¿INCOMPETENCIA?
2 CORINTIOS 3:4-6 Estamos seguros de todo esto debido a la gran confianza que tenemos en Dios por medio de Cristo. No es que pensemos que estamos capacitados para hacer algo por nuestra propia cuenta. Nuestra aptitud proviene de Dios. Él nos capacitó para que seamos ministros de su Nuevo Pacto. Este no es un pacto de leyes escritas, sino del Espíritu. El antiguo pacto escrito termina en muerte; pero, de acuerdo con el Nuevo Pacto, el Espíritu da vida. (N.T.V.)
© De las bendiciones de la incompetencia.
Pablo nunca afirmó que era capaz de lograr todo lo que Dios lo llamó a hacer. Simplemente aprendió a mirar más allá de su propia incompetencia, a la competencia de Cristo.
Si adoptamos la misma práctica, podremos descubrir las bendiciones ocultas en nuestras experiencias de incompetencia:
1. Nuestra insuficiencia nos lleva a Dios. Cuando nos damos cuenta de que una situación es más grande de lo que podemos manejar, nos apresuramos a abrir la Biblia y orar, en busca de orientación y poder.
2. La incompetencia nos libera. Nos hace libres de la carga de luchar con nuestras propias fuerzas y de la autosuficiencia.
3. La incompetencia lleva a la dependencia del poder Divino. Nunca seremos competentes hasta que recurramos al poder del Espíritu Santo. Él hace en y a través de nosotros, lo que Dios nunca quiso que hiciéramos por nuestras propias fuerzas.
4. Al utilizar personas débiles e insuficientes, Dios demuestra cuán grandes cosas puede hacer. Él se deleita escogiendo a personas que no prometen nada, para realizar sus propósitos. No hay límite a lo que Él puede hacer por medio de alguien dispuesto a darle el control total de su vida.
5. El sentimiento de incompetencia desafía nuestra fe. Pablo dice: "Nuestra competencia proviene de Dios" (Vs.5 VRV). Quienes se enfocan en la fiabilidad de esta promesa y dan un paso de obediencia, crecerán en la fe.
© ¿Por qué sufrir todo el temor, la presión y la frustración que acompañan a los sentimientos de insuficiencia, cuando hay una alternativa?
Deje que el Señor le haga competente, confíe en Él, y permita que Cristo viva en y a través de usted.
CONFESIÓN DE FE:
DEJARÉ QUE JESUCRISTO ME HAGA COMPETENTE, CONFIARÉ EN ÉL Y LE PERMITIRÉ VIVIR EN Y A TRAVÉS DE MI. SÉ QUE ÉL SUSTITUIRÁ MI ANSIEDAD O MI TEMOR CON UN TRANQUILO ESPÍRITU DE CONTENTAMIENTO.
ORACIÓN:
Padre Celestial, Elohim Mauzi, Dios de mi Fortaleza (Salmo 27:1). Mi amado Rey y Señor Jesús, Tu eres El Fuerte y deseas hacernos fuertes. Es por eso que cuando nos damos cuenta que somos incompetentes, entonces Tu puedes hacernos competentes cuando a Ti estamos unidos; y es el momento en que podemos decir como el salmista: El Señor es mi luz y mi salvación, entonces ¿por qué habría de temer? El Señor es mi fortaleza y me protege del peligro, entonces ¿por qué habría de temblar? Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por ser el Dios de mi fortaleza y mi competencia. Amén.
Juan Manuel Lamus O.