LECCIÓN DE VIDA (Parte 1)
MATEO 11:28-30 (NTV)
Luego dijo Jesús: "Vengan a mí todos los que están cansados y llevan cargas pesadas, y Yo les daré descanso. Pónganse mi yugo. Déjenme enseñarles, porque Yo Soy humilde y tierno de corazón, y encontrarán descanso para el alma. Pues mi yugo es fácil de llevar y la carga que les doy es liviana".
♥ Cuando una simple acción cambia una vida, es la consecuencia de una lección de vida que transforma el corazón.
Seguramente todos hemos tenido momentos en los que una pequeña decisión termina marcando un antes y un después en nuestra vida; y entonces a veces, la lección de vida más profunda llega sin avisar, envuelta en los gestos más simples.
Esta es una de esas historias; la de un joven, un obsequio inesperado y una enseñanza que trasciende el tiempo. Le invito a leerla con el corazón abierto, porque quizá hoy Dios quiera hablarle a través de ella.
💖 Una historia para recordar:
Un joven estudiante se encontraba frustrado, cansado de los problemas y de las presiones de la vida. Un día, decidió visitar a su profesor, un hombre sabio y tranquilo que siempre encontraba palabras de consuelo. Entonces el profesor, sin decir mucho, abrió su computador y mostró una presentación de PowerPoint con una sola imagen: un vaso de agua a medio llenar. Luego preguntó a joven:
- "¿Cuánto pesa este vaso?"
El estudiante dio varias respuestas, pero el maestro sonrió y dijo:
- "El peso no importa. Lo que importa es cuánto tiempo lo sostienes."
Aquella enseñanza sencilla escondía una verdad profunda. Las preocupaciones no son tan pesadas por lo que son, sino por el tiempo que las cargamos. Todos cargamos vasos invisibles, tales como preocupaciones, culpas, temores, abusos, heridas del pasado; y estos al principio parecen livianos, pero con el paso del tiempo, el peso se vuelve insoportable: y es que:
☝🏼 Si sostiene sus preocupaciones un rato, apenas las nota.
☝🏼 Si las sostiene todo el día, le duelen los brazos del alma.
☝🏼 Si las sostiene por años, queda paralizado, sin fuerzas para avanzar.
¡¡¡Una lección de vida que transforma el corazón es que,
soltar no es rendirse, es confiar que cuando entregamos las cargas a Dios,
recuperamos la libertad y la paz interior que habíamos perdido!!!
La enseñanza bíblica que nos da el pasaje que estudiamos hoy sobre este tema es clara, Jesús no promete que los problemas desaparecerán, pero sí que podremos sobrellevarlos con paz si confiamos en Él; y esa es la verdadera reflexión cristiana:
💞 No estamos solos en nuestras luchas; hay una fuerza mayor sosteniéndonos.
CONFESIÓN DE FE:
SÉ QUE NO PUEDO SOLO CON MIS CARGAS, ASÍ QUE LAS ENTREGARÉ AL SEÑOR, DEPENDIENDO DE ÉL TOTALMENTE Y DEPOSITANDO TODA MI CONFIANZA EN EL PODER QUE TIENE PARA LLEVARLAS, RECUPERANDO ASÍ MI LIBERTAD Y MI PAZ.
ORACIÓN:
Dios Todopoderoso, Elohim Mauzi, Dios de mi Fortaleza (Salmo 27:1). Mi amado Rey y Señor Jesucristo, Tú llevaste la carga más grande que haya podido existir, los pecados de toda la humanidad, y nunca te quejaste, ni pusiste en duda lo que el Padre Celestial tenía como propósito con esto, y por medio de esta actitud, valiente y esforzada, nos diste la oportunidad de una nueva vida; sé que no tendré nunca como pagarte, pero te pido que me ayudes para que las cargas que me tocan, hagan de mí una persona mejor, más esforzada, más valiente y más sabia cada a día. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo porque hoy puedo decir como el salmista: El Señor es mi luz y mi salvación, entonces ¿por qué habría de temer? El Señor es mi fortaleza y me protege del peligro, entonces ¿por qué habría de temblar? He orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!
Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri