viernes, 13 de marzo de 2015

 

VALIENTE Y CONVENCIDO

 

DEUTERONOMIO 31:2-8 Moisés dijo a todo Israel:

-       "Ya tengo ciento veinte años y no puedo seguir guiándote. El Señor me dijo: "No cruzarás el río Jordán". Sin embargo, el Señor tu Dios sí cruzará delante de ti. Él destruirá a las naciones que viven allí, y tú tomarás posesión de esa tierra. Josué te guiará para cruzar el río, tal como el Señor prometió. El Señor destruirá a las naciones que viven en esa tierra, tal como destruyó a Sehón y a Og, los reyes de los amorreos. El Señor te entregará a los que viven allí, y tú tendrás que hacer con ellos lo que te ordené. ¡Así que sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni sientas pánico frente a ellos, porque el Señor tu Dios, Él mismo irá delante de ti. No te fallará ni te abandonará".

Luego Moisés mandó llamar a Josué y, en presencia de todo Israel, le dijo:

-       "¡Sé fuerte y valiente! Pues tú guiarás a este pueblo a la tierra que el Señor juró a sus antepasados que les daría. Tú serás quien la repartirá entre ellos y se la darás como sus porciones de tierra. No temas ni te desalientes, porque el propio Señor irá delante de ti. Él estará contigo; no te fallará ni te abandonará". (N.T.V.)

 

©      Ser fuerte y valiente, tal vez sea la única forma de manifestar convicción.

©      ¿Alguna vez enfrentó usted un desafío que le dejó con sentimientos de incompetencia y temor?

Los grandes hombres y mujeres en la Biblia no eran sobrehumanos, por lo que sin duda experimentaron las mismas debilidades que nosotros. Aunque Josué era un líder militar fuerte, es probable que se sintiera incapaz de ocupar el lugar de Moisés. Después de todo, Moisés había hablado con Dios cara a cara, hecho milagros impresionantes, y sacado a los israelitas de la esclavitud egipcia. Sin embargo, recordemos que Moisés no empezó siendo un formidable hombre de fe. Cuando Dios lo llamó a libertar a los hijos de Israel, dirigió su atención a su propia insuficiencia y le rogó al Señor que enviara a otra persona (Éxodo 4:10-13). Pienso que Moisés sabía exactamente cómo se sentía Josué. Es por eso que animó a su sucesor a ser fuerte y valiente, y manifestar convicción. Pero la fuerza que Josué necesitaba no iba a venir del pensamiento positivo o de confianza en sí mismo. Lo que necesitaba era la convicción de que el Señor iría delante de él en todo momento, y que le daría a la nación la tierra que les había prometido.

 

La confianza frente a los desafíos que nos plantea el Señor nunca viene de nosotros mismos, pero cuando le creemos a Él y confiamos en su Palabra, en vez de nuestros sentimientos, nos da la capacidad y la valentía para hacer su voluntad. Si su vida fuera siempre fácil, usted nunca necesitaría ser fuerte y valiente. Pero entonces desaprovecharía maravillosas oportunidades para conocer a Dios y mantenernos en las convicciones.

 

CONFESIÓN DE FE:

SOLO CUANDO ENFRENTAMOS DESAFÍOS A NUESTRA FE Y PROBAMOS LA FIDELIDAD DE DIOS, APRENDEMOS A DEPENDER DE ÉL EN VEZ DE NOSOTROS MISMOS, Y ESO ES ESTAR CONVENCIDOS.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Echad, el Dios Único y Verdadero (Malaquías 2:10). Gracias Padre Celestial por ser ese Dios Todopoderoso quien todo lo sabe y lo conoce, y es por eso que Tus desafíos para mi vida, son la mejor oportunidad que tengo para dejar saber de lo que estoy convencido y que me has hecho valiente para mantenerme en esas convicciones, a pesar de mi mismo y de las circunstancias por las que pueda atravesar. Gracias Dios Todopoderoso y suficiente, Jehová El Shaddai porque puedo ir de Tu mano y salir victorioso nuevamente, en el Poderoso Nombre de Jesús he orado. Amén.


Juan Manuel Lamus O.