viernes, 5 de septiembre de 2025

CRISTO EN NOSOTROS

 

COLOSENSES 1:26-28 (NTV)

Este mensaje se mantuvo en secreto durante siglos y generaciones, pero ahora se dio a conocer al pueblo de Dios. Pues Él quería que su pueblo supiera que las riquezas y la gloria de Cristo también son para ustedes, los gentiles. Y el secreto es: Cristo vive en ustedes. Eso les da la seguridad de que participarán de su gloria. Por lo tanto, hablamos a otros de Cristo, advertimos a todos y enseñamos a todos con toda la sabiduría que Dios nos ha dado. Queremos presentarlos a Dios perfectos en su relación con Cristo.

 

Una vez fuimos destituidos de la Gloria de Dios por nuestro pecado, pero el Padre Celestial resuelve este conflicto a través de Jesús, enviándolo a Él para volver a llevarnos a casa, a Su Gloria. (Juan 1:14)

 

📖 Por esto dice la Escritura que:

 

¡¡¡Cristo es la esperanza de Gloria, la única esperanza de volver

hacia donde debemos estar y quién debemos ser; con el Padre y para el Padre;

pues cuando recibimos a Cristo, fuimos hechos nueva creación y el Padre nos crea

en Él, nos inserta en Cristo para expresarse a sí mismo, para su propia Gloria!!!

 

La expresión de todos los atributos de cristo, es la expresión de su propia Gloria, y por esto el Padre nos une a Él y nos hace su morada, por medio de su Espíritu Santo, para que ahora reflejemos Su Gloria (Romanos 8:19); no es menor el privilegio que por gracia se nos dio, de manifestar en el presente, este misterio que estuvo escondido por siglos y es: Cristo en nosotros, la esperanza de gloria. (Colosenses 1:27)

 

Su Iglesia, el pueblo santo de Dios, es la manera en que Dios manifestaría a toda la creación su amor, su inmensa bondad, todo el fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:22,23); por esto, cada uno de nosotros fuimos colocados en Su Cuerpo, es decir, Su Iglesia. Todos miembros del Cuerpo, pero todos unidos por el mismo Espíritu, como la rama del árbol, que necesita del tallo y de la raíz para sobrevivir. Nuestro Señor Jesús ilustra esta realidad espiritual con los pámpanos y la vid verdadera. (Juan 15:5)

 

Por esta razón, debemos permanecer en Cristo y andar en amor, unos con otros, para que sea manifiesto al mundo que somos sus discípulos, sus hijos, y tomar los atributos de su expresión, que son Cristo mismo viviendo a través de nosotros, para glorificar Su Nombre en todo lo que hacemos.

Este es el sentido y el propósito de ser llamados hijos de Dios.

 

CONFESIÓN DE FE:

ESTOY CONVENCIDO DE QUE YO FUI INSERTADO EN CRISTO, ENTONCES VIVO EN ÉL Y ÉL VIVE A TRAVÉS MÍO POR EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO, DE MANERA QUE EN SU FRUTO DE AMOR, PUEDO MANIFESTAR TODOS SUS ATRIBUTOS A MIS SEMEJANTES, DANDO PROPÓSITO ASÍ A MI VERDADERA VIDA CRISTIANA.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, Elohi Mikarov, Dios que está cerca (Jeremías 23:23). Mi amado Señor, Jesucristo, Tú eres Dios que no estás distante, por lo contrario, siempre estás cerca de tu creación, pues no has creado el mundo y lo has abandonado, y tu encarnación expresa supremamente esta verdad, por eso te glorifico amado Padre Celestial, porque gracias a Ti Cristo está y vive en mí, por eso ahora puedo tomar todo tu amor y expresarlo a todos mis semejantes, crucificando cada día mi carne para que sea Tú la Luz la que alumbre, para gloria de tu Santo Nombre, y por el poder de tu Espíritu en mí; he orado en el poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri