lunes, 27 de octubre de 2014

BALDE

 

BALDE

 

LUCAS 6:30-32…38 Dale a cualquiera que te pida; y cuando te quiten las cosas, no trates de recuperarlas. Traten a los demás como les gustaría que ellos los trataran a ustedes. Si sólo aman a quienes los aman a ustedes, ¿qué mérito tienen? ¡Hasta los pecadores aman a quienes los aman a ellos! Y si sólo hacen bien a los que son buenos con ustedes, ¿qué mérito tienen? ¡Hasta los pecadores hacen eso!... Den, y recibirán. Lo que den a otros les será devuelto por completo: apretado, sacudido para que haya lugar para más, desbordante y derramado sobre el regazo. La cantidad que den determinará la cantidad que recibirán a cambio. (N.T.V.)

 

©      La medida con que medimos, con esa seremos medidos. (Leer Lucas 6:20-38)

Hoy quiero que piense en sus relaciones con los demás en términos de llenar un balde y derramar su contenido sobre esas personas.

 

Teniendo esto en mente, consideremos dos factores importantes:

1.   ¿Qué hay en su balde?

Jesús señala una serie de cosas que podemos escoger para derramar sobre los demás: cosas materiales, amor, buenas acciones, dinero, misericordia y perdón. Una lista realmente impresionante. Sin embargo, el Señor llama a sus seguidores a una medida aun más elevada. Nos ordena dar a los egoístas, amar a nuestros enemigos, hacer bien a quienes nos maltratan, prestar sin esperar que nos devuelvan, y extender perdón y misericordia a quienes no lo merecen.

©      ¿Por qué nos llama Él a una acción tan extrema?

Porque como hijos de Dios se espera de nosotros que tratemos a los demás de la misma manera que Él los trata a ellos, porque "Él es benigno para con los ingratos y malos" (Vs.35).

2.   ¿Cuál es el tamaño de su balde?

El segundo factor a considerar es el tamaño de nuestro balde. Cristo dice que seremos medidos conforme a cómo midamos a los demás (Vs.38). Pero también nos dice que no esperemos ninguna recompensa de quienes tratamos con amabilidad (Vs.35). La recompensa final por nuestra actitud amorosa y compasiva vendrá, no de ellos, sino del Altísimo.

 

©      ¿Qué y cuanto está usted derramando sobre los demás cada día?

Al cubrirlos de compasión y amor, exhibe el carácter de su Padre Celestial y demuestra que es Su hijo.

 

CONFESIÓN DE FE:

UTILIZARÉ UN BALDE GRANDE LLENO DE AMOR Y DE BONDAD, Y SEGURO DESCUBRIRÉ QUE EL SEÑOR USA UNO AUN MÁS GRANDE PARA PRODIGAR SU BONDAD SOBRE MÍ.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Rachum, Dios de Compasión (Deuteronomio 4:31). Dios Todopoderoso y Suficiente, gracias porque Tu naturaleza es de amabilidad, estás lleno de compasión y sentimiento por Tu pueblo y completamente libre de crueldad o mezquindad. Además como una madre que amamanta, Dios mío, nutres y satisfaces completamente a Tus hijos, los que en Ti creemos y en Ti confiamos, y tomas cuidado de todas nuestras necesidades. Gracias mí amado Señor y Proveedor, pero hoy te pido que todo eso que derramas sobre mi vida no se quede ahí, sino por el contrario, pueda yo verter ese balde grande y lleno, que me has dado, sobre mis semejantes pues Tú así lo dispones. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por la gran medida con que me has dado y con la que has marcado el derrotero para que yo de. Amén.


Juan Manuel Lamus O.