jueves, 30 de junio de 2016

FE VS. TEMOR

 

ISAÍAS 41:10-13 No tengas miedo, porque Yo estoy contigo; no te desalientes, porque Yo Soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa. ¿Ves? Todos tus furiosos enemigos están allí tendidos, confundidos y humillados. Todo el que se te oponga morirá y quedará en la nada. Buscarás en vano a los que trataron de conquistarte. Los que te ataquen quedarán en la nada. Pues Yo te sostengo de tu mano derecha; Yo, el Señor tu Dios. Y te digo: No tengas miedo, aquí estoy para ayudarte. (N.T.V.)


©  Fe en lugar de temor, usted escoge el camino a transitar.

Hoy día, hay muchas razones para sentir temor. Nuestro mundo parece estar en un estado permanente de guerra y de crisis. El mercado de trabajo es deprimente, los desastres naturales causan estragos y los relatos de crímenes singulares y masivos son noticias de primera plana. Sabemos, como cristianos, que el temor no debe tener lugar en nuestras vidas, pero…

©  ¿Cómo podemos ignorar lo que está pasando a nuestro alrededor?

 

Básicamente, hay dos caminos que usted puede transitar:

1. El de la fe o

2. El del temor.

Es imposible confiar en Dios y no confiar en Él, simultáneamente.

Otra forma de decir esto es que usted no puede obedecer y desobedecer a Dios, la obediencia a medias es desobediencia. Sin embargo, algunos cristianos deciden vivir con temor. Al ver que otros experimentan dificultades, comienzan a preguntarse si lo mismo pudiera sucederles a ellos. 

Ø  Alguien de mi oficina perdió su empleo, ¿seré yo el próximo?

Ø  Alguien falleció en un accidente, yo podría morir también.

Pero esta clase de "lógica" coloca sus circunstancias por encima de su relación con Dios. Si satanás logra hacerle pensar de esta manera, habrá ganado la batalla por su mente. Pero cuando usted pone sus ojos en Dios antes que en sus circunstancias, usted gana. La Biblia nos dice:

2 TIMOTEO 1:7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. (V.R.V.)

Esta verdad bíblica fundamental es la única que puede ayudarnos a superar todos nuestros temores por medio de la fe en nuestro Dios Todopoderoso y Suficiente.

 

CONFESIÓN DE FE:

EL PADRE CELESTIAL ENTIENDE MIS FRUSTRACIONES, SUFRIMIENTOS, DOLORES Y TEMORES. ÉL SIEMPRE ESTÁ ALLÍ PARA ALENTAR MI CORAZÓN Y AYUDARME A ENTENDER QUE ÉL ES SUFICIENTE PARA SATISFACER TODAS MIS NECESIDADES.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Shaddai, Dios Todopoderoso y Suficiente (Génesis 17:1). Mi amado Dios y Señor, Tú eres la fuente inagotable de toda bendición, pues eres Todopoderoso y nuestros problemas no son demasiado grandes como para que no los puedas manejar. Por eso yo hoy decido transitar el camino de la fe en lugar del temor, pues Tú eres mi Dios, estás atento a mis necesidades, las conoces de antemano y las satisfaces plenamente como una madre que amamanta y nutre a sus hijos. Gracias quiero darte hoy mi Señor y Salvador Jesucristo, porque si Tú estás conmigo ¿Quién contra mí? nada ni nadie. Amén.


Juan Manuel Lamus O.

                

miércoles, 29 de junio de 2016

LA RAZÓN

 

COLOSENSES 3:23,24 Trabajen de buena gana en todo lo que hagan, como si fuera para el Señor y no para la gente. Recuerden que el Señor los recompensará con una herencia y que el Amo a quien sirven es Cristo. (N.T.V.)


©  De la correcta y verdadera razón por la que servimos, glorificar a Dios.

Dios nos manda en su Palabra a servir a los demás. Sin embargo, habrá personas que harán difícil cumplir esta orden.

 

Afortunadamente, una definición bíblica sobre el servicio puede ayudarnos a obedecer la orden del Señor, no importa quién pueda ser el beneficiado. La razón es que es Dios a quien servimos realmente. Si tenemos esta motivación en todo lo que hacemos, eso repercutirá en la calidad de nuestro trabajo y evitará que nos desanimemos. Entonces, cualquiera que sea nuestra tarea, dirigir un negocio, enseñar niños o hacer algo que parece poco atractivo, si nuestro propósito es glorificar a Dios, daremos lo mejor de nosotros con su poder y esperaremos confiadamente en que Él nos utilizará para sus propósitos, aunque la tarea que hagamos nos parezca sin fruto a nosotros o los demás.

 

Cuenta un pastor: Cuando yo era niño, tenía que despertarme antes del amanecer para repartir periódicos. Aún bajo lluvia o nieve, tenía que hacer el trabajo, y eso era duro para mí. Entonces el Señor puso en mi corazón que yo no estaba simplemente llevando periódicos a gente de mi ciudad, sino que estaba sirviendo a Él. Al entender claramente esta verdad, despertarme y trabajar era algo que podía hacer con un propósito. En verdad, no siempre tenía ganas de enfrentar el trabajo, pero mis sentimientos ya no eran importantes, pues estaba sirviendo a mi Creador.

 

No importa lo que Dios nos pida que hagamos, podemos obedecer con gozo si lo hacemos para el Señor Jesús. Si esta es nuestra motivación, no necesitaremos la aprobación del mundo. Solo necesitaremos saber que Dios está complacido y que promete recompensar a quienes le sirven (Vs.24).

 

CONFESIÓN DE FE:

TENDRÉ SIEMPRE MUY EN CUENTA QUE LA CORRECTA Y VERDADERA RAZÓN POR LA CUAL SIRVO EN EL REINO DE DIOS, ES QUE SIRVO A MI SEÑOR, SIN IMPORTAR CUÁL SEA LA LABOR LO HARÉ CON GOZO Y SABIENDO QUE EL PROPÓSITO SE CUMPLE, SERVIR A LOS DEMÁS Y GLORIFICAR ASÍ A DIOS.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Jehová Rohi, El Señor es mi Pastor (Salmo 23:1-3). Amado Señor, el siervo por excelencia, Dios que protege, provee, dirige, guía y cuida a su pueblo eres Tú, nos cuidas tiernamente como un pastor poderoso y paciente. Es por esto que hoy te pido, para poder servirte correctamente, que me des un noble corazón como el tuyo. Un corazón fuerte para aspirar por los altos ideales y no por opciones mediocres. Un corazón generoso en el trabajo, viendo en él no una imposición sino una misión que me confías. Un corazón grande en el sufrimiento, siendo valiente soldado ante mi propia cruz y sensible cirineo para la cruz de los demás. Un corazón grande para con el mundo, siendo comprensivo con sus fragilidades pero inmune a sus máximas y seducciones. Un corazón grande con los hombres, leal y atento para con todos pero especialmente servicial y dedicado a los pequeños y humildes. Un corazón nunca centrado sobre mí, siempre apoyado en Ti, feliz de servirte y servir a mis hermanos, ¡oh mi Señor! todos los días de mi vida dame un noble corazón. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.

                 

martes, 28 de junio de 2016

ÚNICA CONFIANZA

 

SALMO 31:1-3 En Ti, oh Señor, me he refugiado; no sea yo avergonzado jamás. Líbrame en tu justicia. Inclina a mí tu oído; líbrame pronto. Sé Tú mi roca fuerte, mi fortaleza para salvarme. Porque Tú eres mi roca y mi fortaleza, por amor de tu Nombre me guiarás y me encaminarás. (R.V.A.'15)


©  Tener en Dios nuestro Padre nuestra única confianza y creer en sus promesas, nos lleva a vivir seguros de que jamás seremos confundidos, que ningún argumento, ni filosofía podrá extraviarnos del camino que el Señor nos ha colocado.

 

Resulta fácil confiar en el Señor cuando las circunstancias son agradables, pero en los tiempos de dificultad, descansar en Él puede ser un reto. Sin embargo, eso es precisamente lo que Dios le dijo a David que hiciera:

"Invócame en el día de la angustia; te libraré" (Salmo 50:15).


©  Algunas razones para tener confianza en Dios.

1. Podemos confiar en el Señor gracias a su amor por nosotros.

Este amor Divino lo vemos demostrado claramente en la Biblia, por el carácter del Padre Celestial, la muerte expiatoria del Salvador y la adopción del creyente como hijo de Dios. (Juan 3:16)

2. Podemos confiar en nuestro Padre Celestial, por su sabiduría infinita.

Él sabe siempre qué es lo mejor para nosotros y sus juicios son perfectos. No entendemos todo lo que hay en el plan de Dios; en comparación con todo el claro panorama que Él tiene de nuestras vidas, vemos solo una imagen limitada de la realidad. Por tanto, es posible que lo que Él decida para nosotros no tenga sentido en ese momento. (Romanos 11:33)

3. Podemos confiar en el Señor porque Él es soberano.

En otras palabras, todo lo que Él decide hacer en su amor y su sabiduría, es capaz de realizarlo. Nada es un impedimento para Dios. Él tiene el control total de todas las cosas; hasta satanás tiene que conseguir su permiso antes de actuar (Job 1:9-12).

 

Es comprensible que no nos guste en absoluto la adversidad, y que podamos sentirnos tentados a preguntar: ¿Por qué, Señor? Sin embargo, al reconocer que Dios actúa con amor, sabiduría y soberanía, podemos saber que Él ha permitido la situación, y que tiene en mente nuestro bien. Por tanto, podemos sustituir el "¿por qué?" por gratitud y confianza.

 

CONFESIÓN DE FE:

POR CUANTO YO PUEDO RECONOCER LA ACCIÓN DE DIOS EN MI VIDA, A TRAVÉS DE SU AMOR, SABIDURÍA Y SOBERANÍA, TAMBIÉN PUEDO ESTAR INFINITAMENTE AGRADECIDO Y SIEMPRE CONFIADO.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El HaNeeman, el Dios Fiel y Confiable (Deuteronomio 7:9). Dios mío y Señor mío, mi única confianza esta puesta en Ti, pues se que todo lo que Tú dices y haces es 100% confiable, así que para mi eres la única confianza. Es por eso que hoy mi oración es un canto de alabanza en gratitud por todo lo que eres para mí y todo lo que has hecho y harás por mí. Gracias mi amado y fiel Señor y salvador Jesucristo, por tu amor y tu sabiduría aplicada a mi vida, y la soberanía que has ejercido en ella para que yo sea una mejor persona cada día. Amén.


Juan Manuel Lamus O.

                 

lunes, 27 de junio de 2016

OPORTUNIDAD

 

2 PEDRO 3:7-9 Por esa misma palabra, los cielos y la tierra que ahora existen han sido reservados para el fuego. Están guardados para el día del juicio, cuando será destruida la gente que vive sin Dios. Sin embargo, queridos amigos, hay algo que no deben olvidar: para el Señor, un día es como mil años y mil años son como un día. En realidad, no es que el Señor sea lento para cumplir su promesa, como algunos piensan. Al contrario, es paciente por amor a ustedes. No quiere que nadie sea destruido; quiere que todos se arrepientan. (N.T.V.)


©  La paciencia de Dios, una oportunidad para el arrepentimiento genuino.

La lenta reacción del Señor ante el pecado, muchas veces desconcierta a los creyentes.

©  ¿Por qué no castiga inmediatamente a quienes violan sus preceptos?

La breve respuesta se encuentra en el pasaje que estudiamos hoy: el Señor es paciente, para que todas las personas tengan la oportunidad de arrepentirse (Vs.9).

 

Por nuestra condición humana, queremos que las personas sufran por sus malas acciones. Jonás huyó de su deber de predicar en Nínive, porque temía que si sus habitantes se arrepentían, su Dios misericordioso se arrepentiría de destruir la ciudad. Y eso fue precisamente lo que sucedió; y en vez de alegrarse por el triunfo del Señor, el profeta se quejó por haber tratado a los ninivitas con paciencia y misericordia (Jonás 4:2). Jonás estaba enojado con Dios, a pesar de que él mismo había experimentado su misericordia. Con todo y lo asqueroso que fue aquello, creo que hay peores formas de disciplina que ser tragado y vomitado por un pez.

 

Los creyentes debemos estar agradecidos de que el Señor, a diferencia de los seres humanos, sea lento para la ira. Cuando somos rebeldes y testarudos, Él espera pacientemente que reconozcamos nuestra falta. La disciplina es dolorosa tanto para quien la recibe como para quien la aplica. Dios prefiere que veamos el error de nuestra actitud, que dejemos de pensar que estamos quedando impunes por nuestro pecado y que volvamos al camino recto. El Señor da un valor tan alto al arrepentimiento y a la preservación de la comunión con Él, que está dispuesto a retrasar el castigo por el pecado. Pero solo por un tiempo, al final su justicia exige una sanción.

 

CONFESIÓN DE FE:

NO ESPERARÉ QUE EL SEÑOR ME DISCIPLINE. EN VEZ DE ESO NO DESPERDICIARÉ LA OPORTUNIDAD QUE ME DA DE ARREPENTIRME, TRABAJARÉ EN PROCURA DE HACER LO CORRECTO Y VOLVER MI CORAZÓN A DIOS COMPLETAMENTE.

 

ORACIÓN:

Padre Misericordioso, Elohim Selichot, Dios de Perdón (Nehemías 9:17). Mi Dios y señor los hombres podemos ser rápidos para la ira y lentos para perdonar, pero gracias doy porque está en tu naturaleza el perdonar, pues tu deseo es que todos procedamos al arrepentimiento, gracias porque constantemente nos das la oportunidad, pues Tú eres un Dios perdonador, clemente y compasivo, tardo para la ira y grande en misericordia. Es por eso que quiero preservar mi comunión contigo y ser fiel y obediente a tus preceptos. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por la oportunidad que nos das de arrepentirnos antes de las consecuencias. Amén.


Juan Manuel Lamus O.

               

domingo, 26 de junio de 2016

"LA CONFRONTACIÓN"

 

PROVERBIOS 28:23

Quien reprende será al final más apreciado que el de lengua aduladora.

(B.L.P.H.)

 

©  La verdad es la meta del conocimiento, por esta razón, es un fin tan importante; entonces todos deseamos confrontar una mentira u ofensa.

©  A nivel personal, cualquier persona habrá vivido la experiencia de querer confrontar una información concreta.

Ø  Por ejemplo, cuando una persona tiene un malentendido en su grupo de amigos puede confrontar las distintas versiones de lo ocurrido afrontando la situación al hablar cara a cara.

Ø  Del mismo modo, desde el punto de vista sentimental, cuando una persona sufre una infidelidad desea saber qué ha pasado para tomar la decisión de continuar con esa historia de amor o por el contrario, romper la relación.


1. ¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DE CONFRONTACIÓN?


©  Diccionario:

Ø  Colocar a dos personas una frente a otra, con el fin de examinar en conjunto sus semejanzas o diferencias para conversarlas.

Ø  Carear o poner a una persona frente a frente con otra para que debatan o discutan sobre un asunto o para examinar sus aseveraciones.

©  Bíblicamente:

Ø  Es cuando una persona habla a otra con la que se encuentra en conflicto, con el objetivo de aclarar las diferencias según Cristo y a la vez ganar a su hermano.

Ø  Esto quiere decir que junto a nuestro hermano reconocemos la verdad en Dios, perdonándonos y trayendo a la luz la situación para permitir que Dios tome el control y se glorifique resolviendo dicho conflicto.


2.   DOS CONCEPTOS IMPORTANTES

 

i.  Restaurar: Es la acción de ganar al hermano, quien nos ha ofendido, restableciendo de nuevo así la relación. (Gálatas 6:1-7)

Ø  Dios delegó esta responsabilidad sobre el ofendido, ya que este se encuentra en la luz, mientras que el ofensor, al ignorar que te ha ofendido, permanece en tinieblas.

 

ii.Perdonar: Es la decisión de no tomar en cuenta las ofensas que otros comenten contra ti, poniendo los principios espirituales y la justicia de Dios por encima de las emociones y de la justicia humana. (Mateo 18:21,22; 2 Corintios 5:19)

Ø  Jesús nos enseño que debemos perdonar sin límites hasta setenta veces siete, esto es cuantas veces sea necesario, infinitamente.

Ø  El Señor espera que tratemos a los demás igual que Él nos trata a nosotros. (Lucas 6:31)

Ø  La vida del creyente con respecto a otros se basa en la justicia de Dios y no en la justicia propia.


3. OBJETIVOS DE LA CONFRONTACIÓN: (El Principio de las 3 G's)

 

i.  Glorificar a Dios:

Ø  En la confrontación así como en los demás principios de vida, nuestro objetivo primordial es el de glorificar a Dios.

Ø  Así promovemos que su Reino se establezca en nuestra vida, en la de nuestros hermanos y en nuestras relaciones interpersonales.

 

ii.Guardar a tu hermano:

Ø  Otro objetivo de este principio es ser guardián de nuestros hermanos.

Ø  Es importante que cuando veamos que uno de nuestros hermanos está incurriendo en una debilidad o en una mala proyección, que lo confrontemos en vez de juzgarlo y hablar mal de él. (Gálatas 6:1)

 

iii.Ganar a tu hermano:

Ø  Dios también nos ha proporcionado este principio para ayudar a restaurar el alma de nuestros hermanos y traer la luz de Dios a determinadas áreas o situaciones de sus vidas.


©  La Palabra es muy clara cuando dice en:


MATEO 18:15 

Por tanto si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere has ganado a tu hermano. (V.R.V.)


4. PAUTAS DE LA CONFRONTACIÓN:

©  Cada vez que un hermano nos ofenda (peque contra uno), se deben tener en cuenta tres aspectos fundamentales de la confrontación:

 

i.  ¿Cómo hacerlo?

Ø  Al confrontar al hermano antes que todo debemos anteponer el amor. (1   Juan 2:10,11)

Ø  Recuerde que la Biblia nos enseña a amarnos unos a otros y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. (1 Juan 5:2; Gálatas 5:14)

Ø  Nuestro modelo es nuestro Señor Jesús y también debemos imitarlo en la forma de confrontar. (Marcos 10:21A)

Ø  No debemos olvidar que nuestro deseo es glorificar a Dios y restaurar la relación; nuestro enfoque debe ser la ofensa y no el ofensor.

Ø  Hay que entender que en todo conflicto  ambas personas están involucradas, por lo tanto no se debe tener la actitud de culpar al otro y pensar que uno es quien tiene la razón.

 

ii.  ¿Cuándo hacerlo?

Ø  Se debe escoger un momento en que los sentimientos y las emociones no vayan a entorpecer el proceso de confrontación.

Ø  Sin llegar al extremo de esperar tanto tiempo que nos veamos traicionados por nuestras  emociones y eludamos la confrontación.

Ø  Es recomendable apartar una cita con esa persona para abrirle el corazón y ganarlo en amor.

Ø  Recuerde que el primero que debe enterarse de la falta es el ofensor y no otros.

 

iii.¿Dónde hacerlo?

Ø  Es muy importante escoger un lugar apropiado para realizar la confrontación.

Ø  Debe ser un sitio donde puedan estar a solas, sin interrupciones y donde la persona que va a ser confrontada no se sienta amenazada.

Ø  De este modo evitaremos sorpresas emocionales que interrumpan el proceso de confrontación o nos desvíen del mismo.


5. CUATRO FASES PARA REALIZAR UNA BUENA CONFRONTACIÓN

©  Hay que tener en cuenta las etapas y cada una de las actitudes que pueden surgir.

©  Antes de realizar la confrontación debemos ser bien objetivos en los puntos a plantear, revisarnos primero, haber comparado el punto de nuestra confrontación con los principios bíblicos y estar inclusive preparados para recibir el rechazo de nuestro hermano.

 

FASE 1: Colchón de Amor

©  La primera fase de la confrontación consiste en guardar el corazón de nuestro hermano, demostrando el amor que sentimos por él y lo importante que es nuestra relación.

Ø  De esta forma no se sentirá rechazado y comprenderá que no es algo personal, sino que se trata de una proyección negativa a la cual debe morir entregándosela a Dios.


©  Durante esta primera fase puede surgir un momento de justificación.

Ø  Ya que la primera reacción natural que aparece cuando confrontamos a alguien que nos ofendió, es la justificación, pues toda persona tiene el instinto natural de defenderse.

Ø  El ofendido debe entender esto para no juzgar al ofensor.

Ø  El método de combatir esta actitud es asegurando a la persona en amor antes de confrontarlo, de esta manera contrarrestamos los sentimientos de temor y rechazo que hay en el ser humano.


©  Hay que entender que en esta fase se presenta un momento de efervescencia  y calor.

Ø  Las emociones están a flor de piel, produciéndose muchas veces el llanto y subidas en el tono de la voz.

Ø  En pocas palabras, este es un momento de tensión donde se ven involucrados nuestros sentimientos.


©  En caso de ser usted el confrontado, deberá escuchar la queja, humillarse y luego proceder a dar la explicación correspondiente, si es que la hay.

Ø  Puede que no sea consciente de la falta, pero que si haya incurrido en una ofensa contra el hermano. Como dijo David: (Salmo 19:12)

Ø  Hay otros casos  en que podemos ofender a los demás a través de alguna proyección de nuestra personalidad, mas sin embargo no haber pecado contra ellos.

Ø  La verdad es que es imposible agradar a todo el mundo, puesto que todos los seres humanos somos diferentes.

 

FASE 2: Puntos de la confrontación

©  Es en esta fase cuando debemos explicar cuáles fueron las proyecciones negativas de la persona.

Ø  Es necesario ser bien objetivo y explicito para no caer en ambigüedades que puedan desviar el curso de la confrontación.

Ø  Bajo ninguna circunstancia debemos utilizar un lenguaje ofensivo o acusador, lo cual degeneraría en malos entendidos y emociones encontradas.

Ø  Durante esta fase llegaremos a un momento de reconocimiento en el que el pecado va revelándose al confrontado.

Ø  Si el ofensor no reconoce su culpa, entonces debemos proseguir con mucho amor y paciencia en el desarrollo de la confrontación, teniendo en cuenta lo que Jesús dijo:

 

MATEO 18:16,17

Más si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.(V.R.V.)

 

Ø  Los testigos que llames para la confrontación deben ser personas espiritualmente maduras, en lo posible líderes, para que así la situación sea manejada con madurez.

Ø  Si aún después de esto, la persona no recibe la confrontación, es necesario dirigirse a los pastores para que ellos se encarguen de la situación.


©  De ser uno el confrontado, el deber es recibir la confrontación, aun cuando no estemos de acuerdo.

Ø  Llevársela con uno y buscar guía en el Espíritu Santo o en el Pastor, para que nos ayude a comprender la mala proyección.

 

FASE 3: Sugerencias, alternativas o soluciones a la confrontación

©  Llegados a este punto, debemos exponer al hermano cuales serían las posibles soluciones a las mencionadas "malas conductas" u "ofensas".

Ø  Utilizando la Palabra de Dios o los principios bíblicos para resolver esta situación.

 

FASE 4: Apoyo al hermano

©  Esta es la última fase es cuando se debe ofrecer al hermano todo el apoyo y amor.

Ø  Expresándole que cuenta con uno, cualquiera que fuese la decisión que se vaya a tomar.

Ø  Debe ofrendarle su ayuda, alentándole a que entregue esas áreas a Dios en los cuales es él y no Dios quien todavía ejerce el control.


©  Después del reconocimiento del pecado por parte del hermano, viene el momento más glorioso de la confrontación: la reconciliación.

Ø  Aquí el ofendido y el ofensor se perdonan mutuamente, restauran su relación y refuerzan el pacto de amor y de hermandad en Cristo Jesús.


©  Si es usted el confrontado, este será un buen momento para ejercer el principio del perdón.

Ø  Podrá pedirle perdón al hermano, dándole las gracias por guardarle, ayudarle y amarle incluso en sus debilidades.


6. OBSTÁCULOS DE LA CONFRONTACIÓN

 

i.  Temor:

Ø  De desnudar nuestras debilidades y cambiar en forma negativa la imagen que los demás tienen de nosotros.

Ø  Esto es dado a múltiples causas, tales como orgullo, miedo al rechazo, falta de carácter, guardar las apariencias, etc.

 

ii.Huir:

Ø  Del mal sentimiento que nos produce herir a otros.

Ø  La razón por la cual esto ocurre es porque tenemos la tendencia a pensar primero en nosotros y luego en los demás, siendo egoístas.

Ø  Vivir en el "Yo" no permitirá tener la confrontación como un estilo de vida.

Ø  Debemos primeramente guardar a nuestro hermano, antes que dejarnos llevar por nuestros sentimientos.

 

iii.Suponer:

Ø  Creer que la otra persona se va a justificar y no va a recibirla.

Ø  Estas son suposiciones que provienen de nuestra carne y a las cuales no debemos prestar atención.

Ø  Cuando la persona confrontada no escuche o no reciba la confrontación, no hay razón para afligirnos o molestarnos, ya que estamos obrando correctamente ante los ojos de Dios, dejando sembrada una semilla.

Ø  En este caso debemos acudir a una autoridad superior y orar al Espíritu Santo para que le dé convicción de pecado a dicha persona.

 

iv.Rabia:

Ø  Hacer la confrontación desde un sentimiento de rabia, resentimiento o ira.

Ø  Siempre lo mejor es ir con el carácter de Cristo: "Manso y humilde" sabiendo que nadie escapa y que todos cometemos errores.

 

JUAN 13:34,35

Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros.

Tal como Yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros.

El amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis discípulos. (N.T.V.)

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad


Juan Manuel Lamus O.

                 

sábado, 25 de junio de 2016

¡¡¡NO EMPEQUEÑEZCAS!!!


©  Hay hombres cuyas palabras son como golpes, pero la lengua de los sabios es medicina.

 

Todo lo que tú necesitas saber en cuanto a la salud mental, puede ser resumido en dos palabras:

©  ¡¡¡No empequeñezcas a los demás!!!

 

La mayoría de los problemas emocionales y mentales podrían ser eliminados si todos practicáramos esta verdad. 

©  ¡Cómo cambiaría todo si viviéramos conforme a ella!


©  ¡¡¡No empequeñezcas!!!

Ø  No hagas nada que pueda hacer que alguien se sienta menospreciado.

Ø  No juzgues ni critiques de una forma que disminuya la autoestima y el sentir de otras personas.

Ø  La mayoría de los crímenes, abusos, fracasos, problemas, hogares destruidos y adicciones a drogas y alcohol, pueden ser atribuidos a una autoestima herida.


©  ¡¡¡No empequeñezcas!!!

Ø  No lo olvides, vívelo, enséñalo a los demás y principalmente a tus hijos para que no cometan los errores por los cuales la mayoría hemos pasado.

Ø  Mantén tu enfoque sobre lo positivo de los demás.

Ø  Resalta siempre lo bueno en cada persona.

Ø  Anima siempre a tu prójimo.

Ø  Trata a los demás de la misma forma en que quisieras ser tratado.

Ø  Habla palabras que ayuden y sanen.

Ø  Evita palabras que destruyan y causen dolor.


©  ¡¡¡Tus palabras sí importan!!!!

Ø  Ellas pueden traer vida o muerte.

Ø  Utiliza tus palabras sabiamente, edifica a los demás.

 

PROVERBIOS 10:20,21

Las palabras sabias satisfacen igual que una buena comida; 

Las palabras acertadas traen satisfacción.

La lengua puede traer vida o muerte; los que hablan mucho cosecharán las consecuencias. (N.T.V.)

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida, y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud y mucha Prosperidad


Juan Manuel Lamus O.

                  

viernes, 24 de junio de 2016

CONFRONTAR

 

LUCAS 6:27-31 Pero a ustedes, los que oyen, les digo: Amen a sus enemigos y hagan bien a los que los aborrecen; bendigan a los que los maldicen y oren por los que los maltratan.  Al que te hiera en la mejilla preséntale también la otra; y al que te quite el manto no le niegues la túnica. A cualquiera que te pida dale; y al que tome lo que es tuyo no se lo vuelvas a pedir. Y como quieren que hagan los hombres con ustedes, así también hagan ustedes con ellos. Porque si aman a los que los aman, ¿qué mérito tienen? Pues también los pecadores aman a los que los aman. (R.V.A.'15)


©  El amor al ofensor, la regla de oro para confrontar.

Inmediatamente después de su arresto, Jesús fue interrogado por el sumo sacerdote. Cuando dio una respuesta "no satisfactoria", uno de los oficiales lo golpeó en el rostro. En vez de ofrecer literalmente la otra mejilla para que se la abofeteara, el Salvador cuestionó serenamente la injusta acción del hombre. El Señor no se defendió ni respondió de manera agresiva, pero se negó a aceptar el abuso, a pesar de que iba a recibir más (Juan 18:21-23).

 

El pasaje de la Biblia que nos dice que pongamos la otra mejilla perturba a muchos cristianos, entonces la pregunta es:

©  ¿Debemos quedarnos quietos, sin responder, mientras alguien nos golpea física o emocionalmente?

¡No! Pero no debemos responder con la misma moneda. Sin duda, el orgullo provocará el deseo de que nos venguemos del colega que nos avergonzó en una reunión, o del familiar que nos dijo palabras hirientes, o el amigo que nos defraudo, o la pareja que nos traicionó. Pero no debemos devolver mal por mal o insulto por insulto, sino más bien bendecir (1 Pedro 3:9).

 

En la práctica, la situación determinará la forma que tomará nuestra respuesta. Puede ser que necesitemos ignorar las acciones de la otra persona, alejarnos de la situación, o confrontar a nuestro supuesto enemigo, la confrontación destinada a ganar y guardar al hermano, y lograr entendimiento y reconciliación está bien, esta glorifica a Dios. De hecho, el Señor Jesús nos enseña que convirtamos a los antagonistas en amigos por medio de la conversación respetuosa (Mateo 18:15). Preguntarle: "¿Por qué tienes ese sentimiento contra mí?", puede revelar el poder del amor incondicional para ayudar a un alma que sufre, a pesar del potencial que tiene para herirnos.

©  ¿Pudiera Dios estarle llamando a mostrar este amor ágape?

 

CONFESIÓN DE FE:

PROCURARÉ CON AMOR Y MUCHO RESPETO CONFRONTAR A MIS OFENSORES, DE MANERA QUE PUEDA GUARDARLOS DE JUICIO, GANARLOS PARA DIOS Y DE ESTA FORMA GLORIFICARLO A ÉL, DEPONDRÉ MI ORGULLO Y PERDONARÉ.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, El Kjesed, Dios de Amor Inagotable (Salmo 25:6). Mi amado Dios y Señor, Tú has sido llamado "Príncipe de Paz", y en las relaciones que tuviste en la tierra lo has modelado, por eso hoy te pido la mansedumbre y benignidad necesarias para lograr vivir en paz con todas las personas, como es tu voluntad. Amarlas y orar por ellas es una instrucción que Tú nos has dado, así que te pido también la valentía y ser un siervo esforzado para cumplir tu Palabra dejando de lado mis intereses y problemas de convivencia e interrelaciones con mis semejantes, ayúdame a tener el carácter suficiente y necesario para confrontarlas en amor. Gracias Dios mío, Jehová Shalom, Dios de paz, que tu mano esté siempre sobre nosotros. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.

                 

jueves, 23 de junio de 2016

VESTIRSE

 

COLOSENSES 3:12,13 Por tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, vístanse de profunda compasión, de benignidad, de humildad, de mansedumbre y de paciencia; soportándose los unos a los otros y perdonándose los unos a los otros, cuando alguien tenga queja del otro. De la manera que el Señor los perdonó, así también háganlo ustedes. Pero sobre todas estas cosas, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto. (R.V.A.'15)


©  La paciencia: Nuestro don del espíritu con el cual hay que vestirse, para ponerlo al servicio de los necesitados y afligidos.

Cuando tenemos problemas o sufrimientos, acudimos a otros para que escuchen con paciencia nuestros lamentos. Pero me pregunto con qué frecuencia buscamos ser la persona que gentilmente da un paso al frente para compartir la carga de alguien que está afligido.

©  Pablo animó a los creyentes a "vestirse" de misericordia, benignidad y paciencia.

 

En otras palabras, no venimos desde el seno materno equipados con estos atributos, sino que somos capacitados por la práctica al imitar a Cristo cuando sobrellevamos mutuamente las cargas y nos perdonamos unos a otros. El Espíritu Santo está más que dispuesto a instruirnos en la manera correcta para producir el fruto espiritual. El Señor nos da entonces las oportunidades para poner en práctica tales aptitudes.

 

Tendemos a clasificar a la paciencia restringidamente como "espera". Esa, sin duda, es parte de la definición, pero también lo son conceptos tales como el aguante, la perseverancia y la persistencia. Cuando nos vinculamos con otros, estamos sufriendo sus dificultades juntamente con ellos o perseverando en nuestros intentos de ofrecer ayuda. Estamos demostrando interés, escuchando y sirviendo hasta donde podemos. Al poner a la paciencia en la lista del fruto espiritual, Dios está diciendo que todo creyente puede desarrollar esta cualidad. Aparte de otros dones y talentos que usted posea, la paciencia es un atributo del cual puede vestirse. Practíquela para la gloria de Dios y como una manera de servir a su prójimo.

 

CONFESIÓN DE FE:

EN UN MUNDO QUE INSISTE EN HACERLO TODO RÁPIDAMENTE, LA PACIENCIA ES UN REGALO MARAVILLOSO QUE PODEMOS DAR A OTRA PERSONA, ASÍ QUE LA PRACTICARÉ CON DILIGENCIA YA QUE ME HA SIDO DADA POR DIOS COMO FRUTO DE MI ESPÍRITU.

 

ORACIÓN:

Padre Santo, El Kjesed, Dios de Amor fiel e inagotable (Salmo 25:6). Mi amado Rey y Señor Jesucristo, hoy quiero darte gracias por tu predisposición incondicional y altamente favorable hacia nosotros, los que en Ti creemos y en Ti confiamos; porque estas lleno de amor, misericordia, bondad, lealtad, fidelidad y sobre todo paciencia, y ese amor que asume obligaciones elegidas voluntariamente. Pero hoy quiero, además, que me ayudes a que estas virtudes de tu ejemplo de amor fiel e inagotable, se arraiguen en mi vida, y especialmente la paciencia, que me pueda vestir con ella para ponerla al servicio de mis semejantes, primeramente de aquellos necesitados y afligidos. He orado en el poderoso nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.

                 

miércoles, 22 de junio de 2016

ETERNAS

 

SALMO 40:1-4 Pacientemente esperé al Señor, y Él se inclinó a mí y oyó mi clamor. Me hizo subir del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso. Puso mis pies sobre una roca y afirmó mis pasos. Puso en mi boca un cántico nuevo, una alabanza a nuestro Dios. Muchos verán esto y temerán, y confiarán en el Señor. Bienaventurado el hombre que pone su confianza en el Señor y no vuelve la mirada a los soberbios ni a los que se enredan con la falsedad. (R.V.A.'15)


©  Las recompensas de la paciencia son eternas.

La Biblia contiene muchas historias de personas que esperaron años o incluso décadas antes de que las promesas del Señor se cumplieran. Lo que los creyentes modernos pueden aprender de la paciencia de siervos como Abraham, José, David y Pablo, es que esperar en el Señor tiene recompensas eternas.

 

Veamos hoy al monarca más memorable de Israel. David era el heredero elegido al trono de Israel, pero pasó años esquivando la furiosa persecución del rey Saúl. A pesar de haber tenido dos oportunidades diferentes para vengarse, David resistió la tentación y no le quitó la vida al rey Saúl. Prefirió seguir el plan de Dios para su coronación, en vez de deshonrar al Señor matando al rey. Los salmos de David revelan su conocimiento de la obra de Dios en su vida. No solo logró su objetivo por su paciencia, sino que también se dio cuenta de que la dirección de Dios era siempre la mejor.

 

David dejó un testimonio extraordinario de la fidelidad de Dios para ser leído y meditado. Tomó la decisión de esperar en el Señor, y el resultado tuvo la aprobación y la bendición del Padre Celestial. No podemos subestimar la recompensa de vivir bajo la aprobación Divina, esto no es una condición especial reservada para "gigantes de la fe" como David. Todos los que esperan obedientemente hasta que el Señor actúe en favor de ellos, permanecen en su Gracia. David no recibió bendiciones por ser especial, fue honrado entre los hombres porque honraba al Señor por encima de todo, y porque confiaba en la fidelidad de Dios, soportó las dificultades con paciencia.

©  Nosotros, también, podemos contar con que seremos bendecidos si esperamos en el Señor con paciencia, pues sus recompensas son eternas.

 

CONFESIÓN DE FE:

COMO DICE LA REFLEXIÓN DE HOY, CREO QUE TODOS LOS QUE ESPERAN OBEDIENTEMENTE HASTA QUE EL SEÑOR ACTÚE EN FAVOR DE ELLOS, PERMANECEN EN SU GRACIA; POR LO TANTO YO ESPERARÉ EN ÉL, SEGURO DE OBTENER SUS RECOMPENSAS ETERNAS.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Chanun, Dios lleno de Gracia (Juan 1:16,17). Dios mío y Señor mío, se que tu naturaleza está llena de Gracia, para dar generosamente, aún cuando no lo merezcamos, pero es claro que debemos someternos a tus designios pues tus tiempos son diferentes de los nuestros, es por eso que yo estoy dispuesto siempre a esperar en Ti, pero también es cierto que espero lo mejor, pues solo de Ti puede venir. Gracias quiero darte hoy, mi Señor y Salvador Jesucristo, pues en Ti la paciencia siempre será bien recompensada y por la eternidad. Amén.


Juan Manuel Lamus O.

                 

martes, 21 de junio de 2016

CLAMEMOS

 

SALMO 57:1-3 ¡Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia! En Ti busco la protección. Me esconderé bajo la sombra de tus alas hasta que haya pasado el peligro. Clamo al Dios Altísimo, a Dios, quien cumplirá su propósito para mí. Él mandará ayuda del cielo para rescatarme, y avergonzará a los que me persiguen. Mi Dios enviará su amor inagotable y su fidelidad. (N.T.V.)


©  Cuando clamamos a Dios, hagámoslo con la oración que le agrada.

©  Cuando usted enfrenta una crisis, ¿qué es lo primero que hace?

La respuesta natural es tratar de solucionar el problema con sus propias fuerzas.

 

Sin embargo, Dios nos ofrece una manera diferente de enfrentar las dificultades.

David no fue ajeno a la presión o a las repentinas apariciones del mal. Cuando escribió el Salmo 57, enfrentaba muchas dificultades, incluyendo la persecución del rey Saúl, que quería asesinarlo (1 Samuel 24). La respuesta del pastor de ovejas y futuro rey de Israel, fue clamar a Dios y refugiarse en Él hasta que su calamidad cesara, y esto le agrado a Dios.

 

Aprendamos del ejemplo de David, examinando sus palabras, nos centraremos en Aquel a quien el salmista clama, nuestro Dios Todopoderoso:

1. David se refiere a Dios como El Elyon, o Gobernante Supremo; Él es el Altísimo, con todo poder y sabiduría, el único que puede ayudarnos en nuestra necesidad.

2. El salmo dice que Dios es nuestra roca y refugio, El Sali (Salmo 62:7). Si Él es un lugar de refugio para nuestra alma, entonces no tenemos que temer. Él ronda sobre nosotros y nos protege cuando surgen las crisis.

3. El salmo expresa plena confianza de que el Todopoderoso puede realizar, y realizará, todas las cosas, El Shaddai (Génesis 17:1). Él hará lo que sea necesario para intervenir a nuestro favor y para pedir cuentas a quienes nos atacan, rodeándonos con su amor y su verdad.

 

Durante su tiempo en la Tierra, Jesús demostró su gran amor. Por tanto, podemos acercarnos a Él cuando nuestro corazón está atribulado, clamando por su ayuda y protección, esto le agrada a Él.

 

CONFESIÓN DE FE:

SÉ QUE PUEDO CLAMAR, IR DELANTE DEL TRONO DE AQUEL QUE ES MI PODEROSO PROTECTOR, QUE TIENE EL PODER Y EL DESEO DE LLEVAR A CABO TODO LO QUE YO NECESITE.

 

ORACIÓN:

Padre Santo que estás en los cielos, El Sali, Dios es mi Roca (Salmo 62:7). Grande en misericordia, Dios Todopoderoso, nuestro Refugio y Protector, Gobernante Supremo de todo el universo, Altísimo y lleno de sabiduría; gracias quiero darte hoy porque yo puedo invocar tu Nombre que está lleno de atributos para ayudarme en todas mis necesidades, protegerme cuando surgen las crisis y rodearme de tu amor y tu verdad, interviniendo a mi favor cuando los enemigos quieren atacarme. Qué más podría yo pedir, sino más bien dar infinitas gracias por todos estos beneficios, de los que puedo gozar solo por creer y confiar en ti plenamente. Gracias Espíritu Santo por ser mi Señor, Protector, Ayudador y Consolador en toda circunstancia y lugar. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús. Amén.


Juan Manuel Lamus O.