domingo, 11 de julio de 2021

EL MATRIMONIO ES DIVERTIDO

 

Si bien no todos los que reciben estos mensajes están casados, aunque la mayoría de los que no lo están, probablemente estén planeando estarlo alguna vez o estén en posición de aconsejar a lo que lo están, lo interesante de esta reflexión es que ella no oculta la amplitud y longitud de una experiencia matrimonial.

 

Obviamente, habría otras personas que, con más experiencia en estas lides del matrimonio, pudieran arrojar más luz al respecto, pero no dejan de ser válidos y divertidos los pensamientos de esta reflexión.

 

Espero que los disfruten y les encuentren aplicación a sus vidas.

 

¡¡¡Que el Señor los continúe bendiciendo en su matrimonio!!!

 

HEBREOS 13:4-6

Honren el matrimonio, y los casados manténganse fieles el uno al otro.

Con toda seguridad, Dios juzgará a los que cometen

inmoralidades sexuales y a los que cometen adulterio.

No amen el dinero; estén contentos con lo que tienen, pues Dios ha dicho:

"Nunca te fallaré. Jamás te abandonaré".

Así que podemos decir con toda confianza:

"El Señor es quien me ayuda, por tanto, no temeré.

¿Qué me puede hacer un simple mortal?". (NTV)

 

¡¡¡Si, el matrimonio es divertido!!!

 

Algunos odian la idea de estar casados; a otros les encanta.

Alguna gente odia amar, pero la mayoría aman odiar.

Es una contradicción y desafío sin fin al que las parejas comienzan a acostumbrarse.

 

Amo estar casada(o).

Es maravilloso tropezarnos con aquel ser humano especial a quien nos encanta molestar por el resto de nuestra vida.

Podemos pensar:

"Mi cónyuge no es perfecto, pero es siempre bueno mirarlo con amor y decirme a mí mismo: 'Este es el dilema que me encanta tener'".

 

Me encanta la idea de refugio.

La idea de que algo nos sostiene como pareja, aun si dejamos de amar al cónyuge hasta que volvamos a enamorarnos.

De todas maneras, dicen que el amor en el matrimonio requiere que sigamos enamorándonos una y otra vez, sólo que de la misma persona.

 

También podemos decir que:

Nuestro cónyuge nos vuelve locos algunas veces, al igual que uno lo hace con el.

Entonces nos exaspera y nos hace pensar qué les hará a nuestros nervios el mostrarnos amigables con la misma persona todos los días.

Pero al final del día, todo aquello es compensado por un cónyuge dulce, amoroso y divertido que conocemos y con quien queremos pasar el resto de la vida.

 

Estar casados nos hace dar cuenta de los placeres sencillos de la vida.

Como las caricias interminables, el conversar, el reír, el cocinar y comportarnos de manera tonta con nuestra pareja durante los fines de semana.

Nuestro tiempo diario de 30 minutos juntos cuando a duras penas podemos mantener los ojos abiertos, pero todavía intentando ponernos al tanto cada uno con el día del otro.

Tomando nuestra cena juntos cada noche y más caricias en el asiento de atrás del auto en ruta al trabajo.

¿Cuántas parejas casadas que trabajan logran aquello en estos días?

 

Pero estar casados también nos ha hecho experimentar el infierno en la tierra.

En la forma de calcetines regados cerca de la canasta de la ropa sucia.

Lavadas y secadas de ropa y loza sin fin.

Pastas de dientes dejadas abiertas en el lavamanos y pelos en la ducha.

Camas sin arreglar, ronquidos ocasionales.

Chistes que nos afectan personalmente.

Pérdidas ocasionales de objetos que aparecen como por arte de magia.

Y restos de comida y grasa en los muebles. ¡Wakale!

 

Pero entonces… Qué son estas pequeñeces comparadas con:

Largas noches solitarias.

Días del amor y la amistad pasadas frente a una caja tonta (TV) ahogándome en soledad y resentimiento contra aquellos que tienen a alguien con quien celebrarlo.

Citas sin fin con seres humanos abrumadoramente buenos para nada.

Malas mañanas en las que nadie se preocupa por enviarte un mensaje de texto o darte una llamada deseándote un buen día, además de algunas citas lindas y/o divertidas.

 

¡¡¡El matrimonio es divertido!!!

pero… ¿quién soy yo para decir eso?

 

Sólo hemos estado casados por un corto tiempo, teniendo en cuenta que…

 

Como ya no son dos sino uno, que nadie separe lo que Dios ha unido.

(MATEO 19:6 NTV)

 

Sabemos que será un camino largo y tortuoso, pero lo importante es que

cada uno nos hagamos la promesa, y a nuestro matrimonio, de que…

¡¡¡Vamos a dar lo mejor de nosotros y que Dios estará en el centro de todo;

y así lo haremos divertido!!!

 

¡¡¡Así es como funciona!!!

Tu matrimonio y tu familia son el tesoro más valioso que Dios te ha dado

¡¡¡CUÍDALOS!!!

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti,

y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida,

y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud

y mucha Prosperidad

 

Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri