ADMINISTRADORES
1 CORINTIOS 4:1-5 A nosotros la gente nos ha de considerar como lo que somos: servidores de Cristo y administradores de los planes secretos de Dios. Y lo que a un administrador se le pide es que sea fiel. En cuanto a mi conducta, me tiene sin cuidado el juicio que puedan emitir ustedes o cualquier otro tribunal humano; ni siquiera yo mismo me juzgo. Es cierto que no me remuerde la conciencia, pero no por ello me considero inocente. Quien me juzga es el Señor. Así que no emitan juicios prematuros. El Señor es quien iluminará, cuando venga, lo que se esconde en la oscuridad y quien pondrá al descubierto las secretas intenciones de cada persona. Entones cada uno recibirá de Dios su merecido. (B.L.P.H.)
© Del deber de ser buenos administradores de las bendiciones que Dios nos da.
En el pasaje que estudiamos hoy, a través de las palabras de Pablo, recordamos todos los ejemplos que puso el Señor sobre los administradores; el apóstol nos decía que "todo es nuestro", y es verdad, pero sólo de la manera como lo tiene un administrador.
Somos administradores de nuestro tiempo, de los bienes que Dios nos ha dado, de nuestra salud, e inclusive de las personas que Dios ha confiado a nuestro cuidado como son los hijos, los padres ancianos, el cónyuge, los discípulos, etc. Sí, todo es nuestro pero dado en administración, y Jesús, el día que nos llame a la Casa Paterna, ese día nos dirá como le dijo a su servidor:
- "Dame cuenta de tu administración".
Por ello no podemos desperdiciar nuestro tiempo, ni malgastar la salud, ni el dinero, ni el ambiente, ni nada que se nos haya dado en administración. Debemos tener cuidado de las personas que Dios nos ha confiado y darles el amor, el cariño, el cuidado y la atención que el mismo Jesús les daría a cada uno. No dejes pasar este día sin hacer de tu administración, de todo lo que el Señor te ha dado, una verdadera experiencia del amor de Dios.
CONFESIÓN DE FE:
MIENTRAS TRANSCURRA EL DÍA DE HOY, CADA VEZ QUE ENTRE EN CONTACTO CON BIENES O PERSONAS, REPETIRÉ EN MI INTERIOR: ES TUYO SEÑOR. PARA RECORDAR CONSTANTEMENTE QUE SÓLO ADMINISTRO LO QUE EL SEÑOR SABE QUE PUEDO ATENDER.
ORACIÓN:
Señor Jesús, Jehová Jireh, el Señor que provee (Génesis 22:14). Mi amado Rey y Señor Tú eres mi proveedor, el dueño y propietario de todo lo que me has entregado en administración. Hoy quiero declarar que todos mis bienes, trabajo, amistades, familia, capacidades y mi vida entera, te pertenecen; te proclamo como el único dueño y Señor de lo que poseo; pero también quiero decirte, que mientras tenga bajo mi responsabilidad lo que Tú me has dado para administrar, haré mi mejor y mayor esfuerzo por entregártelo puro, limpio y resplandeciente, solo me acojo a tu gracia para que actúe en mí y pueda hacer incluso más de lo que humanamente podría. Gracias Jehová Jireh por tu provisión permanente de amor, cariño, cuidado y atención para mi vida, y para poner al servicio de los que me has entregado. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.
Juan Manuel Lamus O.