miércoles, 6 de agosto de 2025

LA INCREDULIDAD

 

MARCOS 9:23,24 (RV60)

Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.

E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.

SANTIAGO 1:5,6A (RVA'15)

Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos con liberalidad y sin reprochar, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada.

 

La incredulidad, en su forma más básica, es la falta de creencia o la dificultad para creer en algo o alguien; y en el contexto cristiano, la incredulidad se considera como un pecado que puede impedir la salvación y la relación con Dios

 

☝🏼 Entonces la pregunta es: ¿Qué podemos hacer cuando la fe desmaye?

Santiago nos dice que Dios da sabiduría a quien se la pide. Sin embargo, después dice que si dudamos, nuestras oraciones no serán contestadas.

Veamos algunas de las principales causas de la incredulidad:

1.     Fe Vs. Razón. Por lo general la fe desafía el razonamiento humano. Por ejemplo, cuando tenemos problemas económicos, la lógica dice que hay que ahorrar cada centavo, mientras que Dios dice que Él bendecirá al dador alegre y generoso. (1 Corintios 1:18-21; Proverbios 22:9)

2.    Fe Vs. Temor. Los sentimientos de temor, incompetencia o culpa pueden estorbar la confianza en la verdad bíblica. (Isaías 41:10-13)

3.    Fe Vs. Circunstancias. Muchas veces nos enfocamos en la circunstancia más que en nuestro Padre Celestial. Él está en actividad, pero fallamos en ver su mano. (2 Corintios 5:7)

4.   Fe Vs. Incertidumbre. La incertidumbre en cuanto a la voluntad de Dios podrá llevarnos a dudar de Él. (Hebreos 11:1)

 

¡¡¡Una fe fluctuante tiene consecuencias graves:

pérdida de bendiciones, falta de paz y gozo, y el desánimo;

además puede llevar a perder oportunidades, tanto espirituales como prácticas,

al negarse a creer en posibilidades o a confiar en la ayuda Divina!!!

 

☝🏼 Entonces ¿Cómo podemos, entonces, evitar vacilar en nuestra fe?

El apóstol Marcos, en el pasaje que estudiamos hoy, relata que un hombre le rogó al Señor Jesús que reprendiera al espíritu que había poseído a su hijo. Cuando Cristo respondió que "al que cree todo le es posible", el padre dijo: "Creo, ayuda mi incredulidad", y el Señor le concedió su petición inmediatamente. Al igual que ese hombre, nosotros podemos pedirle al Señor que aumente nuestra fe. Pero debemos también dedicar tiempo para leer la Palabra de Dios y meditar en sus promesas. Sabemos que la duda es frecuente, y que Dios es paciente y comprensivo, pero también la fe viene de Él.

 

Cuando usted se halle en una encrucijada, y la respuesta adecuada requiera fe, o cuando ore y tenga dudas, pídale a Dios que le ayude con su incredulidad.

 

CONFESIÓN DE FE:

VENCERÉ MI INCREDULIDAD, CONFIANDO PLENAMENTE EN DIOS, ESTUDIANDO CON DISCIPLINA Y DEDICACIÓN SU PALABRA, Y LUCHANDO CONTRA LA RAZÓN, EL TEMOR, LAS CIRCUNSTANCIAS Y LA INCERTIDUMBRE, POR MEDIO DE LA SABIDURÍA QUE SOLO EL ME DA.

 

ORACIÓN:

Dios y Señor mío, Adonai HaAdonim, Rey de reyes y Señor de señores (Deuteronomio 10:17). Mi amado Señor y Salvador Jesucristo, Tú has puesto en mí una medida de fe, infinitas gracias quiero darte por esto, pero también clamo a Ti hoy para que me ayudes a vencer la incredulidad que por diferentes circunstancia, razones, dudas y temores pueda manifestarse en mi vida. Yo sé, es más, estoy seguro de que puedo confiar en Ti plenamente, por lo cual necesito fortalecer mi espíritu y desafiar la razón para vencer esa incredulidad, revélate a mí en tu Palabra, en tu amor y por medio de la sabiduría que te pido. Gracias mi amado Señor Jesús; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri