DESCUBRIR
SALMO 119:105,106 Tu Palabra es lámpara que guía mis pasos; luz que alumbra mi camino. Yo juré obedecer tus justas órdenes y siempre cumpliré mi juramento. (P.D.T.)
© De cómo descubrir la voluntad de Dios.
La vida está llena tanto de pequeñas como grandes decisiones. Incluir a Dios en las decisiones que tomamos es el modo de proceder más sabio. Cuando memorizamos un pasaje de la Biblia el Espíritu Santo lo usa para ayudarnos a descubrir la voluntad de Dios.
El método que he encontrado beneficioso al tomar decisiones, puede también ayudarle a usted con sus finanzas, relaciones interpersonales, salud, empleo u otros aspectos importantes de su vida:
1. El primer paso consiste en evaluar nuestro corazón, mente y voluntad.
Para recibir la dirección del Señor, necesitamos tener un corazón limpio, una mente pura y una voluntad entregada. Los hábitos pecaminosos pueden nublarnos el pensamiento e impedir que entendamos el plan de Dios. Confesar nuestros pecados y apartarnos de ellos trae limpieza y claridad de mente (1 Juan 1:9). Necesitamos renunciar a nuestros deseos y comprometernos con el plan de Dios.
2. El segundo paso es esperar pacientemente en el Señor por su respuesta.
Se necesita valentía para mantenerse firme, especialmente cuando otros nos dicen lo que creen que deberíamos hacer. Nuestras emociones pueden estar empujándonos a actuar, pero debemos evitar el adelantarnos a Dios. Ser pacientes significa confiar en el Señor mientras esperamos conocer su respuesta y descubrir su tiempo perfecto.
Discernir el plan de Dios requiere preparación de nuestro corazón, mente y voluntad. Durante nuestro tiempo de espera, debemos obedecer su voluntad, ser siervos fieles, amarlo con todo nuestro corazón y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos (Mateo 22:37-39).
CONFESIÓN DE FE:
HOY DECIDO SOMETERME TOTALMENTE A LA VOLUNTAD DE DIOS, PARA LO CUAL LE ENTREGARÉ A ÉL LA MÍA, Y ME TOMARÉ EL TIEMPO NECESARIO PARA EVALUAR MI CORAZÓN, ESPERANDO PACIENTEMENTE POR SU RESPUESTA Y DIRECCIÓN.
ORACIÓN:
Padre celestial, Elohim Kol Basar, Dios de toda la creación (Jeremías 32:27). Dios y Señor nuestro, Tú eres el Dios de toda carne, sé que has creado todos los seres sobre la tierra y es por eso que demandas que nos conformemos a tus planes para nosotros, clamas soberanía sobre espíritu, alma y cuerpo, pero siempre pensando en nuestro beneficio. Pues es por eso que hoy vengo a tu Presencia totalmente convencido que es lo mejor para mi vida, someterme a tu voluntad para ella, pero también sé que para esto debo, precisamente, conocerla plenamente de manera que pueda tomar las mejores decisiones y las más convenientes con base en ella. Así que evaluaré mi mente y corazón, y esperaré pacientemente y confiado tu respuesta. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.