LOCOMOTORA
LUCAS 24:48-53 "Ustedes son testigos de todas estas cosas. Ahora enviaré al Espíritu Santo, tal como prometió mi Padre; pero quédense aquí en la ciudad hasta que el Espíritu Santo venga y los llene con poder del cielo". Entonces Jesús los llevó a Betania, levantó sus manos al cielo y los bendijo. Mientras los bendecía, los dejó y fue levantado al cielo. Entonces ellos lo adoraron y regresaron a Jerusalén llenos de gran alegría; y pasaban todo su tiempo en el templo, adorando a Dios. (N.T.V.)
El poder del Espíritu Santo
El principio que veremos hoy es elemental, pero tan poderoso que determinará si tendremos una vida de victoria.
Es posible que usted esté conozca el libro "La pequeña Locomotora que sí pudo", en el que un pequeño motor no deja de repetir las palabras:
¡Creo que puedo! ¡creo que puedo!
Con su sola fuerza de voluntad, la pequeña locomotora arrastra a todo un tren sobre una montaña. Es una preciosa historia infantil, pero la verdad de la vida cristiana es muy diferente. En el mundo real, nuestros esfuerzos y nuestra determinación a menudo no alcanzan la meta. Una vida agradable a Dios solo se logra andando en y por medio del poder del Espíritu Santo.
En el Antiguo Testamento, el Espíritu de Dios venía solo temporalmente a los creyentes para hacer un trabajo específico. Pero después que Cristo ascendió al cielo envió al Espíritu Santo para morar de manera permanente en nosotros. Piense en lo que esto significa:
Si usted ha creído en Cristo, él vive en usted, y está listo para darle dirección, consuelo y poder.
Obedecer a Cristo es muy difícil para cualquiera que confíe en sus propias fuerzas. Y discernir qué hacer en cada situación es demasiado complicado para una mente carnal. Pero, por alguna razón, los seres humanos tratamos de vivir dependiendo de nuestras fuerzas y razonamiento. La derrota y el fracaso son inevitables sin el poder de Dios en nuestras vidas.
¿Reconoce usted su necesidad del Señor?
Comience cada día confesando su dependencia de él. Pida ser llenado con su Espíritu para que todo lo que piense, haga y diga rebose de él.
CONFESIÓN DE FE:
TENGO LA CONFIANZA ABSOLUTA DE QUE EL ESPÍRITU SANTO DE DIOS ACTUARÁ DE MANERA PODEROSA POR MEDIO DE MÍ, POR LO CUAL ESTOY SEGURO QUE SERÁ EVIDENTE LO QUE EL DIOS TODOPODEROSO PUEDE HACER.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El Gibor, Dios Fuerte (Isaías 9:6). Mi Dios y Señor, se que tu eres un Dios fuerte, un guerrero poderoso y la mayor fuerza en todo el universo, por eso hoy clamo a ti para que impartas a mi vida esa misma fuerza y que tu, Espíritu Santo de Dios, te manifiestes en ese poder en todo lo que yo diga, haga o piense y de esa manera seas mi dirección y mi consuelo. Gracias Espíritu Santo de Dios por venir a morar en mí dándome todo el Poder tuyo, como el de una locomotora, diciendo "creo que puedo, si puedo y además quiero"; para vivir y servirte. Amén.
LUCAS 24:48-53 "Ustedes son testigos de todas estas cosas. Ahora enviaré al Espíritu Santo, tal como prometió mi Padre; pero quédense aquí en la ciudad hasta que el Espíritu Santo venga y los llene con poder del cielo". Entonces Jesús los llevó a Betania, levantó sus manos al cielo y los bendijo. Mientras los bendecía, los dejó y fue levantado al cielo. Entonces ellos lo adoraron y regresaron a Jerusalén llenos de gran alegría; y pasaban todo su tiempo en el templo, adorando a Dios. (N.T.V.)
El poder del Espíritu Santo
El principio que veremos hoy es elemental, pero tan poderoso que determinará si tendremos una vida de victoria.
Es posible que usted esté conozca el libro "La pequeña Locomotora que sí pudo", en el que un pequeño motor no deja de repetir las palabras:
¡Creo que puedo! ¡creo que puedo!
Con su sola fuerza de voluntad, la pequeña locomotora arrastra a todo un tren sobre una montaña. Es una preciosa historia infantil, pero la verdad de la vida cristiana es muy diferente. En el mundo real, nuestros esfuerzos y nuestra determinación a menudo no alcanzan la meta. Una vida agradable a Dios solo se logra andando en y por medio del poder del Espíritu Santo.
En el Antiguo Testamento, el Espíritu de Dios venía solo temporalmente a los creyentes para hacer un trabajo específico. Pero después que Cristo ascendió al cielo envió al Espíritu Santo para morar de manera permanente en nosotros. Piense en lo que esto significa:
Si usted ha creído en Cristo, él vive en usted, y está listo para darle dirección, consuelo y poder.
Obedecer a Cristo es muy difícil para cualquiera que confíe en sus propias fuerzas. Y discernir qué hacer en cada situación es demasiado complicado para una mente carnal. Pero, por alguna razón, los seres humanos tratamos de vivir dependiendo de nuestras fuerzas y razonamiento. La derrota y el fracaso son inevitables sin el poder de Dios en nuestras vidas.
¿Reconoce usted su necesidad del Señor?
Comience cada día confesando su dependencia de él. Pida ser llenado con su Espíritu para que todo lo que piense, haga y diga rebose de él.
CONFESIÓN DE FE:
TENGO LA CONFIANZA ABSOLUTA DE QUE EL ESPÍRITU SANTO DE DIOS ACTUARÁ DE MANERA PODEROSA POR MEDIO DE MÍ, POR LO CUAL ESTOY SEGURO QUE SERÁ EVIDENTE LO QUE EL DIOS TODOPODEROSO PUEDE HACER.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El Gibor, Dios Fuerte (Isaías 9:6). Mi Dios y Señor, se que tu eres un Dios fuerte, un guerrero poderoso y la mayor fuerza en todo el universo, por eso hoy clamo a ti para que impartas a mi vida esa misma fuerza y que tu, Espíritu Santo de Dios, te manifiestes en ese poder en todo lo que yo diga, haga o piense y de esa manera seas mi dirección y mi consuelo. Gracias Espíritu Santo de Dios por venir a morar en mí dándome todo el Poder tuyo, como el de una locomotora, diciendo "creo que puedo, si puedo y además quiero"; para vivir y servirte. Amén.