DADORES GENEROSOS 2
2 CORINTIOS 8:7-9 Ustedes son ricos en todo: en fe, en habilidad para hablar, en conocimientos, en buena voluntad para ayudar y en el amor que han aprendido de nosotros. Por eso esperamos que al ayudar en esta ofrenda bondadosa también demuestren su generosidad. Pero esto no lo digo como una orden. Lo que quiero es que vean que otros están decididos a ayudar para que así ustedes demuestren que su amor es verdadero. Ustedes conocen el generoso amor de nuestro Señor Jesucristo, quien siendo rico se hizo pobre por ustedes, para que por medio de Su pobreza, ustedes se hicieran ricos. (P.D.T.)
Para aprender a ser "Dadores Generosos" debemos preguntarnos:
© ¿Qué es la gracia de dar?
Hoy en día vivimos bajo un nuevo pacto establecido por Dios por medio de la sangre derramada por su Hijo Jesús (Hebreos 9:15). Con base en lo que Cristo hizo, Romanos 12:1 nos dice que nos presentemos "en sacrificio vivo, santo, agradable" al Señor. Si usted es hijo de Dios, todas sus capacidades, tiempo y dinero son de Él.
El principio de la vida de sacrificio puede verse en la iglesia primitiva. Los nuevos creyentes vendían con entusiasmo sus propiedades para suplir las necesidades que había a su alrededor (Hechos 2:45), no quiere decir que es lo que tenemos que hacer hoy, pero si aprender de la "Gracia de Dar" y esperar consecuencias. En respuesta a su generosidad, Dios los bendijo con corazones alegres, el favor del pueblo y un número cada vez mayor de creyentes. Las iglesias de Macedonia entendieron también la prioridad de dar. Aunque los creyentes eran sumamente pobres, rogaron que les dieran la oportunidad de ayudar económicamente. La Biblia dice que abundaron en la "gracia de dar" (Vs. 7).
Bajo la ley del Antiguo Testamento, Dios requería un diezmo (la décima parte de los animales y las cosechas) para apoyar al templo (Levítico 27:30-32). Cuando el país se alejó de esta práctica, el Señor envió a Malaquías para advertirles de las consecuencias de su desobediencia. Al no dar su diezmo, le robaban a Dios lo que le pertenecía a Él (Malaquías 3:8). Seguramente a nosotros no nos gustaría ser culpables de quedarnos con el dinero del Señor. Al habernos designado como sus mayordomos, y provisto con recursos, Dios espera que demos generosamente. Jesús alabó a la viuda pobre del templo por dar de manera sacrificial (Marcos 12:41-44).
© Si confiamos en el Señor para nuestras finanzas, como lo hacía la viuda, abundaremos en la gracia de dar.
CONFESIÓN DE FE:
ESTOY SEGURO QUE DIOS ES MI PROVEEDOR, JEHOVÁ JIREH, Y SIEMPRE PODRE DECIR QUE LO HACE EN ABUNDANCIA DE GRACIA. Y YO DECIDO ABUNDAR EN LA GRACIA DE DAR.
ORACIÓN:
Señor Jesús, El Chanun, Dios lleno de Gracia (Jonás 4:2). Mi amado Señor y Salvador Jesucristo, hoy estoy genuinamente agradecido por tantas cosas, pues he sido bendecido por ti de tantas maneras, es decir que tu gracia de dar ha sido abundante sobre mi vida, pues Tu naturaleza está llena de Gracia, para dar generosamente, aún cuando no lo merezcamos. Estoy agradecido por todos aquellos que han sido también bendecidos abundantemente y tienen a alguien con quien compartirlo, pues es también uno de los principios tuyos, dar por gracia lo que hemos recibido por gracia. Gracias Padre Celestial, Dios mío, bueno y generoso. Amén.
Juan Manuel Lamus O.