DESARROLLAR
SANTIAGO 1:1-4 Estimados hermanos del pueblo de Dios que está disperso por el mundo: Un cordial saludo de Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo. Hermanos míos, alégrense cuando tengan que enfrentar diversas dificultades. Ustedes ya saben que así se pone a prueba su fe, y eso los hará más pacientes. Ahora bien, la paciencia debe alcanzar la meta de hacerlos completamente maduros y mantenerlos sin defecto. (P.D.T.)
© De cómo desarrollar paciencia.
Cuando las personas me comentan que están orando por paciencia, muchas veces les pregunto qué otras cosas están haciendo para tener un corazón calmado y apacible. La paciencia no es tanto algo que los creyentes reciben, sino más bien una cualidad que desarrollan con el tiempo y la experiencia.
Pensemos en la paciencia como un músculo que tenemos que utilizar para verlo desarrollado. Para ello, los creyentes deben reconocer la dificultad como una oportunidad para incrementar su paciencia. El instinto humano es clamar a Dios consternados cuando la tribulación toca nuestra puerta. Echamos la culpa a otros, nos resistimos, nos quejamos. Lo que no hacemos es decir:
© "¡Gracias Señor, es el tiempo de crecer en la paciencia!".
Las personas no están acostumbradas a pensar de esa manera, pero según la Biblia, así es exactamente cómo deben responder. Santiago nos dice que pensemos en las pruebas como un motivo de gozo (Vs.2 VRV), pero a menudo fallamos en esto. Humanamente hablando, alabar al Señor por las tribulaciones es ilógico. Sin embargo, hacer esto comienza a tener sentido cuando nos aferramos a la promesa de Dios de que todas las cosas ayudan a bien a los que lo amamos (Romanos 8:28). No estamos esperando en el Señor en vano. Aceptar las adversidades como un medio de crecimiento, es un concepto radical. Aun más radical es el creyente que alaba al Señor por la tormenta, pero los seguidores de Jesucristo tenemos motivos para alegrarnos.
CONFESIÓN DE FE:
ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO QUE LAS TRIBULACIONES NOS AYUDAN A DESARROLLAR NUESTRA PACIENCIA, PARA QUE PODAMOS MANTENERNOS FIRMES, ASÍ QUE COMO SEGUIDOR DE CRISTO ME ALEGRARE EN LA DIFICULTAD.
ORACIÓN:
Señor Jesús, Elohim Mauzi, Dios de mi Fortaleza (Salmo 27:1). Mi amado Dios y Señor mío. Tú eres El Fuerte, y deseas hacernos fuertes, así que cuando nos damos cuenta que somos débiles, entonces Tú puedes hacernos fuertes. Es por eso que me dispongo hoy para que me ayudes a desarrollar esa fortaleza para mi vida que es la paciencia, que en medio de la tribulación o dificultad, pueda yo decir que soy fuerte en Ti, y mantenerme firme como un verdadero seguidor tuyo. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por ayudarme a ser radical en los conceptos y convicciones que traen crecimiento a mi vida, tanto física como espiritualmente. Amén.
Juan Manuel Lamus O.