miércoles, 23 de mayo de 2018

EN BUSCA

 

PROVERBIOS 3:3-6 ¡Nunca permitas que la lealtad ni la bondad te abandonen! Átalas alrededor de tu cuello como un recordatorio. Escríbelas en lo profundo de tu corazón. Entonces tendrás tanto el favor de Dios como el de la gente, y lograrás una buena reputación. Confía en el Señor con todo tu corazón; no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y Él te mostrará cuál camino tomar. (NTV)

 

♥ En busca del favor de Dios.

♥ ¿Se ha sentido tentado a pensar alguna vez que el Señor tenga favoritismo? 

Algunas historias de la Biblia dan esa impresión:

✓ Hablemos de María, por ejemplo. Cuando el ángel Gabriel la vio, le dijo: "¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo" (Lucas 1:28). 

✓ Pensemos después en Moisés; Dios le habló cara a cara, como habla alguien con su amigo (Éxodo 33:11). 

✓ Y, por supuesto, tenemos a Samuel, quien crecía en el favor del Señor y en el de toda la gente (1 Samuel 2:26 NTV). La Biblia dice que Dios no dejó caer a tierra ninguna de sus palabras (1 Samuel 3:19).

 

♥ ¿Son ellos ejemplos de favoritismo?

A pesar de las apariencias, no es así. Como aprendimos el jueves pasado, Dios puede conceder o quitar el favor, pero eso no sucede arbitrariamente. El favor de Dios está disponible para todos.

♥ ¿Cómo se obtiene, entonces, el favor del Señor? 

Ante todo, hay que pedirlo. El salmista dice: "Supliqué tu favor con todo mi corazón" (Salmo 119:58 LBLA). Luego, en el pasaje que estudiamos hoy, aprendemos que podemos hacer nuestras la misericordia y la verdad, y que ellas pueden llevarnos al favor ante los ojos de Dios y de los hombres. Un pasaje de la Biblia especialmente útil se encuentra en el Salmo 25:14, y nos dice que "los secretos del Señor son para los que le temen". La palabra "secretos" en este contexto se refiere a una comunión dulce y estrecha. Esta comunión está disponible para quienes temen a Dios, lo que significa que son para todos los que deciden andar en bondad, obediencia y el temor del Señor.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE HALLARÉ EL FAVOR DE DIOS CUANDO TENGO UNA COMUNIÓN DULCE Y ESTRECHA CON ÉL, UN CORAZÓN BONDADOSO Y UN ESPÍRITU OBEDIENTE, POR LO TANTO, ASÍ LO HARÉ.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Shaddai, Dios Todo Suficiente, (Génesis 17:1). Dios y Señor mío, hoy quiero darte gracias porque Tú como una madre que amamanta, nutres y satisfaces completamente a tus hijos, los que te hemos reconocido como Padre, y tomas cuidado de todas nuestras necesidades. Hoy siento como mi amor te busca y se funde con el tuyo, y la luz, la paz y la armonía nos acercan infinitamente. Sé que no hay nada que pueda separarnos porque soy parte de Ti, esa parte que siempre cuidas y velas con esmero, paciencia, sabiduría, perdón y misericordia.Cuántas veces he experimentado tu favor, y sé que habrás de demostrármelo cuantas veces sean necesarias, porque me someto a Ti y actúo de acuerdo a tus preceptos. Humilde y rendido ante tu Presencia recibo con fe lo que en mis manos pones. Acepto lo que debes darme y es así en mí, tu Voluntad, ahora y siempre. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús.Amén.


Juan Manuel Lamus O.