sábado, 21 de noviembre de 2015

EL TRIPLE FILTRO DE SOCRATES

 

SALMO 34:12,13

¿Quieres vivir una vida larga y próspera?
 ¡Entonces refrena tu lengua de hablar el mal y tus labios de decir mentiras! (N.T.V.)

 

En la antigua Grecia (469-399 AC), Sócrates era un maestro reconocido por su sabiduría. Un día, el gran filósofo se encontró con un conocido, que le dijo muy excitado:

-       ¿Sócrates, sabes lo que acabo de oír de uno de tus alumnos?

-       Un momento, respondió Sócrates. Antes de decirme algo me gustaría que pasaras una pequeña prueba. Se llama la prueba del triple filtro.

-       ¿Triple filtro?

-       Así es, continuó Sócrates. Antes de contarme lo que sea sobre mi alumno, es una buena idea pensarlo un poco y filtrar lo que vayas a decirme:

 

1.   El primer filtro es el de la Verdad.

©      ¿Estás completamente seguro que lo que vas a decirme es cierto?"

-       No, me acabo de enterar y...

-       Bien, lo interrumpió Sócrates, con que no sabes si es cierto lo que quieres contarme.

 

PROVERBIOS 8:7 Mi boca expresará la verdad, pues mis labios detestan la mentira. (N.V.I.)

 

2.   Veamos el segundo filtro, que es el de la Bondad.

©      ¿Quieres contarme algo bueno de mi alumno?

-       No. Todo lo contrario...

-       Ah, así que, le interrumpió Sócrates, quieres contarme algo malo de él, que no sabes siquiera si es cierto.

 

MATEO 12:34,35 ¡Camada de víboras! ¿Cómo podrían hombres malvados como ustedes hablar de lo que es bueno y correcto? Pues lo que está en el corazón determina lo que uno dice. Una persona buena produce cosas buenas del tesoro de su buen corazón, y una persona mala produce cosas malas del tesoro de su mal corazón. (N.T.V.)

 

-       Aún puedes pasar la prueba, pues queda un tercer filtro:

 

3.   El filtro de la Utilidad.

©      ¿Me va a ser útil esto que me quieres contar de mi alumno?

-       No. No mucho.

-       Por lo tanto, concluyó Sócrates:

©      Si lo que quieres contarme puede no ser cierto, no es bueno, ni es útil, ¿para qué contarlo?

 

SANTIAGO 1:19 Mis amados hermanos, quiero que entiendan lo siguiente: todos ustedes deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse. (N.T.V.)

 

SALMO 49:3 Mi boca hablará con sabiduría y mi corazón con inteligencia. (N.T.V.)

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad


Juan Manuel Lamus O.