martes, 1 de julio de 2014

CONVENCIDOS

 

CONVENCIDOS

 

SALMO 139:13-16 Tú creaste las delicadas partes internas de mi cuerpo y me entretejiste en el vientre de mi madre. ¡Gracias por hacerme tan maravillosamente complejo! Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien. Tú me observabas mientras iba cobrando forma en secreto, mientras se entretejían mis partes en la oscuridad de la matriz. Me viste antes de que naciera. Cada día de mi vida estaba registrado en tu libro. Cada momento fue diseñado antes de que un solo día pasara. (N.T.V.)

 

©      De cómo estar convencidos de las bendiciones de Dios.

A veces nos cuesta contemplar Sus maravillas, porque la naturaleza humana tiende continuamente a ver lo negro y oscuro que nos rodea. 

Cuantas veces nuestro clamor parece ser igual al del poeta inglés Sir Philip Sídney quién en 1586 muriendo dijo: "Haz que cesen en mí estas guerras civiles…"

 

©      ¿Por qué nos cuesta contemplar las maravillas de Dios?

Porque algo ha enlodado el diáfano espíritu y en tales casos la naturaleza del hombre riñe con cosas bajas, por más de que las grandes y nobles sean su objetivo.  Sin embargo, Dios trata de limpiar ese espíritu, para que entonces podamos decir como el salmista:

©      "Te alabo porque estoy maravillado, porque es maravilloso lo que has hecho.  De ello estoy bien convencido". (Vs.14)

 

Si se purificasen las puertas de la percepción, cada  cosa aparecería como es, infinita.  Porque el hombre se ha encerrado dentro de sí mismo y sólo percibe las cosas a través de las grietas de su cueva y toda cueva es oscura, sin paisaje y sin vida en sí misma.  Por ello debemos salir de la cueva y contemplar las maravillas de las manos de Dios.  De su mano salen los rayos de su gracia y poder. 

La escritora cristiana inglesa Evelyn Undserhill escribió en una ocasión:

"Con falsos deseos y falsos pensamientos el hombre se ha construido un falso universo: como un molusco, mediante la deliberada y persistente absorción de cal y la eliminación de lo demás, puede construir para sí una dura concha en la que se encierra y separa del mundo externo, y sólo representa en forma distorsionada e irreconocible el océano del cual se obtuvo.  Esta costra dura y carente de vida, esta secreción parcial de la superficie de la conciencia se convierte en una  pequeña caverna de ilusión para cada espíritu".  

 

CONFESIÓN DE FE:

HOY QUIERO SALIR DE MI CUEVA Y CONTEMPLAR LA HERMOSURA DE DIOS. CUANDO CONTEMPLO SUS MARAVILLAS COMO DEMOSTRACIONES DE SU AMOR, YO MISMO QUEDO SORPRENDIDO, ESTOY CONVENCIDO QUE SOY UN BENDECIDO.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Emet, Dios de la Verdad (Salmo 31:5). Dios Todopoderoso, yo estoy convencido de tus maravillas hechas en mi vida y las grandes bendiciones que desde siempre me han rodeado, pues tu, El Emet, eres la fuente última de la realidad y todo lo que se relaciona contigo es verdad y es real. Es por eso que no quiero estar encerrado en mi concha personal y perder de vista la grandeza de tu amor y las maravillas que de tu mano salen. En este día quiero esperar en ti y quedar maravillado y asombrado de ver todo lo que eres, todo lo que haces. Gracias Dios Todopoderoso por tus grandes bendiciones sobre mi vida. Amén.


Juan Manuel Lamus O.