quiero que tengan compasión, no que ofrezcan sacrificios". Pues no he venido a llamar a los que se creen justos, sino a los que saben que son pecadores. (N.T.V.)

 

©      Reconocer y confesar los pecados  a Dios es el principio del carácter santo.

Existe la idea errónea de que los cristianos debemos ser perfectos. Para hacer creer a los demás que tenemos una vida perfecta, hay quienes ponen una cara feliz y utilizan palabras que suenan aceptables. Sin embargo, la salvación por medio del Señor Jesús no cambia el hecho de que el pecado está presente en nuestra vida. Cuando nacemos de nuevo, Dios nos perdona; pero nuestra batalla con el pecado continuará hasta que lleguemos al cielo.

 

En realidad, empeñarse en conseguir la perfección puede ser una trampa que impedirá que vivamos en santidad. Funcionar de esa manera es una forma de confiar en nuestras capacidades. Jesús dijo que Él vino a sanar a los que reconocían su propia debilidad. Al tener conciencia de nuestra incompetencia, comprendemos nuestra necesidad de Él. El mundo ve a las personas exitosas como poderosas y autosuficientes, pero al Señor Jesús no le interesaban esas características. En vez de eso, Él quiere que la persona esté consciente de su humillación.

©      Este es el principio básico del carácter santo.

 

Debemos reconocer nuestra condición y buscar a Dios con pasión, para que así pueda aumentar: nuestra hambre y sed de la Palabra de Dios, nuestro servicio fiel, nuestra fe y la sabiduría para tomar decisiones basadas en los preceptos bíblicos y no en preferencias personales. Cuídese de no esconder sus pecados para parecer un "buen cristiano". Sin el reconocimiento y la confesión de nuestra pecaminosidad, no podemos confiar plenamente en Dios.

 

CONFESIÓN DE FE:

SOLO CON LA CONCIENCIA DE UN SER PECAMINOSO POR NATURALEZA, ES QUE PODEMOS BUSCAR, OBEDECER Y CONFESAR A DIOS, CON VERDADERO ARREPENTIMIENTO NUESTRAS FALTAS, PARA ADQUIRIR UN CARÁCTER SANTO.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Jehová Mekaddesh, Dios que Santifica (Ezequiel 37:28). Mi Señor Jesús, Adonai Mekaddesh, eres Santo, Único, Especial y Singular. Sé que hay un solo Dios perdonador y nadie ni nada como Tú; y que la santidad viene de acercarse a Ti, al señor que santifica, y mientras más nos acerquemos a reconocer y confesar nuestras faltas, en arrepentimiento genuino y confiando, más santos de carácter seremos. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo por Tu perdón, Tu misericordia y amor infinitos. Amén.

 
Juan Manuel Lamus O.