lunes, 13 de octubre de 2014

SISMOS

 

SISMOS

 

MATEO 8:23-27  Luego Jesús entró en la barca y comenzó a cruzar el lago con sus discípulos. De repente, se desató sobre el lago una fuerte tormenta, con olas que entraban en el barco; pero Jesús dormía. Los discípulos fueron a despertarlo:

-       Señor, ¡sálvanos! ¡Nos vamos a ahogar! gritaron.

-       ¿Por qué tienen miedo? preguntó Jesús. 

-       ¡Tienen tan poca fe!

Entonces se levantó y reprendió al viento y a las olas y, de repente, hubo una gran calma. Los discípulos quedaron asombrados y preguntaron:

-       ¿Quién es este hombre? ¡Hasta el viento y las olas lo obedecen!(N.T.V.)

 

©      El hombre digno de nuestra alabanza, es capaz de controlar hasta los sismos, aquietar tormentas.

Los hombres que viajaban con Jesucristo en una tempestuosa noche de Galilea, dijeron algo que debe hacernos prestar atención:

-       "¿Qué hombre es éste?"

Si nos hacemos la misma pregunta, comenzaremos a ver todo el panorama de quién es el Señor Jesús, en vez de concentrarnos en los fragmentos de su personalidad revelados en relatos individuales.

 

Cuando el viento que circula a través de un estrecho desfiladero pasa sobre el Mar de Galilea, el agua se vuelve turbulenta. El Señor y Sus discípulos fueron atrapados en una peligrosa tormenta mientras se dirigían a Gadara. Las olas se estrellaban sobre la cubierta de la embarcación de madera. Los experimentados marinos a bordo estaban seguros de que su muerte era inminente. Sin embargo, Jesús dormía. Descansaba tranquilamente en medio de una tormenta tan espantosa que la palabra griega usada para describirla es "Seísmos", la misma raíz de la frase "actividad sísmica" para terremotos.

-       ¿Qué hombre es éste, que puede dormir mientras la embarcación es levantada y lanzada? La respuesta es:

©      El que creó los mares y sabe cómo se forma una tormenta, y cuál fuerza hace que una ola se mantenga en movimiento. Un ser Divino vestido de humanidad, que reprendió a los vientos y al mar, aquietándolos perfectamente.

Las Sagradas Escrituras dicen que tanto el aire como el agua se calmaron al instante ante la orden de Jesús. Tal es el poder de Jesucristo, el Creador y Señor del universo.  

 

CONFESIÓN DE FE:

VISTOS EN CONJUNTO, TODOS LOS RELATOS DE LA BIBLIA ACERCA DEL SEÑOR JESÚS, REVELAN EL GRAN HECHO DE QUE ÉL ES EL ÚNICO HOMBRE DIGNO DE TODA GLORIA, HONRA Y ALABANZA (DANIEL 7:13,14).

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Elohim Tehilati, Dios de mi Alabanza (Salmo 109:1). Mi amado Señor se que Tu deseas ser el principal objeto de nuestras alabanzas así como de lo que hablamos y pensamos; eres supremamente merecedor de nuestra alabanza, pues si hasta los mares y las tempestades pueden obedecerte, quien soy yo para no entender o tener la respuesta a esa pregunta que un día se hicieron los apóstoles: ¿Quién es este Hombre? Eres el Gran Dios, el Todopoderoso, el Creador del cielo y de la tierra, de todo el universo y lo que en él hay, y no existe nada ni nadie que no esté sujeto a Tu autoridad y Tu soberanía. Gracias mi amado Señor y Salvador Jesucristo por permitirme ser tu adorador. Amén.


Juan Manuel Lamus O.