HECHOS 9:28-31 Así que Saulo se quedó con los apóstoles y los acompañó por toda Jerusalén, predicando con valor en el nombre del Señor. Debatió con algunos judíos que hablaban griego, pero ellos trataron de matarlo. Cuando los creyentes se enteraron, lo llevaron a Cesarea y lo enviaron a Tarso, su ciudad natal. La iglesia, entonces, tuvo paz por toda Judea, Galilea y Samaria; se fortalecía y los creyentes vivían en el temor del Señor. Y, con la ayuda del Espíritu Santo, también creció en número. (N.T.V.)
© De cómo aceptar riesgos y confiar en las promesas de Dios para lograr los resultados deseados. (Leer Hechos 9:1-31)
A muchos cristianos no les gusta arriesgarse, y por eso reúnen la mayor cantidad de datos posibles y analizan las opciones antes de tomar cualquier decisión. Tenemos la tendencia a calificar los riesgos de "indeseables", porque pueden terminar causándonos pérdidas y angustias; tememos los resultados no deseados, o a no alcanzar nuestros sueños. Tememos parecer tontos o incompetentes, incurrir en problemas financieros o enfrentar algún peligro físico.
Desde el punto de vista humano, eliminar la incertidumbre tiene sentido. Pero…
© ¿Qué piensa Dios?
© ¿Hay ocasiones en las que los cristianos deben aceptar riesgos?
La respuesta es un "sí" rotundo, cuando es Él quien nos pide que dejemos nuestra agradable rutina. Desde el punto de vista del Señor, no hay ninguna incertidumbre, porque Él tiene el control de todas las cosas y nunca dejará de llevar a cabo su buen propósito (Efesios 1:11).
La Biblia nos cuenta de personas que aceptaron riesgos para obedecer al Señor:
© Una fue Ananías, a quien el Señor envió para ministrar al recién convertido Saulo. Ananías arriesgó su vida para obedecer.
© Otra fue Pablo, a quien se le dijo que predicara a los judíos el mismo evangelio al que él se había opuesto con tanta violencia.
Al concentrarse en Dios, en su carácter y en sus promesas, ambos hombres obedecieron, pese a la incertidumbre, la duda y el temor.
La madurez espiritual es obstaculizada cuando el cristiano rehúsa obedecer a Dios, a veces, eso implica dejar lo que es seguro o habitual.
© ¿Qué riesgo le está llamando el Señor que acepte?
CONFESIÓN DE FE:
ESTOY CONVENCIDO QUE DIOS JAMÁS ME FALLARÁ. ASÍ QUE DARÉ PASOS DE OBEDIENCIA, Y SEGURO PODRE VER LO QUE ÉL HACE PARA QUE MI FE SE INCREMENTE Y MI CARÁCTER SE VEA FORTALECIDO AL ARRIESGAR.
ORACIÓN:
Padre Celestial, El Rahee, Dios que todo lo ve y lo conoce (Génesis 16:13). Dios Todopoderoso gracias quiero darte hoy por tu bendición permanente sobre mi vida. Hoy vengo a tu presencia a decirte que en Ti confío, que quiero ser totalmente obediente, concentrarme en tu carácter y en tus promesas, de manera que esto redunde en un incremento de mi fe y mi carácter al tomar riesgos que Tú me presentas como oportunidades para mi crecimiento y madurez espiritual. Gracias Espíritu Santo por tu guía y tu cuidado permanentes. Amén.
Juan Manuel Lamus O.