PROSPERIDAD
3 JUAN 1:2 Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente. (NVI)
♥ Eudoo (Griego): Este verbo se traduce en el N.T. como "prosperar". Esta palabra en griego está compuesta por el prefijo "eu", que significa bien, bueno, y que añade a la raíz a la que se une, un matiz positivo. La raíz "odo" procede del sustantivo, "camino". Entonces podemos traducirlo finalmente como: Ayudar en el camino, triunfar en lograr. Bendecido para bendecir.
Del análisis de diversas palabras en el griego y el hebreo, y del estudio de varios pasajes bíblicos podríamos obtener una definición de prosperidad que nos ayude a comprender y desarrollar un mejor estilo de vida.
¡¡¡Una persona próspera es aquella que ha sido bendecida por Dios!!!
Una que mira hacia adelante en el camino, inteligente y considerada,
que tiene una gran riqueza espiritual e intelectual y sabe administrar
correctamente los recursos que Dios pone en sus manos, tiene un estilo de vida
basado en principios de laboriosidad, honestidad, integridad y productividad
Realmente una persona próspera es aquella que vive con propósito. Que disfruta de la gracia de Cristo y las bendiciones materiales reconociendo a Dios como Padre y estableciendo una relación de sociedad con el Creador que le permite invertir apropiadamente en esta vida y en el Reino de Dios. La prosperidad es una de las cosas más anheladas por el ser humano. A nadie le gusta vivir en pobreza, mezquindad y escasez. Hemos sido creados naturalmente con la tendencia a no conformarnos con menos que la abundancia y la prosperidad. El pecado en la humanidad ha hecho perderle el rumbo a la vida, y es por eso por lo que la única manera de alcanzar verdadera prosperidad viene cuando le entregamos nuestra vida a Cristo. Allí comienza a ponerse el fundamento de la prosperidad estable. A menos que tengamos solucionado el problema de nuestra bancarrota o pobreza espiritual, todo lo que prosperemos en otras áreas no tendrá un buen fundamento y será pasajero o momentáneo.
Veamos cuatro verdades fundamentales sobre la prosperidad:
1. La prosperidad material puede perderse en un momento.
Un mal negocio, una bancarrota, un robo o la pérdida de todos los bienes, lo puede dejar a uno en la calle en un solo instante.
2. La prosperidad física nadie la tiene garantizada.
Si hoy hemos abierto nuestros ojos ha sido por la Gracia de Dios y no por nuestro mérito. Uno puede comprar una buena cobertura médica, medicinas y tratamientos, pero no la prosperidad física.
3. La prosperidad del alma (mente, emociones, voluntad) sólo puede mantenerse con la ayuda de Cristo.
El ritmo de la vida muchas veces destruye nuestra manera de pensar, hiere nuestras emociones y nos hace tomar decisiones equivocadas.
4. La principal prosperidad que el ser humano necesita es la espiritual.
Una vez solucionado ese problema ya estamos en el camino para recibir las bendiciones de Dios y así ser prósperos en todas las demás áreas.
Alguien dijo una vez que hay gente tan pobre que lo único que tienen es dinero. El dinero no es todo, en cambio Cristo es todo.
♥ ¿Es usted una persona próspera espiritualmente o solo material y físicamente?
CONFESIÓN DE FE:
DECLARO QUE SOY UNA PERSONA PRÓSPERA ESPIRITUALMENTE POR TENER A CRISTO EN MI CORAZÓN Y TRABAJARÉ PERMANENTEMENTE EN LA PROSPERIDAD DE MI ESPÍRITU, PARA LOGRAR PROSPERIDAD EN LAS DEMÁS ÁREAS DE MI VIDA.
ORACIÓN:
Padre Celestial, Jehová Jireh, Dios Proveedor (Génesis 22:14). Mi amado Dios y Señor Jesucristo, hoy soy consciente de que Tú, Rey de reyes y Señor de señores, todo lo ves y estás consciente de nuestros problemas y necesidades, y que precisamente por eso te has comprometido a proveer por todas las necesidades de los que en Ti creemos y confiamos. Espíritu Santo, llena mi vida de tu prosperidad. Gracias, mi Señor y Salvador Jesús por la prosperidad que nos das, pues sé que es total para el espíritu, el alma, el cuerpo y lo material. Ayúdame a caminar cada día cerca de Ti pues sólo Tú tienes el poder de enriquecer mi vida totalmente por medio de tu Palabra, tus enseñanzas y tu modelaje de vida. Gracias, mi Señor y Salvador Jesucristo, pues en Ti están provistas todas mis necesidades; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!
Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri