jueves, 23 de febrero de 2017

ESCUELA

 

MATEO 16:6-12 ¡Atención! les advirtió Jesús.

-  Tengan cuidado con la levadura de los fariseos y con la de los saduceos.

Al oír esto, comenzaron a discutir entre sí pues no habían traído nada de pan. Jesús supo lo que hablaban, así que les dijo:

-  ¡Tienen tan poca fe! ¿Por qué discuten los unos con los otros por no tener pan? ¿Todavía no entienden? ¿No recuerdan los cinco mil que alimenté con cinco panes y las canastas con sobras que recogieron? ¿Ni los cuatro mil que alimenté con siete panes ni las grandes canastas con sobras que recogieron? ¿Por qué no pueden entender que no hablo de pan? Una vez más les digo: Tengan cuidado con la levadura de los fariseos y de los saduceos.

Entonces, al fin, comprendieron que no les hablaba de la levadura del pan, sino de las enseñanzas engañosas de los fariseos y de los saduceos. (N.T.V.)


©  Cuando nos encontramos en la escuela de la fe ella crece y se afirma, y nuestra confianza en Cristo se ve fortalecida para hacer su obra.

 

El Señor Jesús pasó mucho tiempo desarrollando la fe de sus discípulos, porque sabía que eso sería esencial para las tareas que tendrían por delante. Durante más de tres años asistieron a una escuela de fe, con Jesús como su instructor y con las Sagradas Escrituras como el libro de texto. A veces, Cristo utilizó la instrucción verbal, pero enseñó muchas lecciones por medio de demostraciones: Sanó a enfermos, echó fuera demonios, alimentó a miles y calmó el mar. La enseñanza a los discípulos incluyó pruebas que revelaban si creían realmente que Jesús era el Mesías. A veces, la comprensión de los discípulos era lenta, pero Cristo nunca se dio por vencido. Los amonestó cuando demostraron falta de confianza (Marcos 4:40), y elogió sus señales de progreso (Mateo 16:15-17). Su objetivo era establecer firmemente su fe, para que pudieran realizar la obra de Él, en y por medio de ellos. Después de su ascensión, mandó a sus hombres a difundir el evangelio de la salvación hasta los lugares más remotos de la Tierra. Sin fe, habrían fracasado.

 

El Señor tiene el mismo objetivo para nosotros: acrecentar nuestra fe para que podamos hacer la obra que Él ha dispuesto para nosotros. Si nuestra fe es grande, Él logrará cosas sorprendentes en y por medio de nosotros. El Señor nos utiliza solo en la medida que confiemos en Él. El desarrollo de la fe es vital para el seguidor de Cristo, por tanto, Dios espera que creamos lo que la Biblia dice acerca de Él y le depositemos nuestra confianza en medio de las pruebas, no en nuestro propio entendimiento.

 

CONFESIÓN DE FE:

¡CUANTO MÁS LE CREEMOS AL SEÑOR, NUESTRA FE CRECE Y SE AFIRMA!, ASÍ QUE YO ESTARÉ LISTO PARA DESARROLLAR SU OBRA, CON BASE EN ESTA VERDAD BÍBLICA FUNDAMENTAL.

 

ORACIÓN:

Señor Jesús, Rabí, Maestro y Mayor (Mateo 23:8).  Mi Dios y Señor, hoy quiero darte gracias por haberme escogido para ser uno de tus discípulos, es para mí un privilegio ser enseñado y dirigido por Ti; y para que mi fe crezca y poder desarrollar tu obra con amor y responsabilidad, estoy dispuesto a someterme a la escuela de la fe, creyendo sin condición ni duda todo lo que la Palabra de Dios, la Biblia, dice acerca de Ti, y que pueda basarme en ello y no en mi propio entendimiento para lograr tu propósito para mi vida. Gracias mi Señor y salvador Jesucristo por todas tus enseñanzas. Amén.


Juan Manuel Lamus O.