RECTITUD
GÁLATAS 5:16-18 Por eso les doy este consejo: dejen que el Espíritu guíe su vida y no complazcan los deseos perversos de su naturaleza carnal. Nuestra naturaleza carnal desea lo que está en contra del Espíritu y el Espíritu desea lo que está en contra de la naturaleza carnal. Los dos se oponen. Por eso resulta que ustedes no están haciendo lo que realmente quieren, pero si se dejan guiar por el Espíritu, quedan libres de la ley. (P.D.T.)
© Obstáculos a la rectitud y la santidad. El Espíritu Vs. La carne.
Solo porque algo sea normal o "muy común" porque todo el mundo lo hace, no significa que sea correcto o beneficioso para nosotros. De hecho, obstaculizamos los planes de Dios para nuestra vida cuando ponemos la mente en las cosas, actitudes, ideas y hábitos pecaminosos, o incluso aspiraciones comunes como el dinero, el sexo, la fama y el poder.
© La razón es que el hombre natural no percibe las cosas de Dios (1 Corintios 2:14):
Ø Observe que no hay nada malo en comer, pero la Biblia cataloga a la glotonería como pecaminosa (Proverbios 23:20,21).
Ø Tampoco hay nada inmoral en la intimidad sexual cuando se practica dentro de los parámetros del matrimonio dados por Dios.
Mientras nuestros deseos carnales estén sometidos a la dirección del Espíritu Santo, nuestra relación con Dios puede continuar armoniosamente, pero cuando los anhelos se desenfrenan, nuestra comunicación con el Señor se obstruye.
Para dar al Espíritu Santo el control de nuestra vida, debemos estar convencidos de que no podemos vivir rectamente con nuestras propias fuerzas. La mayoría de nosotros no se da cuenta de que vivir de una manera agradable a Dios requiere de convicciones claras, que luchemos y que entreguemos a Él todo nuestro ser: mente, voluntad, emociones y conciencia. Pídale a Dios que le revele sus áreas de debilidad, y luego entréguele cada fragilidad de cada área cuando ésta se revele. Pero esto hay que hacerlo, no una sola vez, sino todos los días.
© Cada mañana, cuando despierte, es sabio que le diga al Señor…
CONFESIÓN DE FE:
PADRE, HOY SOY TOTALMENTE TUYO. NO PUEDO VIVIR EN SANTIDAD POR MÍ MISMO, PERO TE PIDO QUE TÚ VIVAS LA VIDA CRISTIANA EN MÍ. ESTOY DECIDIDO A VENCER LOS OBSTÁCULOS QUE ME IMPIDAN VIVIR EN RECTITUD.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El HaKadosh, Dios Santo (Isaías 5:16). Mi amado Dios y Señor, Tú eres Único, distinto de toda la creación y no hay nadie ni nada como Tú, es por eso, Señor de los Ejércitos Celestiales, por lo que serás exaltado, por tu justicia; y tu santidad está siempre demostrada por tu rectitud. Hoy vengo a tu Presencia, mi Señor Jesús, clamando para que me ayudes a ser como Tú, santo y recto, de manera que mi comportamiento se ajuste al estilo de vida que me has modelado y a tus preceptos, y caminando en rectitud pueda así dar el fruto que esperas, siendo sabio, inteligente y reflexivo. Gracias mi Señor y Salvador Jesucristo por darme las herramientas para lograr tus propósitos para mi vida, he orado en tu Poderoso Nombre. Amén.