domingo, 31 de enero de 2016

EL VALOR DE LA UNIDAD

 

©  Leí el siguiente párrafo en un artículo que habla de enseñar valores en la escuela:

"La unidad es armonía entre las personas de un grupo. La unidad se mantiene al concentrar energía y dirigir el pensamiento, al aceptar y apreciar el valor de la rica indumentaria de los participantes y la contribución única que cada uno puede hacer y al permanecer leal no sólo el uno al otro sino también a la tarea".

 

©  Si la comparamos con la concepción bíblica de Jesús esta frase tiene un sentido extraordinario.

 

FILIPENSES 2:1-2 Por tanto, si sienten algún estímulo en su unión con Cristo, algún consuelo en su amor, algún compañerismo en el Espíritu, algún afecto entrañable, llénenme de alegría teniendo un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento. (N.V.I.)

 

1. La unidad es armonía

 

Ø  La armonía, en la terminología musical, es el arte de combinar varios sonidos simultáneamente, formando grupos de sonidos o acordes (tres o más sonidos ejecutados simultáneamente) que se suceden e interrelacionan de acuerdo a determinadas normas.

Ø  La armonía en la unidad está dada en el compañerismo que de común acuerdo el cristiano acepta de parte de Dios.

Ø  Tiene un swing y un ritmo que no es perturbado por ruidos extraños, sino acordes, que se complementan.

Ø  Muchas veces, cuando hay unidad, es decir, armonía, el producto final será la alegría y el gozo de pertenecer a la familia de Dios, al proyecto en el que se trabaja, al equipo deportivo de la ciudad o a un grupo de vecinos que nos reunimos por propuestas en común para mejorar nuestra sociedad.

Ø  Se produce ese afecto entrañable del que habla el apóstol Pablo a los filipenses y se ve al conjunto como un rompecabezas, de piezas diferentes que encajan a la perfección.

 

2. La unidad dirige el pensamiento

 

Ø  También el apóstol señala que esa alegría provoca un mismo parecer, un mismo amor, unidos en alma y pensamiento.

Ø  No significa que todos somos robots compartimentados, sino que frente a la diversidad de pensamiento podemos estar unidos en un mismo amor, en un mismo parecer, hacia un mismo objetivo a alcanzar.

Ø  Sin dudas, es el elemento que más nos cuesta asumir a la hora de allanar diferencias.

Ø  A veces en nuestras tareas tenemos colaboradores que vislumbran la meta de manera diferente, pero que siguen el lineamiento que nos es impartido.

Ø  Es muy enriquecedor cuando sometemos nuestros pareceres a un mismo pensamiento o un mismo objetivo.

Ø  Todos jalando hacia el mismo lado, los resultados son mayores de los esperados.

 

3.   Permanecer leal no sólo el uno al otro sino también a la tarea

 

Ø  La lealtad que Dios espera de nosotros tiene que ver con la consideración del otro como mayor a mí (Filipense 2:3,4).

Ø  Y de mi capacidad puesta en cuidar de los intereses propios, los intereses de Dios y los intereses del prójimo.

Ø  La lealtad que podemos practicar con nuestro cónyuge, con nuestros hijos, con nuestros amigos, con nuestros jefes y subalternos es considerar al otro sobre mi propio interés personal.

Ø  En una empresa, el dueño espera de sus empleados la misma lealtad, que los obreros esperan de sus jefes.

Ø  Es como un reloj que cada engranaje depende del otro próximo o anterior a sí.

Ø  Si uno solo de los engranajes decide ir en el sentido contrario, toda la maquinaria deja de funcionar.

Ø  Ese engranaje es desleal a la tarea que debe cumplir y ya no hay armonía, ni unidad de criterio, ni propósito.

 

4. El valor de la unidad

 

Ø  Juan 17 habla de la relación entre Dios Padre y Jesús, como de Jesús y sus discípulos y el pedido al Padre por parte del Hijo, para que sus discípulos fueran uno también con el Padre.

Ø  Parece un trabalenguas, o un juego de palabras de ingenio, pero es sencillo.

Ø  El Martín Fierro dice:

©      "Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera. Tengan unión verdadera, en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera".

 

©      Hablar de Jesucristo no alcanza si no va acompañado de una praxis que muestra al propio Jesús actuando en la vida de las personas.

Ø  Cuando el Espíritu Santo obra el amor entrañable cubre toda diferencia y hace que podamos deponer nuestra actitud de sacar ventaja en la desunión.

Ø  Muchas veces anhelamos la unidad, pero nos olvidamos del profundo significado que tiene ese anhelo.

Ø  Ser uno para que el mundo crea, significa amar sin recibir nada a cambio. 

Ø  Tengan unión verdadera, en cualquier tiempo que sea, porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera, no vale sacar lo propio si perdemos todo en ello.

 

©  Ser uno con Jesús significa ser enviado como agente de paz.

Ø  Ser uno para que el mundo crea significa llevar el mensaje de la cruz.

Ø  Y ser uno en una compañía significa llevarla hasta el éxito que sobrepasa lo meramente comercial, sino que se distingue por una eficiencia que reconoce la diversidad y la importancia que las personas tienen.

Ø  Más aún cuando estas personas pueden ir juntas hacia la meta trazada, sumando las fuerzas individuales con un propósito: ¡ya no lo devora el de afuera!

 

5. Unos a otros

 

Pablo recomienda que miremos al otro con mayor amor, en el vínculo de la paz. Sin lugar a dudas porque en esto radica la unidad ¿no cree? Veamos

 

COLOSENSES 3:12-17

Dado que Dios los eligió para que sean su pueblo santo y amado por Él, ustedes tienen que vestirse de tierna compasión, bondad, humildad, gentileza y paciencia. Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros. Sobre todo, vístanse de amor, lo cual nos une a todos en perfecta armonía. Y que la paz que viene de Cristo gobierne en sus corazones. Pues, como miembros de un mismo cuerpo, ustedes son llamados a vivir en paz. Y sean siempre agradecidos. Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas. Enséñense y aconséjense unos a otros con toda la sabiduría que Él da. Canten salmos e himnos y canciones espirituales a Dios con un corazón agradecido. Y todo lo que hagan o digan, háganlo como representantes del Señor Jesús y den gracias a Dios Padre por medio de Él. (N.T.V.)

 

©  Se nos hace poco fácil este postulado, pero es sumamente efectivo.

Ø  Porque nos recuerda el valor de las personas por lo que son, y no por lo que tienen.

 

©  Dos condiciones innegociables para la unidad: tolerarse y amarse unos a otros.

Ø  Un bien invalorable: el poder de la Palabra para alcanzar sabiduría.

Ø  Una acción que no debe faltar: la gratitud de corazón hacia Dios.

 

©  Este es el valor de la unidad:

¡¡¡La vida de una persona transformada por el mensaje de la Cruz,

que ama sin pedir nada a cambio!!!

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad


Juan Manuel Lamus O.

  

sábado, 30 de enero de 2016

DOS CLASES DE PERSONAS

 

En la vida hay dos clases de personas....

¿A cuál perteneces?

 

Los que pasan la vida soñando…

©      y los que dan vida a sus sueños.

Los que sueñan con logros…

©      y los que logran sus sueños.

Los que siguen un legado…

©      y los que lo dejaron.

Los que ven para poder creer…

©      y los que creen antes de ver.

Los que te pisan al subir…

©      y los que suben a ayudar.

Los que te dan confianza…

©      y los que te la quitan.

Los que dan sin pedir a cambio…

©      y los que te piden el cambio.

Los que escogen una de dos…

©      y los que toman las dos.

Los que se asoman por la ventana…

©      y los que se salen por ella.

Los que hacen, se reproducen y mueren…

©      y los que nacen, producen y nunca mueren.

Los que siguen el camino y terminan perdiéndose…

©      y los que abren el camino.

 

©©©Y los que han decidido seguir a Jesús quien es el verdadero camino©©©

A estos últimos nada ni nadie, los hace retroceder

 

¡¡¡Decide hoy ser de los del segundo grupo y verás un cambio total en tu vida!!!

 

SALMO 1

Qué alegría para los que no siguen el consejo de malos, ni andan con pecadores, ni se juntan con burlones; sino que se deleitan en la ley del Señor meditando en ella día y noche. Son como árboles plantados a la orilla de un río, que siempre dan fruto en su tiempo. Sus hojas nunca se marchitan, y prosperan en todo lo que hacen.

¡No sucede lo mismo con los malos! Son como paja inútil que esparce el viento. Serán condenados cuando llegue el juicio; los pecadores no tendrán lugar entre los justos. Pues el Señor cuida el camino de los justos, pero la senda de los malos lleva a la destrucción. (N.T.V.)

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad


Juan Manuel Lamus O.

  

viernes, 29 de enero de 2016

LOS CAMINOS

 

MATEO 7:13,14 Entren por la puerta estrecha. La puerta que conduce a la perdición es ancha, y el camino fácil, y muchos son los que pasan por ellos. En cambio, es estrecha la puerta y angosto el camino que llevan a la vida, y son pocos los que los encuentran. (B.L.P.H.)

 

©  Los verdaderos discípulos de Cristo, los seguidores, siguen su camino sin condición.

A pesar de que el Señor derrama su bondad sobre todos los hombres, la capacidad de percibirla y disfrutarla está limitada por la negativa a adorarle como Dios. Para experimentar la plenitud de su bondad, debemos honrarlo eligiendo el camino de la sumisión y la obediencia. El Señor jamás negará el bien a los que andan en integridad con Él.

 

Con amor y sabiduría, el Padre ha creado específicamente un camino para cada uno de sus hijos. Porque no hay dos personas iguales, cada senda se verá diferente. Lo que puede ser mejor para una persona, puede no ser bueno para otra. La comparación de los caminos de Dios en vidas diferentes sólo conducirá al desaliento y a hacer juicios equivocados. No tenemos ni la sabiduría ni la perspectiva eterna para entender por qué el Señor conduce a algunas personas por caminos de dolor y adversidades, pero podemos saber que Él siempre es bueno y que al ser verdaderos discípulos, es decir seguidores de Jesús, lo podremos entender fácilmente. Cada paso en el camino de Dios representa una decisión deliberada de seguirlo. Por mirar a nuestro alrededor en vez de fijar nuestra mirada en Jesucristo, podemos comenzar a pensar que nos estamos perdiendo de algunas experiencias o cosas realmente buenas. Si dejamos el camino que el Señor nos muestra para seguir uno que se ve mejor, perderemos sus maravillosas y abundantes bendiciones y descubriremos, como Adán y Eva, que cualquier otro camino lleva a la destrucción.

Tome tiempo para preguntarse regularmente:

©  ¿Estoy en el camino que el Señor ha elegido para mí? o

©  ¿He tomado un desvío para seguir otra dirección que parece buena?

Hacernos nuestro propio camino y hacer caso omiso de la bondad y la abundancia del de Dios, es una locura, pues solo Él conoce el camino que sus discípulos, es decir sus seguidores, deben tomar.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE EL CAMINO QUE EL SEÑOR JESÚS ME MARCA ES EL ADECUADO; ASÍ QUE LO SEGUIRÉ CON SUMISIÓN Y OBEDIENCIA, YA QUE ES SEGURO, AGRADABLE Y PERFECTAMENTE DISEÑADO PARA MÍ COMO UN VERDADERO DISCÍPULO Y SEGUIDOR DE CRISTO.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Emanuel, Dios con nosotros (Isaías 7:14). Mi amado Rey y Señor, se que Tu eres el camino, la verdad y la vida, tu Palabra lo dice y yo lo creo (Juan 14:6). Hoy quiero darte gracias por marcar un camino definido para mi vida y la de todos aquellos que han decidido con carácter y conocimiento de lo que has representado para sus vidas, seguirte sin condiciones y con un corazón integro y agradecido, es decir tus verdaderos discípulos, tus seguidores. Tu, Padre Celestial, eres infinito en sabiduría, por lo cual tengo toda mi confianza y mi esperanza puesta en ti, con la seguridad que me conduces por el camino de justicia, amor, bondad y enseñanza, y que es el mejor para mí. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.

  

jueves, 28 de enero de 2016

LA AFLICCIÓN

 

JUAN 16:33 "Estas cosas os he hablado para que mi tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo". (V.R.V.)

 

©  De cómo confiar en el Señor a pesar de la aflicción.

Lo que el Señor habló y quedo registrado en la Biblia, son palabras de confianza y de seguridad; Él dijo:

-   "Lo que les he hablado ha sido para que en mí tengan paz".

Nuestra paz no está en el mundo, ni en el éxito, ni en los negocios, ni en las posesiones, ni en la familia, ni en los amigos y ni siquiera en el país de donde somos o donde vivimos. Nuestra paz está en el Señor y Él habló palabras de paz, que traen primero paz a nuestro espíritu y luego a todo nuestro ser. El luego aclaró:

-   "En el mundo tendréis aflicción".

Ya está escrito, en el mundo encontraremos aflicción, ¿Por qué?

Porque este mundo, hablando como sistema de vida, solo está regido por el egoísmo, el pecado y la competencia. Es una selva donde logra vivir el más poderoso y fuerte. El débil está a merced de estos enemigos. No hay paz, solo aflicción. Si yo quiero alcanzar lo que el mundo me ofrece y que no me lo presenta como aflicción, tengo que hacerme amigo del mundo, pero si yo me hago amigo del mundo, me constituyo enemigo de Dios, si me hago amigo de Dios, entonces encontraré enemigos en todas partes. Cada esquina se podrá convertir en una emboscada.

 

La aflicción no solamente viene del mundo, sino que al mirar dentro de nosotros descubrimos que aún el corazón es engañoso sobre todas las cosas y desesperadamente malvado y su trabajo también será llevarnos a la aflicción y la desilusión.

©  ¿Hay esperanza entonces para nosotros?

Si he sido llamado a vivir en este mundo y Jesús mismo dijo que en el mundo tendré aflicción, entonces…

©  ¿Cuál es mi esperanza para mi hoy?

Gracias a Dios que si hay esperanza. El mismo dijo:

-   "Más confiad, yo he venció al mundo".

Esto nos dice que el Señor es más fuerte que el mundo y si el mundo nos trae aflicción, Jesús, quién venció a este mundo, nos trae paz. La paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento nos cubrirá y envolverá con poder y fuerza.

 

CONFESIÓN DE FE:

LA FUERZA DE DIOS ES MÁS GRANDE QUE LA AFLICCIÓN, SU PODER ES MÁS INMENSO QUE LA BATALLA, SU MANO SE EXTIENDE COMO SE EXTENDIÓ PARA RECOGER A PEDRO CUANDO SE HUNDÍA EN EL MAR Y ESTA PROMESA ES PARA MÍ. HOY A PESAR DE LA AFLICCIÓN CONFIARÉ SIN CONDICIÓN.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Jehová Shalom, Dios de Paz (Jueces 6:24). Mi amado Rey y Señor, hoy vengo a darte gracias por la paz que me das, esa que sobrepasa todo entendimiento, esa paz que va más allá de la aflicción que el mundo me ofrece. Si, es cierto que en el mundo encuentro aflicción, pero mi confianza crece cuando recuerdo que Tú venciste al mundo que me aflige y en esta confianza quiero permanecer y vivir por siempre. La confianza que viene de Ti, es confianza fuerte y grande que llena y satisface. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por esa convicción que me das hoy, de confiar a pesar de la aflicción. Amén.


Juan Manuel Lamus O.

  

miércoles, 27 de enero de 2016

EL DESARROLLO

 

2 CORINTIOS 11:23-30 ¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar; en caminos muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos; en trabajo y fatiga, en muchos desvelos, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez;  y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias. ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno? Si es necesario gloriarse, me gloriaré en lo que es de mi debilidad. (V.R.V.)

 

©  Del desarrollo de la fe mediante la aflicción.

No parece justo, ¿verdad? Pablo pasó su vida sirviendo a Cristo, pero aun así fue afligido constantemente.

©  ¿Por qué permitió Dios que uno de sus siervos más fieles sufriera tanto?

Ésta es una realidad que sigue ocurriendo en el presente. Pensamos que el Señor debe proteger de adversidades a sus fieles seguidores, pero no siempre es así.

 

Tal vez nuestro razonamiento está invertido. Pensamos que los cristianos fieles no merecen sufrir, pero desde la perspectiva de Dios, como lo vimos ayer, el sufrimiento es lo que produce cristianos fieles. Si todos tuviéramos vidas sin pruebas o sufrimientos, jamás conoceríamos a Dios, porque nunca lo necesitaríamos. Nos guste o no, las adversidades nos enseñan más acerca del Señor que la simple lectura de la Biblia. No estoy diciendo que no necesitemos conocer la Palabra; ella es nuestro fundamento de fe. Pero si lo que creemos nunca es probado por la adversidad, entonces solo tenemos conocimiento intelectual.

©  ¿Cómo sabremos que podemos confiar en el Señor en medio de las dificultades, si nunca hemos sido probados por la adversidad?

Dios nos da oportunidades para poner en práctica las verdades Bíblicas fundamentales en las dificultades que enfrentamos, y al hacerlo descubrimos que Él es fiel. Por ejemplo: ¿Habría conocido Pablo la fortaleza en Cristo si nunca hubiera sido debilitado por el dolor, la persecución y las adversidades?

 

©  Dependiendo de la respuesta que usted dé a las pruebas, ellas pueden ser el mejor medio que Dios use para aumentar su fe, o una vía para el desánimo y la autocompasión.

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY PLENAMENTE CONVENCIDO QUE SI CREO LO QUE DICE LA BIBLIA Y APLICO SUS PRECEPTOS A MI SITUACIÓN, MI CONFIANZA EN DIOS CRECERÁ Y MI FE SE VERÁ FORTALECIDA POR LA ADVERSIDAD.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Tzur, Dios de Roca (2 Samuel 22:47). Mi Dios Todopoderoso eres nuestra defensa eterna de la cual podemos depender puesto que eres fuerte y confiable. Mi Señor hay momentos en la vida que parecen acabar con nuestra existencia, son los momentos cargados de problemas inaguantables, se llega hasta el punto de querer desaparecer de la tierra, pues son grandes son los golpes que uno recibe. Es por eso que hoy recurro a Ti, que prometes a los cansados y abatidos el consuelo.   Mira Señor, mi aflicción y dame Tu paz, no me dejes solo, porque sin Ti yo no puedo vivir, Tú eres mi Amigo y Salvador, escucha mis gemidos de dolor y ven a socorrerme. Además de la paz y de la fuerza para revivir, te pido que me hables en lo más íntimo de mi corazón, para conocer tu voluntad y cumplirla con tu gracia, pues solo viviendo conforme a tu voluntad, tendré fuerza para superar los problemas, y paz para gustar la vida que Tú me diste por amor. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.

  

martes, 26 de enero de 2016

LA PERSPECTIVA

 

ISAÍAS 55:8,9 Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos, dice el Señor. Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse. Pues así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos. (N.T.V.)

 

©  La aflicción desde la perspectiva de Dios

Cuando la aflicción golpea duramente, es posible caer en un abismo de desánimo y desesperación, pero, aunque podamos considerar las dificultades como derrotas, el Señor las ve como oportunidades para hacer grandes avances. Su propósito al permitirlas no es destruirnos, sino estimular nuestro crecimiento espiritual. En su gran sabiduría, Dios sabe cómo tomar una situación terrible y utilizarla para transformarnos a imagen de Cristo.

 

Toda aflicción que viene a nuestra vida pasa primero por la voluntad permisiva de Dios. Eso no significa que la dificultad es su voluntad perfecta, pero sí que Él ha permitido la prueba para poder llevar a cabo sus maravillosos propósitos para nuestra vida. Aunque parte del sufrimiento que vemos y experimentamos parece incomprensible, o a todas luces injusto, tenemos que reconocer que nuestra perspectiva es muy limitada, y no siempre somos capaces de entender lo que hace el Señor. Nuestro Padre Celestial ve todos los aspectos de la vida, pero nuestra visión está restringida a lo que es correcto delante de nosotros. Los planes de Dios lo incluyen tanto a usted, como al resto de la creación, y ellos van desde el comienzo del tiempo hasta la eternidad futura. Aunque nosotros nunca comprenderemos la mente infinita de Dios, sí podemos conocer su fidelidad y su amor. Cuando no pueda entender la razón de su aflicción, reflexione acerca del conocimiento, la sabiduría y el poder de Dios. Recuerde que Él ve todo el panorama, y que le ama más de lo que usted pueda imaginar.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE DESDE LA PERSPECTIVA DE DIOS LA AFLICCIÓN EN MI VIDA ES UNA OPORTUNIDAD PARA ANDAR POR FE, PUES EL CONOCIMIENTO PERFECTO DE LO QUE PUEDA SUCEDER O NO, ESTOY SEGURO QUE SOLAMENTE LO TIENE DIOS.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohim Mauzi, Dios de mi Fortaleza (Salmo 27:1). Dios Omnipotente, hoy te doy gracias por los problemas y dificultades que se me presentan cada día, pues son retos y oportunidades que me sirven de entrenamiento para enfrentar situaciones, tomar decisiones y resolver problemas, capacitándome para desenvolverme mejor en la vida. Tal vez me cueste decírtelo, pero gracias Señor, por la enfermedad, por el fracaso, por la desilusión, por el insulto, por el engaño, por la injusticia, por la soledad, por el fallecimiento de mis seres queridos. Tú sabes cuán difícil ha sido aceptarlo; quizás estuve al punto de la desesperación, pero ahora me doy cuenta de que todo esto me acercó más a Ti, Tú sabes por qué lo hiciste. Gracias Señor, por la fe que me has dado, por esa fe que se tambaleó cuando tantas veces encorvado bajo el peso del desánimo, Tú nunca dejaste de fortalecerme, y me hiciste caminar en el sendero de la verdad, a pesar de la oscuridad. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.

 

lunes, 25 de enero de 2016

EL ORIGEN

 

ISAÍAS 45:5-10 Yo Soy el Señor; no hay otro Dios. Te he preparado para la batalla, aunque tú ni siquiera me conoces, para que el mundo entero, desde el oriente hasta el occidente, sepa que no hay otro Dios. Yo Soy el Señor, y no hay otro. Yo formo la luz y creo las tinieblas, yo envío los buenos tiempos y los malos; Yo, el Señor, Soy el que hace estas cosas. Ábranse, oh cielos, y derramen su justicia. Que la tierra se abra de par en par, para que broten juntas la salvación y la justicia. Yo, el Señor, las he creado. ¡Qué aflicción espera a los que discuten con su Creador! ¿Acaso discute la olla de barro con su hacedor? ¿Reprocha el barro al que le da forma diciéndole: "¡Detente, lo estás haciendo mal!"? ¿Exclama la olla: "¡Qué torpe eres!"? ¡Qué terrible sería si un recién nacido le dijera a su padre: "¿Por qué nací?" o le dijera a su madre: "¿Por qué me hiciste así?"! (N.T.V.)

 

©  Del origen de nuestra aflicción

Al pasar por tiempos de aflicción nos preguntamos por qué permite Dios que situaciones dolorosas vengan a nuestra vida. Eso no parece coincidir con su papel de Padre amoroso; y nos resulta difícil conciliar nuestro sufrimiento con su amor y su poder para evitarlas.

 

Para entender lo que sucede, necesitamos considerar el posible origen de nuestra aflicción:

1. Un mundo caído: 

Cuando el pecado se introdujo en el mundo, el sufrimiento vino con él. Dios pudo habernos protegido de sus efectos dañinos convirtiéndonos en títeres incapaces de elegir el pecado, pero eso significaría también que seríamos incapaces de elegir amarlo a Él.

2. Nuestras decisiones: 

A veces, nos metemos en problemas al tomar malas decisiones. Si el Señor interviniera y nos salvara de cada consecuencia negativa, nunca nos convertiríamos en creyentes maduros.

3. Los ataques de satanás:

El diablo es nuestro enemigo y por tanto pone trabas a cualquier cosa que el Señor quiera hacer en y por medio de los creyentes. Su propósito es destruir nuestra vida y nuestro testimonio, debilitándonos y haciéndonos inútiles para los propósitos de Dios.

4. La soberanía de Dios: 

En última instancia, el Señor tiene el control de toda aflicción. Negar su actividad contradice su poder y su soberanía sobre la creación.

 

Para poder aceptar que Dios permite, o incluso envía, las aflicciones, debemos verlas desde su perspectiva.

©  ¿Tiene usted puesta su mirada en el dolor o en el Señor?

 

CONFESIÓN DE FE:

COMO VERDADERO SEGUIDOR DE CRISTO, TENGO LA SEGURIDAD DE QUE DIOS NO PERMITIRÁ QUE ME VENGAN AFLICCIONES, A MENOS QUE SEA CON UN BUEN PROPÓSITO, EL BIEN SABE LO QUE ES CONVENIENTE PARA MÍ.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Kurios, Soberano Rey y Señor (1 Timoteo 6:15). Mi Dios y mi Señor Jesús, Aquel que es Soberano sobre la vida y la creación, se que gobiernas la vida de todos nosotros para nuestro bien. Es por eso que hoy vengo a tu Presencia a darte gracias por todo lo que me puedas deparar, ya que se que todo ayuda para bien a los que te amamos, en Ti creemos y en Ti confiamos, así que no hay aflicción que no tenga un propósito y haya de cumplirse de acuerdo a tu buena, perfecta y agradable voluntad, y yo lo acepto pues se que fortalecerá mi carácter e incrementará mi fe. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.