VIVO Y ACTIVO
HEBREOS 10:10-14 Pues la voluntad de Dios fue que el sacrificio del cuerpo de Jesucristo nos hiciera santos, una vez y para siempre. Bajo el antiguo pacto, el sacerdote oficia de pie delante del altar día tras día, ofreciendo los mismos sacrificios una y otra vez, los cuales nunca pueden quitar los pecados; pero nuestro Sumo Sacerdote se ofreció a Sí mismo a Dios como un solo sacrificio por los pecados, válido para siempre. Luego se sentó en el lugar de honor, a la derecha de Dios. Allí espera hasta que Sus enemigos sean humillados y puestos por debajo de Sus pies. Pues mediante esa única ofrenda, Él perfeccionó para siempre a los que está haciendo santos. (N.T.V.)
© Jesús está vivo y activo.
© ¿Se ha preguntado usted alguna vez qué estará haciendo Jesús, ahora que ha ascendido al cielo?
El pasaje bíblico que estudiamos hoy nos dice que después de ofrecerse a Sí mismo como sacrificio por nuestros pecados, se sentó a la diestra de Dios. El Vs. 13 puede llevarnos a creer que Él está simplemente sentado allí esperando el momento de venir de nuevo a gobernar y reinar en la tierra.
Pero si consideramos otros pasajes, nos damos cuenta pronto de que Él está muy activo a nuestro favor:
1. En primer lugar, aunque el Hijo está con el Padre en el cielo, Él también vive en cada creyente en la persona del Espíritu Santo, a quien Él envió para estar en nosotros y con nosotros. (Juan 15:26; Romanos 8:9,10)
2. Cristo está trabajando activamente dentro de usted para moldear su carácter y hacerle más obediente. (Efesios 4:12-15)
3. Además, Jesús vive para interceder por quienes creen en Él (Hebreos 7:25). Él pide a favor nuestro y trae nuestras oraciones delante del Padre.
4. Luego, podemos ver que Jesús es nuestro abogado cuando pecamos. Al ser mediador entre Dios y nosotros, Cristo declara que hemos sido justificados por Su sacrificio y nuestra fe en Él. (1 Juan 2:1,2)
5. Es más, Cristo está preparando un lugar para nosotros en el cielo y también está haciendo los preparativos necesarios para Su regreso. (Juan 14:1-3)
Jesús está ocupado en el cielo realizando la voluntad del Padre, y nosotros, como sus seguidores, debemos estar haciendo lo mismo, Él nos salvó con el fin de que seamos un reflejo de Su vida y lo trasmitamos a los demás.
CONFESIÓN DE FE:
JESÚS NOS SALVÓ CON EL FIN DE QUE SEAMOS SU REFLEJO EN NUESTRO TRABAJO, ACTITUDES, PALABRAS Y CONDUCTA. SOMOS SU CUERPO, SUS OJOS, SUS OÍDOS, SU VOZ, SUS PIES Y SUS MANOS, DIRIGIENDO LOS DEMÁS A ÉL.
ORACIÓN:
Señor Jesús, Elohim Chaiyim, Dios Viviente (Jeremías 10:10). Mi Dios y Señor, hoy puedo decir con toda seguridad y convicción que Tú eres Dios verdadero, eres un Dios vivo, Rey eterno; pues Tú estás vivo y activo, y eres el dador de vida, has creado la vida y todo lo que vive, y has querido darnos vida eterna y abundante. Gracias mi amado Rey y Señor, hoy clamo a Ti, para que sea yo ese reflejo Tuyo, y este siempre vivo y activo para transmitir Tu estilo de vida abundante a mis semejantes. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo. Amén.
Juan Manuel Lamus O.