LA GRAN COMISIÓN
MATEO 28:18-20 Jesús se acercó y dijo a sus discípulos:
- Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos. (N.T.V.)
© La Gran Comisión no es una opción para el discípulo, es una orden. Debemos llevar el Evangelio, las buenas nuevas de Cristo, a las naciones.
© ¿Dónde estaríamos hoy si no tuviéramos el Evangelio? Como dijo el apóstol Pablo:
- "sin esperanza y sin Dios en el mundo". (Efesios 2:12B)
Es muy triste que en la actualidad así se encuentren muchas personas en el mundo, sin Dios y sin esperanza. No obstante, en Cristo hay esperanza para ellos porque Él es el único camino para ir al Padre (Juan 14:6), aunque muchos no hayan tenido oportunidad de saber nada al respecto. Por eso es que una iglesia siempre debe estar dispuesta y preparada para realizar "La Gran Comisión" donde sea necesario.
En las últimas instrucciones que Cristo dejó a sus seguidores antes de ascender al cielo, les recordó que ellos eran testigos de que Él había muerto y resucitado, por lo que se debía predicar en su nombre "el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones" (Lucas 24:47). Como ellos, nosotros debemos recordar que siempre que Dios implanta una visión en nuestros corazones, lo hace con miras a un propósito y un beneficio que Él desee llevar a cabo. Si nosotros le obedecemos dando el primer paso, Él nos dirigirá en todos los subsecuentes y suplirá todo lo que necesitemos para desarrollar esa visión. El mensaje que puede transformar la vida de cualquier persona y prepararle para la eternidad, el Evangelio, las buenas nuevas de Cristo, sigue siendo proclamado y nosotros tenemos el deber y la responsabilidad, que se convertirá en placer y deleite, como verdaderos seguidores y discípulos de Cristo, de llevarlo a las naciones, esta es "La Gran Comisión" del discípulo.
CONFESIÓN DE FE:
DEBIDO A TODO ESTO, NINGUNO DE NOSOTROS DEBE NEGARSE A COMPARTIR SU FE NI LAS IGLESIAS DEBEN IGNORAR SU RESPONSABILIDAD DE IMPULSAR LA TAREA EVANGELÍSTICA CONFORME A LOS DESEOS DE NUESTRO REDENTOR, EJERCER CON AMOR, RESPONSABILIDAD Y SIN CONDICIÓN "LA GRAN COMISIÓN".
ORACIÓN:
Espíritu Santo de Dios, eres el Sello de la Promesa (Efesios 1:13). Padre Celestial, cuando creímos en Cristo como nuestro Señor y Salvador, Tu nos diste identidad de hijos tuyos y sellaste esa promesa con la presencia del Espíritu Santo morando para siempre en nuestros corazones y la seguridad de la vida eterna al lado tuyo, en "la Gloria de Dios". Que maravillosa noticia, se que este es el Evangelio que Tu quieres que nosotros, tus seguidores, prediquemos; por eso te pido hoy que nos ayudes, con tu poder, con tu sabiduría, pero especialmente con tu Santo Espíritu a ir y cumplir con "La Gran Comisión" que nos dejaste, sin reparos, sin temor ni condiciones. Gracias Señor Jesús por escogernos para proclamar tu Evangelio a las naciones. Amén.
Juan Manuel Lamus O.