sábado, 18 de diciembre de 2021

LA MAYOR SALVACIÓN IMAGINABLE

 

JEREMÍAS 31:31

Se acerca el día, dice el Señor,

en que haré un Nuevo Pacto con el pueblo de Israel y de Judá.

(NTV)

 

Dios es Justo y Santo, y separado de pecadores como nosotros.

Éste era nuestro problema principal en la Navidad y en cada temporada.

 

Entonces ¿Cómo podemos ser reconciliados con el Dios Justo y Santo?

 

Dios es misericordioso y, en el pasaje que estudiamos hoy, podemos ver que ha prometido, inclusive quinientos años antes de Cristo, que algún día Él haría algo nuevo.

Reemplazaría las sombras con la Realidad del Mesías.

Vendría poderosamente a nuestras vidas.

Escribiría Su voluntad en nuestros corazones para que no estuviéramos obligados desde afuera sino dispuestos desde adentro para amarle, confiar en Él y seguirle.

 

Esa sería "La Mayor Salvación Imaginable".

Si Dios nos ofreciera la mayor Realidad en el universo para disfrutar y si obrara en nuestras vidas para asegurar que la disfrutáramos con la mayor libertad y placer posibles, este sería un regalo de Navidad por la cual vale la pena cantar.

 

Esto es, de hecho, lo que prometió.

Pero había un gran obstáculo: Nuestro pecado, nuestra separación de Dios debido a nuestra injusticia.

 

¿Cómo puede el Dios Justo y Santo tratar a pecadores como nosotros con tanto amor como para darnos la mayor Realidad en el universo, Su amado Hijo Jesús, a fin de disfrutarle con el mayor gozo posible?

 

La respuesta es que Dios puso nuestros pecados sobre Su Hijo, y los juzgó allí, para que Él pudiera olvidarse de ellos y para que pudiera tratarnos con misericordia, sin dejar de ser Santo y Justo.

 

HEBREOS 9:28

Cristo fue ofrecido una sola vez y para siempre, a fin de quitar los pecados de muchas personas. Cristo vendrá otra vez, no para ocuparse de nuestros pecados, sino para traer salvación a todos los que esperan con anhelo su venida. (NTV)

 

Cristo llevó nuestros pecados en su propio cuerpo cuando murió.

Recibió nuestro juicio.

Pagó nuestra culpa.

 

Y todo eso significa que los pecados fueron borrados.

No permanecen en la mente de Dios como una base de condenación.

En ese sentido, Él se olvida de ellos.

Fueron consumidos en la muerte de Jesucristo.

 

Eso significa que…

 

Con el Advenimiento Dios es libre, en su justicia,

para darnos el Nuevo Pacto, nos da a Cristo…

¡¡¡la mayor Realidad en el universo, para nuestro deleite!!!

 

Así Dios escribe su propia voluntad, su propio corazón, en nuestros corazones para que podamos amar a Cristo y confiar en Cristo y seguir a Cristo, desde adentro para afuera, con libertad y gozo.

 

Un Abrazo, Dios te bendiga y te guarde, haga resplandecer su rostro sobre ti,

y tenga de ti misericordia; y permita que prosperes en todas las áreas de tu vida,

y derrame sobre ti muchas bendiciones de Vida, Paz, Amor, Salud

y mucha Prosperidad en esta Navidad


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri