lunes, 8 de julio de 2024

CONFIANDO

 

ESDRAS 4:1-5 (NTV) Cuando los enemigos de Judá y de Benjamín oyeron que los desterrados estaban reconstruyendo un templo al Señor, Dios de Israel, fueron a ver a Zorobabel y a los otros líderes, y les dijeron: Déjennos participar en la construcción junto con ustedes, porque nosotros también adoramos a su Dios. Le venimos haciendo sacrificios desde que el rey Esar-hadón, de Asiria, nos trajo a estas tierras. Zorobabel, Jesúa y los otros líderes de Israel respondieron: "De ninguna manera pueden tomar parte en esta obra. Nosotros solos construiremos el templo para el Señor, Dios de Israel, tal como nos ordenó Ciro, rey de Persia". Entonces los habitantes del lugar intentaron desalentar e intimidar al pueblo de Judá para impedirle que siguiera trabajando. Sobornaron a algunos funcionarios para que actuaran en contra de ellos y frustraran sus planes. Esta situación continuó durante todo el reinado de Ciro, rey de Persia, y duró hasta que Darío subió al trono de Persia.

 

Pongamos nuestra confianza en el Espíritu Santo para enfrentar los desafíos de la vida, vivamos confiando en Él.

 

Como podemos ver en el pasaje que estudiamos hoy, los enemigos de Israel fueron astutos en su lucha contra la reconstrucción del Templo:

☝🏼 Primero, ofrecieron ayudar. ¿Qué mejor manera de hacer que las cosas salieran mal, que involucrándose en la tarea?

☝🏼 Luego, cuando su ayuda fue rechazada, desalentaron a los trabajadores, los atemorizaron y contrataron a consejeros para luchar contra los israelitas. Los opositores lograron detener la obra.

 

Sin embargo, Dios quería que dependieran de Su Espíritu Santo para la realización de la obra. El pueblo debía también rechazar la confianza en sí mismos, y mirar al Señor, quien les ofreció ánimo y esperanza al prometerles que se ocuparía de la oposición que sufrían. Lo que pudiera significar para nosotros quitar algún problema o sostenernos en medio de los desafíos; pero igualmente, debemos confiar siempre en que el Espíritu Santo nos permitirá la victoria para:

Amar con paciencia a nuestro cónyuge en medio de los problemas del hogar.

Guiar sabiamente a nuestros hijos hacia la piedad en nuestra cultura egocéntrica.

Seguir los principios bíblicos en cuanto a dar, invertir, ahorrar y gastar, en una sociedad que nos impulsa a tener ahora mismo lo que queremos.

Experimentar contentamiento a pesar de nuestras circunstancias, como soltero o casado, con o sin trabajo, sano o enfermo.

Servir a la manera de Dios.

 

¡¡¡La dirección del Espíritu Santo debe caracterizar nuestro andar, 

aunque esta mentalidad se opone a nuestra cultura y no agrada

a la carne, es la única manera de vivir como hijos de Dios

y enfrentar con denuedo los desafíos de la vida!!!

 

Busquemos a otros que estén tratando de practicar la dependencia del Espíritu, y estimulémonos unos a otros para experimentarla cuando enfrenta sus desafíos.

 

CONFESIÓN DE FE:

VIVIRÉ CONFIANDO EN EL ESPÍRITU SANTO, ANDARÉ EN ÉL Y PROCURANDO NO SATISFACER MIS PROPIOS DESEOS, SINO DEPENDIENDO DE ÉL, PARA TODO, Y DE MANERA ESPECIAL PARA ENFRENTAR LOS DESAFÍOS DE LA VIDA.

 

ORACIÓN:

Padre Celestial, El Emunah; Dios Fiel y Confiable (Deuteronomio 32:4). Mi amado Dios y Señor, Jesucristo, yo estoy plenamente convencido de que Tú, el Dios Fuerte, eres completamente confiable, por eso puedo confiar en Ti completamente, en esta vida y en el destino eterno que me determinaste. Por eso hoy quiero darte gracias por tu Espíritu Santo que nos cubre, envuelve y alimenta con tu verdad a cada instante, y humilde y rendido ante tu presencia recibo con fe lo que en mis manos pones, acepto lo que debes darme y es así en mí, tu voluntad, ahora y siempre. Gracias Espíritu Santo, seguiré confiando en Ti hoy y por siempre como el director Divino para mi vida; he orado en el Poderoso Nombre de Jesús ¡Amén!


Pr. Juan Manuel Lamus Ogliastri