CERTEZA
JUAN 14:1-7 No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en Mí. En el hogar de mi Padre, hay lugar más que suficiente. Si no fuera así, ¿acaso les habría dicho que voy a prepararles un lugar? Cuando todo esté listo, volveré para llevarlos, para que siempre estén conmigo donde Yo estoy. Y ustedes conocen el camino que lleva adónde voy.
- No, Señor, no lo conocemos, dijo Tomás. No tenemos ni idea de adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino? Jesús le contestó:
- Yo Soy el camino, la verdad y la vida; nadie puede ir al Padre si no es por medio de Mí. Si ustedes realmente me conocieran, también sabrían quién es mi Padre. De ahora en adelante, ya lo conocen y lo han visto. (N.T.V.)
© El verdadero seguidor de Cristo tiene certeza absoluta de lo que le espera al otro lado de la puerta.
Un hombre enfermo se dirigió a su médico mientras se preparaba para dejar el consultorio y le dijo:
- Doctor, tengo miedo de morir. Dígame, ¿qué hay del otro lado?
Muy quedamente, el médico le contestó:
- No lo sé.
- ¿Usted no sabe? Usted, todo un cristiano, ¿no sabe lo que hay del otro lado?
El médico tenía su mano en la manigueta de la puerta; del otro lado se oyó un ruido de rasguños y lloriqueo y, al abrir la puerta, un perro entró apresuradamente en el cuarto y le saltó encima con una evidente manifestación de alegría. Volteándose al paciente, el médico dijo:
- ¿Observó a mi perro? Nunca había estado en este cuarto antes, él no sabía lo que había aquí dentro, no sabía nada más que su amo estaba aquí y cuando se abrió la puerta dio un salto hacia adentro sin temor alguno. Conozco muy poco de lo que hay del otro lado de la muerte, pero sé una cosa...
© Sé que mi Señor Jesús está allí y eso es suficiente.
La certeza y seguridad del verdadero cristiano está en el Señor Jesús, a quien sigue, en quién cree. Aunque el paso al más allá nos produzca muchos interrogantes, la certeza de que Dios está al otro lado de la puerta, nos reafirma totalmente. No esperes mucho para entrar en contacto con Él, vale la pena vivir sabiendo quién está al otro lado de la puerta esperándonos.
CONFESIÓN DE FE:
NO ESPERARE MAS PARA ESTABLECER UNA VERDADERA E INTIMA RELACIÓN CON EL SEÑOR, QUIEN ES EL ÚNICO QUE ME PUEDE LLEVAR AL OTRO LADO DE LA PUERTA CON LA CERTEZA DE QUE ALLÍ ENCONTRARÉ LISTA LA MORADA QUE EL PADRE CELESTIAL ME HA PREPARADO.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El Emet, Dios de la Verdad (Salmo 31:5). Mi Rey y Señor Jesús, tengo la plena certeza de que El Camino, La Verdad y La Vida eres Tú, eres Dios fiel y completamente confiable, entonces sé que puedo confiar en Ti completamente, y tener certeza en esta vida y en el destino eterno que Tú has determinado para mí en la Gloria al lado del Padre Celestial. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo por ser ese camino que nos señalas y nos da la seguridad de salvación para vida eterna y paz en la tierra. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.
Juan Manuel Lamus O.