martes, 17 de enero de 2023

PRUEBAS = EXPERIENCIA

 

SALMO 119:65-72 Señor, has hecho muchas cosas buenas a mi favor tal como lo prometiste. Creo en tus mandatos; ahora enséñame el buen juicio y dame conocimiento. Yo solía desviarme, hasta que me disciplinaste; pero ahora sigo de cerca tu Palabra. Tú eres bueno y haces únicamente el bien; enséñame tus decretos. Los arrogantes me difaman con mentiras, pero la verdad es que obedezco tus mandamientos con todo el corazón. El corazón de ellos es torpe y necio; yo, en cambio, me deleito en tus enseñanzas. El sufrimiento me hizo bien, porque me enseñó a prestar atención a tus decretos. Tus enseñanzas son más valiosas para mí que millones en oro y plata. (NTV)

 

De la experiencia que adquirimos a través de las pruebas, y que nos son útiles para conocer y gozar de lo mejor que tiene Dios para nuestra vida.

 

Cuando éramos niños en la escuela, la mayoría preferíamos disfrutar de paseos a tener que sentarnos en el aula a clase. Sin embargo, cuando se trata de la vida cristiana, preferimos aprender las lecciones de la vida por medio de la Biblia, a tener que experimentar cualquier prueba. Pero la verdad es que hay algunas cosas que aprendemos mejor a través de la experiencia.

 

Aunque las pruebas no sean siempre resultado del pecado, sí juegan un papel correctivo, y El Padre Celestial puede usarlas para:

1.     Llamar nuestra atención a pecados que hemos tolerado, pasado por alto o aceptado. Estos pueden ser hábitos, actitudes, actividades o cualquier otra cosa que no sea lo mejor de Dios para sus hijos. No importa cuán trivial pensemos que sea, ningún pecado debe tener lugar en la vida del creyente.

2.    En otras ocasiones, el Señor puede estar indicándonos que debemos apartarnos de algo que aunque no sea pecaminoso sí nos impide alcanzar el potencial que Dios desea; tal vez una relación, metas y ambiciones personales, un trabajo o el lugar donde vivimos. Podría ser un recordatorio para que hagamos de Él nuestra prioridad, para que podamos conocerlo y amarlo más.

 

Si nunca tuviéramos problemas, continuaríamos en lo que es cómodo, fácil y agradable, pero terminaríamos perdiendo lo mejor que Dios tiene para nosotros. Por eso el salmista dijo:

"Me hizo bien haber sido afligido, porque así llegué a conocer tus decretos" (Vs.71 NVI).

 

¡¡¡Cualquier dificultad que nos lleve a Dios y a su Palabra es buena para nosotros!!!

Es así, porque lo que ganamos al conocer al Señor vale mucho más que toda

la riqueza, todo el poder y toda la fama que el mundo pueda ofrecernos

 

CONFESIÓN DE FE:

HOY SALDRÉ FORTALECIDO DE LAS PRUEBAS QUE DIOS ME PONGA, POR ESO LAS ENFRENTARÉ Y PERSEVERARÉ EN MEDIO DE ELLAS, SEGURO VERÉ MI EXPERIENCIA INCREMENTADA Y ENTONCES OBTENDRÉ Y ME GOZARÉ DE LO MEJOR QUE EL SEÑOR TIENE PARA MÍ.

 

ORACIÓN:

Dios Todopoderoso, El HaGadol, el Gran Dios (Deuteronomio 10:17). Mi amado Dios y Señor Jesucristo, Tú eres el más grande en muchas maneras, tu naturaleza, tus atributos, tus obras, tu grandeza, etc. Por eso sé que puedo confiar en Ti, en tu presencia en mi vida para soportar con paciencia todas las pruebas y capitalizarlas como experiencia, pues sé que Tú las usas para incrementar mi fe, fortalecer mi carácter y llevarme a una plenitud que será manifiesta por los beneficios de los que puedo gozarme ahora mismo. Hoy vengo a tu presencia pidiéndote que me des la fortaleza necesaria para mantenerme así, completo, seguro, confiado, convencido de tus decretos y verdades que me dan las herramientas para soportar el sufrimiento en las pruebas de la vida. Gracias mi Señor y Salvador Jesús, pues de tu mano y viviendo en tus principios cualquier circunstancia por la que pase será fácil de resolver; he orado en tu Poderoso Nombre ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri