DADORES ALEGRES
2 CORINTIOS 9:6-15 (BLPH) Tengan esto en cuenta: "Quien siembra con miseria, miseria cosechará; quien siembra a manos llenas, a manos llenas cosechará". Dé cada uno según le dicte su conciencia, pero no a regañadientes o por compromiso, pues Dios ama a quien da con alegría. Dios, por su parte, tiene poder para colmarlos de bendiciones de modo que, siempre y en cualquier circunstancia, tengan ustedes lo necesario y hasta les sobre para que puedan hacer toda clase de buenas obras. Así lo dice la Escritura: Repartió con largueza a los necesitados, Su generosidad permanece para siempre. El que proporciona semilla al sembrador y pan para que coma, se los proporcionará también a ustedes y hará que se les multiplique la simiente y que crezca el fruto de la generosidad que tienen. Colmados así de riqueza, podrán repartir con una total liberalidad que, por mediación mía, redunde en acción de gracias a Dios. Porque esta ayuda es como un servicio sagrado que no sólo remediará las necesidades de los hermanos, sino que también contribuirá abundantemente a que muchos den gracias a Dios. Convencidos por esta ayuda, alabarán a Dios por la respuesta de fe que ustedes dieron al Evangelio de Cristo y por la generosa solidaridad mostrada con ellos y con todos. Y orarán también por ustedes mostrándoles su afecto al ver el extraordinario favor que Dios les ha dispensado. Demos gracias a Dios por este don suyo tan grandioso.
♥ Como verdaderos seguidores de Jesucristo somos llamados a imitarlo, y esto incluye el ser dadores alegres, ilimitados, generosos y por lo tanto fructíferos.
Ser un dador alegre requiere tener un corazón que ame al Señor por sobre
todas las cosas, una voluntad sometida a Él y una mente que desee obedecer
sus mandatos; y el Espíritu Santo, quien nos ayuda a vencer nuestro yo,
también nos transformará en alguien que hallará placer en dar
¡¡¡Dios ama a los dadores alegres!!!
Si usted ha visitado Israel, sin duda ha visto el contraste entre el río Jordán y el Mar Muerto. Las orillas del Jordán están rodeadas de árboles y verdor, pero alrededor del Mar Muerto no hay vida. La razón es que no tiene salida, cuando el agua se derrama en ese mar, se queda allí. Al final, las sales se acumulan y contaminan el agua.
Esta es una viva imagen de dos planes financieros diferentes; veamos:
1. El Plan Financiero del Mundo. El Mar Muerto es comparable al sistema del mundo, que se basa en la acumulación y preservación de la riqueza. El objetivo es conseguir más de lo suficiente para poder tener más de lo suficiente, pero este enfoque da como resultado el estancamiento egoísta. Los cristianos que siguen este plan creen, equivocadamente, que es el camino hacia la seguridad, pero lo que no entienden es que la acumulación hace espiritualmente estériles sus vidas y pone límites a las dádivas de Él y a las buenas obras que Dios quiere que ellos hagan.
2. El Plan Financiero de Dios. Es como un río en continuo movimiento. Cuando sus provisiones se derraman en nuestras vidas, las pasamos a otros con alegría. Esto da como resultado una vida financiera ilimitada, fructífera centrada en la construcción del Reino de Dios. Quizás usted se dio cuenta de que Él promete proveer de "pan para que coma" a quienes dan, pero ¿Sabía usted que Él también dará "semilla al que siembra"? (Vs.10A)
♥ Dios siempre nos provee, a los que en Él creemos y en Él confiamos, lo suficiente para vivir, y suficiente para dar. Si usted se convierte en un dador alegre, ilimitado y generoso, Él promete que "crezca el fruto de la generosidad que tienen." (Vs.10B), es decir que será fructífero teniendo más de lo suficiente para dar con alegría.
CONFESIÓN DE FE:
HAY NECESIDADES EN LA IGLESIA Y EN EL MUNDO QUE DIOS QUIERE ATENDER POR MEDIO DE MI GENEROSIDAD; POR TANTO, PERMITIRÉ QUE LAS BENDICIONES DE DIOS FLUYAN A TRAVÉS MÍO CON ALEGRÍA E ILIMITADAMENTE, ENTONCES CON TODA SEGURIDAD SERÉ FRUCTÍFERO.
ORACIÓN:
Dios Todopoderoso, El Shaddai, Dios el Todo Suficiente (Génesis 17:1). Mi amado Dios y Señor, Jesucristo, el Dador por excelencia, como una madre que amamanta, Tú, nutres y satisfaces completamente a tu pueblo y tomas cuidado de todas sus necesidades. Gracias quiero darte hoy, desde lo más profundo de mi corazón, por tan grande beneficio que solo puede venir de Ti, de un Dios lleno de amor y de planes para lo bueno y no para lo malo, para hacernos ilimitados, generosos y fructíferos. Gracias mi amado Señor Jesús por ser el dador alegre, ilimitado, generoso y fructífero que me has modelado, Aquel que hasta su vida dio, para proveernos salvación y suplir todas nuestras necesidades, por eso hoy te suplico: ¡Ayúdame a ser un dador alegre, ilimitado, generoso y fructífero como Tú! He orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!
Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri