¡ESCUCHE BIEN!
MATEO 13:1-9 Más tarde ese mismo día, Jesús salió de la casa y se sentó junto al lago. Pronto se reunió una gran multitud alrededor de Él, así que entró en una barca. Se sentó allí y enseñó mientras la gente estaba de pie en la orilla. Contó muchas historias en forma de parábola como la siguiente:
"¡Escuchen! Un agricultor salió a sembrar. A medida que esparcía las semillas por el campo, algunas cayeron sobre el camino y los pájaros vinieron y se las comieron. Otras cayeron en tierra poco profunda con roca debajo de ella. Las semillas germinaron con rapidez porque la tierra era poco profunda; pero pronto las plantas se marchitaron bajo el calor del sol y, como no tenían raíces profundas, murieron. Otras semillas cayeron entre espinos, los cuales crecieron y ahogaron los brotes; pero otras semillas cayeron en tierra fértil, ¡y produjeron una cosecha que fue treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado! Todo el que tenga oídos para oír, que escuche y entienda". (NTV)
♥ ¿Cómo escucha usted la Palabra de Dios?
La Biblia contiene información importantísima para todos los seres humanos, pero las personas la interpretan de maneras muy diferentes.
¡¡¡Muchas personas en la tierra no han experimentado la fe verdadera,
tan solo de palabra, no escuchan bien la Palabra de Dios,
razón por la cual no producen el fruto esperado por Él!!!
El pasaje que estudiamos hoy identifica a cuatro tipos de personas: los que tienen…
1. Una mente cerrada. Esto no se refiere exclusivamente a los incrédulos. Los cristianos, también, pueden escuchar de manera pasiva, sin la intención de poner en práctica lo que oyen. La semilla no puede germinar porque el terreno es muy duro. Esos creyentes son superficiales, hasta que deciden prestar atención a Dios y Su Palabra, y obedecer.
2. Una mente nublada. Están representados por el suelo rocoso; escuchan la Palabra y se emocionan. Pero después no dedican tiempo para estudiarla y meditarla, para echar raíces y permitir que la verdad de Dios penetre en sus corazones. Por tener poco fundamento espiritual o conocimiento de Dios, tienen dificultades para sobrellevar los rigores de la vida.
3. Una mente afanada. Los afanes de la vida son para el cristiano lo que son los espinos y la maleza para un jardín. Una mente intranquila tiene poco o ningún espacio para que la Palabra de Dios brote y florezca.
4. Una mente dedicada. Dios puede hacer grandes cosas por medio de alguien cuya mente sea como el suelo fértil. Solamente una persona dispuesta a escuchar bien y a aprender puede ser transformada.
A todos nos gustaría tener la bendición mencionada en la lectura de hoy, una gran cosecha de lo sembrado. Pero, para que eso suceda en nuestra vida, necesitamos evaluar sinceramente si tenemos una actitud dispuesta a aprender. Como dijo Jesús:
♥ "Todo el que tenga oídos para oír, que escuche y entienda".
CONFESIÓN DE FE:
MI MENTE ES SUELO FÉRTIL, ASÍ QUE ESCUCHARÉ BIEN LA PALABRA DE DIOS, PARA ENTENDER CON CLARIDAD LOS PROPÓSITOS DE ÉL PARA MI VIDA. ESTARÉ DISPUESTO A ESCUCHAR, APRENDER Y OBEDECER PARA SER TRANSFORMADO.
ORACIÓN:
Dios y Señor Nuestro, Jesús, El Rabí, Venerado Maestro (Juan 1:38). Mi amado Señor y Maestro Jesucristo, sé que toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Tú la usas para preparar y capacitar a tu pueblo, nosotros los que en Ti creemos y en Ti confiamos, para que seamos transformados a tu imagen y semejanza, y es por eso por lo que hoy la quiero escuchar bien y entender cabalmente. Gracias Padre Celestial por tus enseñanzas que me han dado vida nueva; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!
Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri