viernes, 28 de abril de 2017

LA COMPAÑÍA

 

GÉNESIS 39:2-6 El Señor estaba con José, por eso tenía éxito en todo mientras servía en la casa de su amo egipcio. Potifar lo notó y se dio cuenta de que el Señor estaba con José, y le daba éxito en todo lo que hacía. Eso agradó a Potifar, quien pronto nombró a José su asistente personal. Lo puso a cargo de toda su casa y de todas sus posesiones. Desde el día en que José quedó encargado de la casa y de las propiedades de su amo, el Señor comenzó a bendecir la casa de Potifar por causa de José. Todos los asuntos de la casa marchaban bien, y las cosechas y los animales prosperaron. Pues Potifar le dio a José total y completa responsabilidad administrativa sobre todas sus posesiones. Con José a cargo, Potifar no se preocupaba por nada, ¡excepto qué iba a comer! (N.T.V.)


©  De la compañía de Dios en las pruebas. (Leer Génesis 39)

La vida de José enseña principios importantes en cuanto a los tiempos difíciles.


©  He aquí tres que podemos aprender hoy:

1. Las dificultades continuarán hasta que el propósito de Dios se cumpla.

En el caso de José, el plan de Dios era prepararlo para que salvara a su familia y también a Egipto de la hambruna. Con el fin de preparar a José para una posición de autoridad y responsabilidad, Dios lo puso en una casa importante de Egipto como esclavo. Allí, en circunstancias difíciles, José pudo aprender lecciones que necesitaría para el futuro. No solo adquirió capacidades valiosas, sino que también su fe y su relación con el Señor se fortalecieron. Dios sigue actuando hoy de la misma manera, de modo que estemos preparados para realizar el trabajo que Él ha previsto para nosotros (Efesios 2:10).


2. Aprendemos más en la oscuridad que en la luz.

Además de descubrir la fidelidad del Señor, José aprendió a discernir la Presencia de Dios, rechazar la tentación y aceptar cualquier posición, ya fuera distinguida o humilde. Las lecciones y los preceptos bíblicos se vuelven "nuestros", solo después de que se hacen reales en nuestras vidas.


3. Lo que aprendemos en la oscuridad debemos compartirlo en la luz.

José compartió abiertamente su fe y su conocimiento de Dios cuando interpretó los sueños de Faraón (Génesis 41:15,16). No dejó que su encarcelamiento le impidiera ayudar a los demás (Génesis 40:1-23). Lo que aprendemos en nuestras pruebas, debemos ofrecerlo a quienes estén sufriendo.

 

Nadie está buscando adversidades, pero los tiempos difíciles parecen encontrarnos con bastante frecuencia.

 

CONFESIÓN DE FE:

EN VEZ DE TEMER A LAS CIRCUNSTANCIAS DIFÍCILES, PUEDO CONFIAR EN DIOS Y ADOPTAR SU PLAN, SABIENDO QUE ÉL USA LAS PRUEBAS PARA SU GLORIA Y MI BENEFICIO, PUES ÉL ME ACOMPAÑA DURANTE ELLAS.

 

ORACIÓN:

Padre Santo, Elohim Mikarov, Dios mi Compañía (Jeremías 23:23). Mi Dios y Señor, quien siempre está conmigo, hoy quiero darte gracias por todas las bendiciones que recibo y las pruebas que me impones, ya que por ellas me entero que me tienes en cuenta. Protégeme de los males que me acechan y aleja de mí toda tentación, falta, transgresión o pecado y a todos aquellos que solo desean mi perdición, mi mal y quieran alejarme de Ti, no lo permitas Señor. Abstráeme del mundo que nos rodea, aumenta mi espiritualidad, ayúdame a vivir más cerca de Ti. Sé que tienes un propósito determinado para conmigo, para que mi servidumbre te sea útil aquí en la Tierra, ilumíname y ponlo en obra cuando lo dispongas y que sea tu voluntad, pues tengo el oído presto y el corazón disponible, consagrándome incondicionalmente, con la esperanza de poder servirte como Tú quieres y cuando Tú quieres. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.