ASECHANZAS
1 PEDRO 5:8,9 ¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar. Manténganse firmes contra él y sean fuertes en su fe. Recuerden que su familia de creyentes en todo el mundo también está pasando por el mismo sufrimiento. (N.T.V.)
© De cómo estar atentos y resistir las asechanzas de nuestro enemigo el diablo.
Todo creyente enfrenta asechanzas del enemigo. Tómese un momento para recordar una situación particularmente tentadora que implicaba algo que desagradaría a Dios.
© ¿Se dio cuenta usted de que estaba involucrado en una asechanza del diablo?
El diablo es real. La Biblia dice que él encabeza un ejército de ángeles caídos, y que es tan soberbio como para pensar que puede vencer a Dios. Por definición, una asechanza del diablo es un asalto intencional a una persona, con el propósito de causarle un daño espiritual, físico, material o emocional. Satanás quiere frustrar el propósito del Señor en la vida de los creyentes para robarles el gozo y la paz, y finalmente negarle a Dios la adoración que solo Él merece.
Como en cualquier guerra, conocer el plan del enemigo nos ayuda a prepararnos para el ataque:
1. Estemos conscientes de que el campo de batalla está en nuestra mente.
Para andar de una manera obediente con Cristo, primero tenemos que estar seguros de que nuestros pensamientos están sometidos a su Espíritu. Esto significa la entrega diaria, y dedicar tiempo a la Palabra de Dios.
2. El diablo nos asecha en momentos de vulnerabilidad.
Tenga cuidado cuando tenga hambre, esté enojado, solo, triste, cansado o sienta que la vida está siendo injusta con usted.
3. El diablo es un engañador.
No reconoceremos la trampa como una treta maligna, pues nos parecerá buena, y probablemente lucharemos con la duda.
Como cristianos, debemos andar íntimamente con Jesús. El diablo nos acecha con acciones destructivas que nos roban la paz y truncan el plan de Dios de darnos una vida buena y plena.
CONFESIÓN DE FE:
ME MANTENDRÉ CONECTADO CON CRISTO, LEYENDO LA BIBLIA, ORANDO Y FIRME EN MIS CONVICCIONES, PUES SE QUE ESTAS SON ARMAS EFECTIVAS CONTRA EL DIABLO Y SUS ASECHANZAS.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El Sali, mi Roca Fuerte y mi Refugio (Salmo 62:7). Dios Todopoderoso eres mi defensor, mi refugio, mi protección de todo ataque. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo porque en Ti está la promesa de que todos nuestros enemigos serán vencidos, que ningún arma forjada contra los que en Ti creemos y en Ti confiamos prosperará; y hoy yo me apropio de esas promesas, pero además utilizaré las armas espirituales que me has dado para enfrentar cualquier asechanza del enemigo, principalmente manteniendo esa relación estrecha contigo Señor Jesús, mi Roca Fuerte, mi Refugio y mi Salvador. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.