ASÍ FUE COMO PAGÓ EL PRECIO
Había una vez un hombre llamado Jorge Thomas, pastor de una pequeña iglesia en un pueblo. Una mañana de Domingo de Pascua llegó a la iglesia cargando una jaula para pájaros oxidada, doblada y vieja, y la puso en el púlpito.
Todas las miradas se fijaron en la jaula, y el Pastor Thomas dijo:
- Ayer, caminando por el pueblo vi a un muchacho que venía a mi encuentro con esta jaula para pájaros. Dentro de la jaula había tres pajaritos temblando de frío y de miedo. Me paré y le pregunté:
- ¿qué llevas allí hijo?
- Solamente estos pájaros viejos. Contestó.
- ¿y qué vas a hacer con ellos?, pregunté.
- Los llevaré a casa y me divertiré con ellos. Contestó. Los voy a molestar y a halar de las plumas para hacerlos pelear. Me voy a divertir mucho.
- Pero tarde o temprano te vas a aburrir de esos pájaros y cuando eso suceda, ¿qué vas a hacer?
- Ah, tengo algunos gatos, dijo el muchacho.
- Se los llevaré. A ellos les gustan los pájaros.
El pastor hizo silencio por un momento y luego dijo:
- ¿Cuánto quieres por esos pájaros hijo?
- ¿Por qué?, Usted no los quiere señor. Son unos pájaros viejos. No cantan, ni siquiera son bonitos.
- ¿Cuánto quieres por ellos? pregunté nuevamente.
El muchacho miró al pastor para ver si estaba loco y le dijo:
- ¿Le parece U$10 dólares?
El pastor se metió la mano en el bolsillo y sacó un billete de U$10 dólares y lo colocó en la mano del muchacho. En un segundo, el muchacho se había ido. El pastor recogió la jaula y suavemente la llevó hasta el campo donde había un árbol y un lugar con césped. Puso la jaula en el suelo, abrió la puerta, y con un suave toque en los barrotes, hizo que los pájaros salieran, liberándolos.
© Eso explicaba la jaula vacía encima del púlpito y el pastor empezó a contarles esta otra historia:
Un día Satanás y Jesús estaban conversando. Satanás acababa de ir al Jardín del Edén, y estaba mofándose y riéndose diciendo:
- Sí Señor. Acabo de apoderarme del mundo lleno de gente de allá abajo. Les tendí una trampa, usé cebo que sabía que no podrían resistir. Cayeron todos.
- ¿Qué vas a hacer con ellos? Preguntó Jesús.
- Ah, me voy a divertir con ellos. Respondió Satanás.
- Les enseñaré cómo casarse y divorciarse, cómo odiar y abusar uno del otro, a beber y fumar y por supuesto, les enseñaré a inventar armas y bombas para que se destruyan entre sí.
- ¡Realmente me voy a divertir!
- ¿Y qué harás cuando te canses de ellos? Le preguntó Jesús.
- Ah, los mataré. Dijo Satanás con la mirada llena de odio y orgullo.
- ¿Cuánto quieres por ellos? Preguntó Jesús.
- Ah, Tú no quieres a esa gente. Ellos no son buenos.
- ¿Por qué los querrías tomar? Tú los tomas y ellos te odian. Escupirán a tu rostro, te maldecirán y te matarán.
- ¡Tú no quieres a esa gente!
- ¿Cuánto quieres? Preguntó nuevamente Jesús.
Satanás miró a Jesús y sarcásticamente respondió:
- Toda tu sangre, tus lágrimas, y tu vida.
Jesús dijo:
© ¡Hecho!
¡¡¡Y así fue como Jesús pagó el precio!!!
El pastor tomó su jaula. Se dirigió hasta la puerta, la abrió y se alejó.
(Autor Desconocido)
CONFIANZA:
© La oración no puede ser una cosa duradera si no se apoya en la fe.
© El amor de Dios para nosotros es un amor infinito y, si acudimos a la puerta de ese amor infinito, la vamos a encontrar abierta.
© Para que la confianza brote con toda su seguridad y toda su paz, es preciso que el corazón esté fijo en la Voluntad de Dios y no sea juguete de nuestras pasiones.
© El cumplimiento de la Voluntad Divina debe ser el norte de nuestra oración; cuando no lo es, la aguja del alma anda inquieta y sin seguridad.
© Hay que pedir, pero hay que pedir sin que ello rompa la subordinación y la confianza absoluta y el abandono completo que el hombre ha de tener en las manos de Dios.
© Lo que no admite vacilaciones ni dudas es que nuestra perseverancia final está en manos de Dios y la debemos suplicar con oraciones humildes y constantes.
© Amén.
JUAN 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él. (V.R.V.)
Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad
Juan Manuel Lamus O.