viernes, 19 de diciembre de 2014

CANTEMOS

 

CANTEMOS

 

APOCALIPSIS 7:11,12 Y todos los ángeles estaban de pie alrededor del Trono y alrededor de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron rostro en tierra delante del Trono y adoraron a Dios, cantando: "¡Amén! ¡La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y el honor y el poder y la fuerza pertenecen a nuestro Dios por siempre y para siempre! Amén". (N.T.V.)

 

©      Gloria a Dios en el cielo más alto y paz en la tierra para aquellos en quienes Dios se complace.

Canciones hay muchas y si prendo la radio encuentro que lo que más abunda son canciones de dolor, canciones de corazones heridos, canciones que incitan y promueven la desilusión, canciones de despecho. La música forma parte del diario vivir del ser humano.

 

Hoy, sin embargo yo quiero abrir mis labios para anunciar las bondades de aquel que nació en Belén y  me cambio y transformó, y a la vez quiero elevar mi canto, un cántico nuevo para exaltarlo y adorarlo. El gozo del Señor es vuestra fortaleza, dice la Palabra, y en ese gozo yo cantaré. A través del cántico daré gracias a Dios por sus bondades y sus misericordias. Conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca nuestra salvación que cuando creímos. La noche ha pasado y ha llegado el día; echemos, pues, las obras de las tinieblas y vistámonos de la armas de la luz, entonando canto de adoración al que vive para siempre, a Jesús que ha nacido en nuestro pesebre, nuestro corazón.

 

Andemos como de día, honestamente; hoy no andemos en glotonerías y borracheras, no en lechos ni en disoluciones, no en peleas ni envidias; más bien llenémonos plenamente del Señor Jesucristo y no hagamos caso de la carne en sus deseos, antes bien, elevemos nuestro corazón, nuestro espíritu y nuestra alma en un canto nuevo que nace de un corazón agradecido y dispuesto a vivir en este día, para aquel que nos amo y nos lavo con su sangre, el Señor y Salvador nuestro, Jesucristo.

 

CONFESIÓN DE FE:

HAS CAMBIADO MI LAMENTO EN BAILE; Y ME HAS LLENADO DE ALEGRÍA, POR TANTO, A TI CANTARÉ, GLORIA MÍA, Y NO ESTARÉ CALLADO. JEHOVÁ DIOS MÍO, TE ALABARÉ POR SIEMPRE. (SALMO 30:11,12)

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Adonai HaAdonim, Rey de reyes y Señor de señores (Deuteronomio 10:17). Gracias Señor Jesús por este día, por haber nacido como nuestro Salvador, es realmente un regalo que nos extiendes por Tu misericordia y bondad. Hoy escucharé muchos cantos, pero ninguno de ellos me llenará porque son cantos que nacen de corazones heridos. Por lo tanto en medio de tal confusión musical, yo quiero levantar mi voz con un cántico nuevo para anunciar que Tu vives y que trasformas. Permite que toda mi vida sea una melodía, tanto para Ti en adoración como para testimonio a aquellos, que desilusionados de la vida, se encontrarán conmigo, y así poder decirles que el tema de mi canción es Jesús, el Salvador y Señor ha nacido, y que ellos también puedan saborear, gustar Tu presencia y Tu misericordia. Señor que los corazones heridos puedan sentir consuelo con el cántico nuevo de mi existencia, el cual ha nacido de la cruz en Tu obra expiatoria y amorosa. Gracias Padre Celestial por enviarnos a tu amado hijo Jesucristo. Amén.


Juan Manuel Lamus O.