OBSTÁCULOS
ROMANOS 8:26,27 El Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y el Padre, quien conoce cada corazón, sabe lo que el Espíritu dice, porque el Espíritu intercede por nosotros, los creyentes, en armonía con la Voluntad de Dios. (N.T.V.)
© De los obstáculos para la oración.
Cuando usted ora, ¿tiene la seguridad de que Dios le está escuchando?
Consideremos algunos de los obstáculos para la oración:
1. La poca concentración inhibe nuestra comunicación con Dios.
La mente humana tiene la propensión a distraerse, y es común que nuestros pensamientos se deslicen de la oración a otros temas. Un antídoto para esto es darse cuenta de con quién estamos hablando. Cuanto más comprendamos el poder, el amor, la omnisciencia y la santidad de Dios, más fácil nos será mantenernos enfocados.
2. Sentirnos indignos de hablar con el Dios de toda la creación.
El sentimiento de culpa por el pecado en nuestra vida puede tentarnos a evitar pasar tiempo a solas con Él, pero el Señor quiere que traigamos nuestros pecados a Su luz. Por nuestros propios méritos nunca seremos dignos de estar en la presencia de la perfección pura. Pero la muerte y resurrección de Jesús nos dieron perdón y aceptación, y por eso podemos venir a Él sin temor ni vergüenza.
3. El temor puede ser un obstáculo en nuestro camino.
Algunas personas se inquietan, y piensan:
- ¿Y si no oro correctamente?
La verdad es que ninguno de nosotros sabe cómo orar de una manera digna de un Dios Santo. Es por eso que el Espíritu Santo intercede por nosotros. El Señor desea nuestros corazones, no las palabras perfectas.
El Señor se ha hecho accesible a nosotros mediante la oración, el recurso más poderoso de la vida cristiana. Podemos venir ante el Dios Todopoderoso en oración, no permitamos que los obstáculos no lo impidan.
CONFESIÓN DE FE:
NUESTRO PADRE CELESTIAL ESTÁ ESPERANDO PARA ESCUCHAR NUESTRA ALABANZA, CONFESIÓN Y PETICIÓN. ASÍ QUE YO IRÉ A SU PRESENCIA, PUES NO EXISTE NINGÚN OBSTÁCULO QUE PUEDA IMPEDIRME MI COMUNIÓN CON ÉL.
ORACIÓN:
Señor Jesús, el Dios que nos oye, El Rahee, Dios que todo lo conoce y lo ve (Génesis 16:13). Mi amado Dios y Señor, hoy vengo a Tu Presencia en oración y ruego, seguro de que no existe nada ni nadie que pueda ser un obstáculo, que pueda impedírmelo o que pueda separarme de Ti, especialmente para disfrutar de Tu amor y compasión, pero también trayendo de lo más profundo de mi ser la mejor alabanza, mi confesión y todas las peticiones de mi corazón, y no solo con la intención de que me las concedas, sino con la seguridad de que Tu, mi Padre Celestial, estas atento a mi voz. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por tu oído atento permanentemente a mi oración. Amén.
Juan Manuel Lamus O.