viernes, 31 de octubre de 2014

LIBERTADOR

 

LIBERTADOR

 

LUCAS 4:16-21  Cuando llegó a Nazaret, la aldea donde creció, fue como de costumbre a la sinagoga el día de descanso y se puso de pie para leer las Escrituras. Le dieron el rollo del profeta Isaías. Jesús lo desenrolló y encontró el lugar donde está escrito lo siguiente:

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Noticia a los pobres. Me ha enviado a proclamar que los cautivos serán liberados, que los ciegos verán, que los oprimidos serán puestos en libertad, y que ha llegado el tiempo del favor del Señor.

Lo enrolló de nuevo, se lo entregó al ayudante y se sentó. Todas las miradas en la sinagoga se fijaron en Él. Después Jesús comenzó a hablarles: 

-       La Escritura que acaban de oír ¡se ha cumplido este mismo día! (N.T.V.)

 

©      Jesucristo, "El Gran Libertador" de la vida.

Juzgándolas por sus rostros, pensamos que algunas personas son felices. La sonrisa, el maquillaje y la ropa costosa pueden crear una apariencia de paz interior, pero por dentro viven sin disfrutar de libertad.

 

En el pasaje que estudiamos hoy, el Señor Jesús aclara su propósito:

©      Él ha venido para libertar a los cautivos.

Cristo se refería a varios tipos de ataduras que pueden encarcelar a nuestras almas:

1.   El Señor rompe las cadenas del pecado.

Todas las personas han violado la ley de Dios, y por eso viven separadas de Él (Romanos 3:23). Pero la muerte y la resurrección de Cristo nos hacen libres cuando aceptamos su perdón gratuito y ponemos nuestra fe en Él. Lo que nos permite relacionarnos con el Señor.

2.   El Señor rompe las ataduras del pecado.

Él nos libera de pecados tales como los celos, la amargura y la gula. Su Espíritu mora en cada creyente, y nos da el poder para vencer las malas decisiones que parecen ser nuestras "dueñas". Nos capacita para que hagamos lo que Él desea, dando sanidad inmediata, o dirección y fortaleza en la batalla permanente que libramos diariamente.

 

El Creador de la humanidad nos hizo con un vacío en el corazón, para que Jesucristo lo llene. Todo lo que pongamos allí, bueno o malo, al final nos dejará vacíos. Y seguiremos esclavizados hasta que Dios nos libere y nos dé la única satisfacción verdadera.

©      ¿Es usted una de esas personas aparentemente felices y satisfechas con su vida, pero que por dentro se sienten inseguras y vacías?

 

CONFESIÓN DE FE:

JESUCRISTO ES EL ÚNICO QUE PUEDE REDIMIRNOS, PERDONAR NUESTROS PECADOS, Y LLENAR EL LUGAR VACÍO EN NUESTRA ALMA. PERMITIRÉ QUE ÉL ME LIBERE HOY Y HARE TODO LO QUE ÉL DESEA Y SABE QUE ES CONVENIENTE PARA MÍ.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Góel,  El Gran Libertador (Salmo 144:2). Mí amado Señor Tú eres el verdadero libertador, redentor y protector de Tu pueblo, por eso hoy quiero darte gracias porque puedo decir como el salmista: Bendito sea el Señor, mi Roca; Él me adiestra para la batalla y me prepara para la guerra. Él es mi Dios fiel y amoroso; mi fortaleza y mi refugio; mi libertador y mi escudo, en quien busco protección. Gracias Padre Celestial por proveer un Gran Libertador para tus hijos en la vida de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Amén.


Juan Manuel Lamus O.