martes, 30 de julio de 2019

INQUEBRANTABLE

 

FILIPENSES 4:4-7 ¡Regocíjense en el Señor siempre! Otra vez lo digo: ¡Regocíjense! Su amabilidad sea conocida por todos los hombres. ¡El Señor está cerca! Por nada estén afanosos; más bien, presenten sus peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús. (RVA'15)

 

De cómo vivir una paz inquebrantable. El regalo de la paz.

La ansiedad es enemiga de una vida tranquila. Las personas hacen todo lo posible para deshacerse del estrés: la publicidad promete vacaciones que la eliminen, los gimnasios ofrecen curarla y las revistas recomiendan maneras de reducirla cambiando algunos hábitos. El problema es que no hay nada que podamos hacer en nuestras fuerzas para liberarnos por completo de la ansiedad, las cargas o los problemas.

 

Sin embargo, podemos efectivamente tener paz en los momentos de ansiedad. Jesús dijo que busquemos la paz en su Persona porque Él ha vencido a este mundo (Juan 16:33). La clave está en quitar nuestra mirada del problema y ponerla en Dios, quien nos da todo lo que necesitamos, y en su poder sin límites (Romanos 8:11). La paz no puede ser fabricada; es un regalo de nuestro Padre Celestial.  Su Espíritu Santo produce una sensación de serenidad en los que buscan la protección del Señor (Vs.7). La palabra griega (Frouréo; Gr.5432) traducida como "guardará" en el pasaje de hoy, significa "pondrá guarnición en una plaza fuerte". Dios envuelve el corazón y la mente con paz, resguardando contra la inquietud y el temor, Él no hace que los problemas desaparezcan; podemos seguir bajo presión, pero estamos cubiertos contra la ansiedad y rodeados también de paz.

 

El pasaje que estudiamos hoy nos dice que debemos orar en vez de entregarnos a la ansiedad. Esas palabras son las órdenes o recomendaciones de Pablo para enfrentar las tensiones y los problemas. La oración mantiene la mente y el corazón revestidos de paz.

Siga confiando en Dios para que sus defensas se mantengan fuertes y la ansiedad no pueda introducirse en su vida, por el contrario, se producirá en usted una paz inquebrantable.

 

¡¡¡La paz inquebrantable no puede ser fabricada;

es un regalo de nuestro Padre Celestial!!!

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY CONVENCIDO, POR CONOCIMIENTO DE CAUSA, QUE LA ORACIÓN Y LA GRATITUD MANTENDRÁN MI MENTE Y MI CORAZÓN GUARNECIDOS CON LA PAZ DE DIOS. SEGUIRÉ CONFIANDO EN ÉL PARA QUE ESA PAZ SEA INQUEBRANTABLE Y EL AFÁN, LA ANGUSTIA Y LA ANSIEDAD NO PUEDAN COLARSE EN MI VIDA.

 

ORACION:

Padre Celestial, Jehová Shalom, el Dios de Paz eres Tú (Jueces 6:24). Jesucristo, Dios Todopoderoso y Señor mío, sé que la tranquilidad y el sosiego están asegurados en tu Presencia. Gracias quiero darte hoy, humilde y rendido ante tu Presencia recibo con fe lo que en mis manos pones. Muchas veces he sentido tus manos sobre mi cuando he estado angustiado y con ansiedad, sé que habrás de darme paz cuantas veces sean necesarias, porque en Ti he confiado, entonces sé que saldré siempre adelante con la paz inquebrantable que solo en Ti puede experimentar, pues Tú eres el Dios Todopoderoso que tienes en control mi vida. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo por llevar en ti todas mis ansiedades y preocupaciones; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Juan Manuel Lamus O.