MODELO DE ORACIÓN
MATEO 6:9-13 Ustedes, pues, oren así: Padre nuestro que estás en los cielos: Santificado sea tu Nombre, venga tu Reino, sea hecha tu voluntad, como en el Cielo así también en la Tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. [Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos]. Amén. (RVA'15)
♥ De la importancia para el cristianismo de este pasaje que es llamado con frecuencia "El Padre Nuestro", pero que realmente no es una oración, sino un bosquejo de las cosas por las que hay que orar, o elementos que podemos incluir en las oraciones.
Este modelo de oración contiene mucho acerca de nuestro enfoque hacia Dios; acerca de nuestra necesidad de enfocarnos en las buenas noticias de su Reino prometido; acerca de orar por las necesidades de otros y de nosotros mismos; y acerca de vencer a satanás, las tentaciones y el pecado al buscar la ayuda y el perdón de Dios.
Pero el Señor Jesús hizo otra afirmación clara que es muy ignorada:
"Y al orar, no usen vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que serán oídos por su palabrería." (Mateo 6:7 RVA'15).
Cristo se estaba refiriendo a la forma pagana de recitar y cantar las oraciones, basados en la idea de que repetir una oración traerá el favor de Dios. Esta forma de repetir o cantar oraciones escritas previamente es algo que se practica mucho en la Iglesia tradicional, sin embargo, Dios no quiere oraciones previamente escritas que se repitan una y otra vez, pues esto no cumple el propósito fundamental de la oración, que es desarrollar una relación personal, cercana con Dios. Si usted hace un estudio de muchas oraciones registradas en la Biblia, se dará cuenta de que todas son diferentes, personales y hay una comunicación de corazón entre la persona y Dios.
En realidad, Jesucristo nos dio fue un bosquejo, nos dio un ejemplo de oración que desafortunadamente ha sido mal utilizada por muchos en el cristianismo tradicional, en contradicción directa de la instrucción que encontramos en su Palabra en Mateo 6:7, de no usar oraciones repetitivas. Esto es llamado comúnmente "El Padre Nuestro" y es recitado repetidamente en muchas denominaciones, pero Cristo no nos dio esta oración para que la repitiéramos una y otra vez; entonces:
🤷🏻 ¿Qué era lo que Cristo nos estaba enseñando en el llamado "Padre Nuestro"?
Esencialmente, Jesús estaba dándonos un bosquejo para mostrarnos una estructura general y temas que deberíamos incluir en nuestras oraciones regulares a Dios. Este bosquejo debería ser llamado más acertadamente: un "Modelo de Oración".
¡¡¡Dios quiere tener una relación personal y profunda con cada uno de nosotros!!!
Para desarrollar esta relación, necesitamos comunicarnos con Él por medio
de la oración, y para que estas oraciones sean efectivas y fervientes,
debemos permitir que Jesucristo nos enseñe cómo orar
y cómo quitar las tradiciones que contradicen lo que Él enseñó
CONFESIÓN DE FE:
CONTINUARÉ ESTRECHANDO MI RELACIÓN CON DIOS POR MEDIO DE LA ORACIÓN Y, PARA QUE ESTA SEA FERVIENTE Y EFECTIVA, DESECHARÉ LAS VANAS REPETICIONES Y ME ENFOCARÉ EN UTILIZAR EL BOSQUEJO DEL MODELO DE ORACIÓN QUE JESUCRISTO QUIERE ENSEÑARME.
ORACIÓN:
Dios y Padre Nuestro que habitas en el Cielo, El Oheenu, El Señor nuestro Dios (Salmo 99:5). Amado Jesucristo, Dios y Señor nuestro eres Tú, hoy vengo a tu presencia de manera especial a darte gracias por todas tus enseñanzas, pues son de verdadero beneficio para nuestra vida, pero hoy tengo que reconocer ante Ti que tal vez la más importante de todas ha sido la forma en que nos has dejado un bosquejo de oración, un modelo para comunicarnos íntima, ferviente y efectivamente contigo, de manera que podamos estrechar a través de ella nuestra relación cada día más. Así que yo haré uso de ese modelo y desecharé las vanas repeticiones o las oraciones escritas que tal vez no tengan ningún propósito específico para lograr ese objetivo. Gracias, mi Señor Jesús por tu modelo de oración; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!
Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri