IGLESIA EMPODERADA
EFESIOS 4:11-13 (NTV) Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los evangelistas, y los pastores y maestros. Ellos tienen la responsabilidad de preparar al pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la iglesia, es decir, el Cuerpo de Cristo. Ese proceso continuará hasta que todos alcancemos tal unidad en nuestra fe y conocimiento del Hijo de Dios que seamos maduros en el Señor, es decir, hasta que lleguemos a la plena y completa medida de Cristo.
♥ La iglesia es el Cuerpo de Cristo. Como vimos en un anterior devocional, todas las personas que se reúnen para adorar en iglesias alrededor del mundo forman un solo cuerpo, el Cuerpo de Cristo, y el Señor Jesús es la Cabeza.
El apóstol Pablo describió muy bien al Señor Jesús como cabeza y principio; por lo cual Él tiene prioridad en la Iglesia y en la vida de cada creyente; veamos:
Cristo es la Cabeza de la iglesia, que es su Cuerpo. Él dio comienzo a todo y fue el primero en resucitar de la muerte. Entonces Él es el más importante en todo sentido. (Colosenses 1:18 PDT)
En el momento de la salvación, uno se convierte en parte del Cuerpo de Cristo, no importa cuáles sean las normas en cuanto a membresía de las iglesias locales. Al recibir al Salvador, la persona se hace una con Jesús, por tanto:
¡¡¡Si usted es cristiano, es parte activa y viva de Cristo,
quien está en actividad en la Tierra por medio de sus seguidores;
pues la Iglesia es los pies de Cristo para llevar el mensaje del Evangelio,
sus brazos para atender a los necesitados de amor,
y sus manos para sostener a los débiles!!!
El cuerpo físico de Cristo sufrió dolor y persecución. De manera que la iglesia no puede esperar una existencia cómoda y fácil. Ser Jesús para el mundo significa hacer sacrificios, ser ridiculizado, ser discriminado o perseguido y amar a nuestros enemigos (Hebreos 13:16; Mateo 5:44). Dios nos llamó a difundir el Evangelio, pero eso no significa que a la gente siempre le gustará lo que tenemos que decirle. El pecado y la obligación de dar cuentas no son mensajes populares, pero ser populares y caer bien no es el propósito, estamos aquí para realizar el trabajo y la misión de Dios, aunque hacerlo no sea cómodo. La naturaleza espiritual de la Iglesia está ligada a su misión. El Evangelio no puede esparcirse sino por el poder y la sabiduría de Jesucristo, quien es la Cabeza; y el cuerpo de creyentes está unido con Él por medio de su Espíritu Santo y su poder que habita en ellos.
♥ El Señor alcanza al mundo a través de su Iglesia, es decir sus miembros empoderados con el Espíritu Santo.
CONFESIÓN DE FE:
SÉ QUE EL MENSAJE DE DIOS PARA LA HUMANIDAD NO ES MUY POPULAR Y PUEDE CAUSAR ESCOZOR, PERO YO ESTOY DISPUESTO A LLEVARLO A DONDE SEA NECESARIO Y AL COSTO QUE SEA PARA MÍ, PUES TENGO EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO PARA HACERLO CON DENUEDO.
ORACIÓN:
Dios y Señor Nuestro, El Oheenu (Salmo 99:5). Mi amado Dios y Señor, Jesucristo, nuestro Salvador, el Príncipe de paz, el Rey de reyes y Señor de señores, la Cabeza de nuestra iglesia, el Cuerpo de Cristo. Hoy clamo a Ti para que me ayudes a cumplir con tu gran comisión, a ser un buen embajador tuyo y con entereza poder ser tus pies para llevar el Evangelio, tus brazos para atender a los necesitados de amor, y tus manos para sostener a los débiles, para ir a buscar y salvar a los que están perdidos. Gracias Padre Celestial por escogernos para tan honrosa labor; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!
Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri