"DOMINGO DE RAMOS"
¡¡¡HOSANA!!!
ELLOS NO SE DABAN CUENTA DE LA IMPORTANCIA DE SUS PALABRAS
MATEO 21:8,9
Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino;
Y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían en el camino.
Y la gente que iba delante y la que iba detrás aclamaba, diciendo:
¡Hosanna al Hijo de David!
¡Bendito el que viene en el Nombre del Señor!
¡Hosanna en las alturas!
(V.R.V.)
© Era el día que conocemos como "Domingo de Ramos".
Ø Pero para los judíos que llegaban a Jerusalén, el domingo anterior a la fiesta de la Pascua era el día en que cada familia escogía su cordero para sacrificarlo en la celebración anual.
Ø Años antes, cuando el pueblo de Dios era todavía esclavo en Egipto, Dios advirtió que la muerte estaba en camino y que nadie escaparía.
Ø Pero el Señor proveyó un camino, una protección…
© Todos los que se refugiaran bajo la sangre derramada de un cordero perfecto, vivirían.
© "El precio del pecado es la sangre", estaba diciendo Dios.
Ø Y en cada primavera, su pueblo lo recordaba.
Ø Después de esa primera Pascua, el Señor también enseñó a su pueblo cómo la sangre cubría provisionalmente el pecado.
LEVÍTICO 17:11 Porque la vida de la carne en la sangre está, y Yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona. (V.R.V.)
© Dios le enseñó a su pueblo cómo ofrecer sacrificios diarios y anuales por su pecado.
Ø Así, pues, durante años y años, el pueblo de Dios se mantenía trayendo sacrificios.
Ø "Sálvanos, por favor", era su oración mientras la sangre era derramada con cada ofrenda.
Ø Pero la sangre de los toros y corderos no podía purificar un corazón manchado por el pecado (Hebreos 10:4).
Ø El pueblo de Dios estaba cubierto, pero no limpio.
© Y entonces llegó ese día.
Ø En sus corazones, el pueblo estaba escogiendo un rey terrenal.
Ø El yugo de Roma era pesado, y ellos querían libertad.
Ø "Hosanna (¡Sálvanos, por favor!) al Hijo de David", clamaban mientras Jesús cabalgaba sobre un asno.
Ø "¡Hosanna!" Pero Dios tenía en su corazón una libertad mucho más hermosa para ellos.
Ø Su pueblo pensaba que estaban eligiendo a su rey, pero Dios les estaba eligiendo al Cordero que habría de morir.
Ø "¡Sálvanos, por favor!" clamaban.
© Y la respuesta es la misma, tanto entonces como hoy:
JUAN 1:29B
Vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo:
¡He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!
(V.R.V.)
Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad