lunes, 11 de julio de 2016

VENCIENDO

 

SALMO 63:6-9 Recostado, me quedo despierto  pensando y meditando en Ti durante la noche. Como eres mi ayudador, canto de alegría a la sombra de tus alas. Me aferro a Ti; tu fuerte mano derecha me mantiene seguro. Pero los que traman destruirme acabarán arruinados; descenderán a las profundidades de la tierra. (N.T.V.)


©  Venciendo el temor de la mano fiel y poderosa de Dios.

Cada uno de nosotros experimentará momentos de temor, y negar o tratar de esconderse del mismo no nos hará ningún bien.

Cuando surja el miedo, hágase las siguientes preguntas: 

©  ¿De dónde viene? 

©  ¿Alguna vez Dios me ha fallado en el pasado?

©  ¿Promete Él suplir todas mis necesidades?

©  ¿Cumple Dios sus promesas?

 

Si leemos la Biblia, encontraremos innumerables historias sobre la fidelidad de Dios. Por ejemplo, Pablo sufrió penurias, persecuciones, dolores y toda clase de circunstancias terribles. El apóstol escribió estas palabras tan conocidas:

ROMANOS 8:28 Y sabemos que Dios hace que todas las cosas ayuden para bien a los que lo aman; esto es, a los que son llamados conforme a su propósito. (R.V.A.'15)

Esto da testimonio del hecho de que, para quienes confían en Dios, Él convierte toda dificultad, pérdida o separación en algo bueno así parezca lo contrario.

 

Desde Abraham, y pasando por Isaías, David, Job, Jonás y Pablo, hasta Juan, vemos el amor constante y el cuidado de Dios por su pueblo. Su Palabra es una lámpara que nos dará clara orientación cuando las circunstancias sean sombrías. Ella ofrece la mejor dirección que encontraremos. Cuando meditamos en ella, oramos con ella, nos aferramos a ella y la incorporamos a nuestra vida cotidiana, su luz ahuyenta las tinieblas. Los salmos, en particular, son útiles para enfrentar los temores. Dios, el Soberano de este universo, tiene el control de su vida. No cometa el error de pensar que no lo tiene, simplemente porque Él no actúa de acuerdo con su voluntad y su calendario.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE SI LEO LA BIBLIA, CREO LO QUE DICE Y MEDITO EN ELLA, ENCONTRARÉ VERDADERA FUERZA EN SUS PROMESAS PARA ESTAR VENCIENDO EL TEMOR QUE VENGA A MI VIDA CONSTANTEMENTE.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Sali, Dios es mi Roca (Salmo 62:7). Hoy quiero darte gracias mi Señor, porque Tú eres mi defensor, mi refugio, mi protección de todo ataque. Por eso hoy quiero citar al salmista en la siguiente declaración de fe y victoria: Que todo mi ser espere en silencio delante de Dios, porque en Él está mi esperanza. Solo Él es mi roca y mi salvación, mi fortaleza donde no seré sacudido. Mi victoria y mi honor provienen solamente de Dios; Él es mi refugio, una roca donde ningún enemigo puede alcanzarme. Gracias mi amado Rey, Dios y Señor porque de tu mano poderosa voy venciendo el temor. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.