HUMILDAD Y HONRA 2
PROVERBIOS 29:23 El orgullo termina en humillación, mientras que la humildad trae honra. (NTV)
1 PEDRO 5:5B,6 …todos vístanse con humildad en su trato los unos con los otros, porque Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes. Así que humíllense ante el gran poder de Dios y, a su debido tiempo, Él los levantará con honor. (NTV)
♥ De la importancia de humillarnos bajo la Poderosa mano de Dios, y entonces Él mismo nos dará honor, es decir que la humildad lleva a la bendición.
Este principio equivale a una promesa; si nos humillamos, el Señor nos honrará. La humildad nos conduce al honor; la sumisión es el camino del encumbramiento, la mano de Dios que nos protege puede levantarnos siempre que estemos dispuestos para la bendición, entonces nos humillamos para vencer. Muchos adulan a los hombres y, sin embargo, no consiguen la protección que desean, no obstante y sin lugar a duda:
¡¡¡El que se humilla bajo la Poderosa Mano de Dios, será levantado,
sostenido, consolado y enriquecido en todas las áreas de su vida por Él,
que siempre es misericordioso y justo!!!
El Señor acostumbra a abatir a los orgullosos y levantar a los humildes. Sin embargo, hay un tiempo para las obras del Señor, ahora, en este mismo instante, es cuando debemos humillarnos. Nuestra obligación es seguir haciéndolo, sea que la mano del Señor quiera probarnos o no. Cuando el Señor nos prueba, nuestro deber es aceptar la prueba con profunda sumisión y con la convicción de que saldremos fortalecidos de ella. En cuanto a nuestra honra de parte del Señor, ésta vendrá solamente cuando sea tiempo, Dios es el mejor juez de ese día y de esa hora; entonces:
✓ ¿Por qué lloramos impacientes por esa bendición?
✓ ¿Por qué la deseamos antes de tiempo?
✓ ¿Qué pretendemos?
♥ Seguramente no somos humildes de verdad, porque si lo fuéramos, esperaríamos con calma el tiempo perfecto de Dios.
CONFESIÓN DE FE:
ME HUMILLARÉ ANTE LA MANO PODEROSA DE DIOS, CON LA CONVICCIÓN DE QUE ÉL ME HONRARÁ EN SU TIEMPO, ES MEJOR DEJAR DE PENSAR EN MÍ Y EMPEZAR A DISFRUTAR LA VIDA CON LA FAMILIA QUE DIOS ME REGALO, PONIÉNDOLO A ÉL EN PRIMER LUGAR Y DEDICÁNDOLE MÁS TIEMPO A MIS SEMEJANTES.
ORACIÓN:
Dios Padre, Amoroso y Justo eres Tú, Elohim Mishpat, Dios de Justicia (Isaías 30:18). Mi amado Señor, Jesucristo, Dios Amoroso, yo sé que eres perfectamente justo y que eventualmente traerás justicia perfecta al mundo. Por eso, mi Rey y mi Señor Jesús, hoy quiero darte gracias porque de Ti puedo aprender la genuina y verdadera humildad. Tú eres real y digno de ser exaltado, pues eres manso y humilde. Sé que aún no sé nada y lo poco que sé, lo sé por tu misericordia y amor, por lo tanto, me humillaré bajo tu Poderosa mano y me asociaré hoy con los humildes, pues no quiero ser sabio en mi propia opinión. Ayúdame Señor, a caminar en esa humildad tuya, ayúdame a caminar en sencillez, ayúdame a lavar todo mi egoísmo y vanidad, para que pueda servir a mis semejantes con tu perfecta humildad. He orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!
Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri